Una vez más el jazz unió a músicos cubanos y estadounidenses en un concierto que devino un rico y fructífero intercambio cultural entre ambas naciones.
Bajo el título de Blues, Blues, cubano y… en la noche de ayer en la Sala Teatro del Edificio de Arte Cubano del Museo Nacional de Bellas Artes, tuvo lugar una memorable presentación del Showman de Cuba, Bobby Carcassés, junto al reconocido jazzista norteamericano Tony Loeffler y su grupo.
Este fue el segundo de los conciertos celebrados por esta agrupación ocasional de intérpretes del género musical, nacido en Estados Unidos a fines del siglo XIX. El primero se celebró en la Fábrica de Arte Cubano (F.A.C) hace solo unos días, según declarara a OnCuba el Premio Nacional de Música 2012. Carcassés definió al encuentro de “conveniente y provechoso porque tanto la música cubana como la norteamericana tienen más puntos en común de lo que muchos creen y desde sus inicios se han retroalimentado”.
El también compositor y pintor compartió el escenario con Loeffler, experimentado cantante y guitarrista, líder de la agrupación Fusion Blues, integrada por el contrabajista Samuel Mojica, el saxofonista Ed Maina, el baterista Marco de Sciscio, el guitarrista Curtis Williams y el intérprete de la armónica Harley Coconut Lamoreaux, quienes también viajaron a la Isla a interactuar con el público habanero.
Los destacados intérpretes del patio: el pianista Robertico Carcassés, el trompetista Alejandro Delgado, el contrabajista Lázaro Rivero Alarcón y el percusionista Juan Carlos Rojas, completaron la nómina de virtuosos participantes en el concierto.
El blues, junto al son y la rumba, como mismo lo reconoce el polifacético artista, es uno de los estilos musicales que mas definen su discurso musical, que se unió a esta agrupación que desde su nombre propone mezcla de sonoridades y géneros. Ambos entregaron una noche de buen jazz, que mucho agradeció el público asistente.
No faltaron la improvisación, el peculiar sonido y fraseo que reflejan la personalidad y talento de los músicos ejecutantes y esa especial cualidad rítmica llamada swing, en las interpretaciones de temas como Summertime, Quiero que comprendas, Folsom Prison Blues y Wayfaring Strange, entre otros antológicos y más contemporáneos temas.
Durante el concierto hubo momentos para la experimentación de sonidos y para transitar por el latin jazz, el góspel, el rythm and blues, el rock, la rumba, el son, entre otros géneros y estilos melódicos provenientes del acervo sonoro de diversas regiones del planeta.
El espectáculo contó con la producción general de Mala Vista Producciones y dirección artística del propio Bobby, y se complementó con una representación de su obra pictórica más reciente.
Veintitrés piezas entre dibujos y pinturas fueron proyectadas en una gran pantalla del hemiciclo, pertenecientes a la serie Concierto visual (Carcasseando). Dueño de un peculiar estilo al pintar, el laureado instrumentista ha expuesto conjuntamente a sus actuaciones e interpretaciones sus cuadros en disímiles ocasiones, tanto dentro como fuera de Cuba, en las últimas décadas.
Que bien!!!! No soy amante del Jazz pero me gusta el Showman de Cuba, Bobby Carcassés.