Más de 25 artistas contemporáneos cubanos exponen sus obras en la muestra itinerante “Arte Cuba, acogida desde mediados de enero por el Windgate Center of Art + Design de Little Rock, en la Universidad de Arkansas, Estados Unidos.
Según reseña el sitio web de Arkansas Democrat Gazzette (ADG), se trata de un conjunto de esculturas, fotografías, pinturas, dibujos y otras manifestaciones pertenecientes a la Colección de la Fundación del Museo de Bellas Artes de Arkansas, la Colección Permanente de UA Little Rock y la colección privada de John Horn, de Little Rock.
La idea de hacer esta muestra surgió hace tres años, pero el impacto de la pandemia retrasó los planes hasta este momento, dijo al medio Brad Cushman, director de la galería que lleva su nombre en el Centro Windgate
El público puede disfrutar de obras con diversas temáticas, entre ellas la censura, la libertad de expresión, el arte como propaganda, la identidad nacional, la migración, la inmigración, el exilio, la diáspora y el papel del arte en el desarrollo económico y turístico, refiere ADG.
De acuerdo con el medio, Cushman aseguró que “esta es una manera de mostrar una perspectiva internacional del arte contemporáneo y todas las complejidades de Cuba. Existe esta gran mezcla de voces”.
Para composición de esa mezcla, el experto cita la herencia multicultural que incluye influencias africanas, europeas, latinas y caribeñas, y el impacto innegable de la Revolución de 1959 y décadas del gobierno encabezado por Fidel Castro. Sobre ese aspecto, destacó que en ese proceso fue creada una red de escuelas de arte que condujo a la apertura en 1976 del Instituto Superior de Arte, hoy Universidad de las Artes. “Más del 90% de los creadores incluidos en Arte Cubano estudiaron en esas escuelas”, dijo Cushman, de acuerdo con AGN.
Resalta el medio que los aviones aparecen reiteradamente en la exhibición, quizás como una evocación de la idea de emigrar. En ese sentido, llama la atención sobre la obra Pinocchio y Napoleón cuentan la Historia, del artista Esterio Segura, la que consideró “impactante”.
Se trata del niño de madera en bronce fundido. “Su famosa nariz, que crece cuando miente, ha brotado de forma espectacular y tiene un avión al final. La longitud de su nariz adquiere cierta profundidad porque está parado sobre una pila de libros de Historia”, explica el citado medio.
También el avión adquiere relevancia en Pasa Tiempo, un tríptico fotográfico de Diana Fonseca Quiñones. En las fotos, tomadas de un video, la artista usa hilo para coser un avión a la palma de su mano. “Suena doloroso, pero los puntos son aparentemente superficiales. El aspecto profundamente personal de hacer arte con su cuerpo se suma al peso de la obra”, considera el texto de ADG.
La reseña también destaca obras como Híbrido de Chrysler de la serie todos quieren volar, del propio Segura, así como Escapar 3, una fotografía en blanco y negro de Alain Pino que muestra a un nadador en medio de una brazada.
A ellas se unen “Exit II”, un acrílico sobre papel de Luis Cruz Azaceta que muestra una valla con un agujero, revelando una oscuridad que es casi como la entrada de una cueva. El béisbol y la raza se enlazan Blanco y negro, de Frank Martínez.
El medio repasa la presencia en la muestra de otros artistas cubanos, pero una relevancia especial por “su energía” dedica a la obra Extraña declaración de amor: Para un angel guajiro, una técnica mixta sobre papel de Pedro Pablo Oliva. “Es un gran garabato de figuras entrañables, extrañas y oníricas. Es un placer acercarse y ver todas las historias que cuenta Oliva, no solo con sus figuras, sino también con los patrones y colores que usa”, se lee en la reseña de ADG.