La Orquesta Miguel Faílde es uno de los grupos cubanos nominados a la próxima edición de los Grammy Latino por su disco Faílde con tumbao,`producido por Pedro Pablo Cruz y Ethiel Failde. La formación compite por los prestigios premios junto a otros músicos y agrupaciones de Cuba como Omara Portuondo, la orquesta Aragón, Gente de Zona, Changüí Guantanamero, Alex Cuba, y el flautista cubanoamericano Ernesto Fernández,.
La Faílde ha renovado la herencia del danzón y lo ha traído al presente con originales arreglos en los que se puede percibir la organicidad entre la tradición y la modernidad que han logrado en su repertorio.
Esta nominación es ante todo un impulso para mantenerse defendiendo un género histórico de la música cubana que ha perdido resonancia en los medios y el público por el poco interés en su promoción o el desconocimiento sobre la valía de las más auténticas tradiciones culturales cubanas.
A propósito de este reconocimiento, que no solo visibiliza la obra de la orquesta sino una de las más genuinas formas de expresión de la música de la Isla, OnCuba conversó con Ethiel Failde, director de la agrupación.
¿En qué momento de la carrera de la orquesta llega esta nominación?
La orquesta está en un momento importante de madurez, han sido 8 años de crecimiento, aprendizaje, podemos decir que ya salimos de la adolescencia y estamos en el cénit de la juventud, una juventud apasionada y plena. Es un fonograma que recorre en 34 minutos más de 150 años de historia de la música cubana, donde además se muestra, como en ningún otro, cada uno de los instrumentistas y cantantes. Es una expresión más coherente y lograda de nuestra identidad como orquesta y del repertorio que defendemos. Variedad de géneros, estilos, improvisaciones, scat, lucimiento vocal, sensualidad, fortaleza, rigor técnico e interpretativo, en fin expone las posibilidades tímbricas e interpretativas de la Faílde y deja abierto también el camino para explorar nuevas sonoridades que enriquezcan nuestro repertorio, nuestra proyección musical.
¿Les ha resultado difícil este trayecto defendiendo una música que no es muy promovida en los medios, ni consumida habitualmente por los cubanos?
Ha sido difícil, incluso en 2016 hubo un momento en que terminamos un concierto y pensé “fue el último”, porque apenas teníamos trabajo. La cercanía de Varadero genera una situación compleja, pues muchos músicos prefieren hacer “sopa” en un hotel con tal de lograr una estabilidad económica antes que apostar por un sueño y hacer carrera.
Sin embargo, hemos tenido importantes aliados, personas e instituciones que han apostado por nosotros, que han creído en lo útil y provechoso que puede ser apoyar a este puñado de jóvenes matanceros, obstinados en seguir disfrutando, viviendo y oxigenando la música tradicional cubana desde su propia esencia pero con una visión, un sonido y un lenguaje contemporáneo.
Estoy feliz, porque aunque queda mucho por hacer para visibilizar estos géneros, para conectar con nuevos públicos en Cuba y el mundo, cada pequeña victoria, como esta nominación al Grammy Latino, la convertimos en más energía, más motivación.
No puedo hablarte con estudios y estadísticas en mano pero hay muchos cubanos que disfrutan su música, esa que llamamos tradicional. Nuestra matinée en la Casa de la Música de Artemisa es una prueba de eso, ahí tocamos de todo y el público siempre reacciona bien.
En cada municipio de Cuba existe un movimiento danzonero articulado desde el que se promueven bailes y eventos. Es cierto que hacen falta más espacios y mejor promoción, es muy importante proteger escenarios para el baile popular, para el bolsillo de la persona de la segunda o tercera edad que no puede pagar el cover de los centros nocturnos de moda.
¿Cómo surgió la idea de fusionar la música tradicional cubana con elementos contemporáneos?
Somos jóvenes, respeto a los mayores, pero siempre he creído que para bailar, interpretar, vivir el danzón no hay que disfrazarse ni aparentar ser algo que no somos, hay que entender cuáles son las bases de ese fenómeno cultural, e incorporarle la nueva mirada, la sazón del siglo XXI. Nosotros como agrupación hemos evolucionado en la medida en que hemos sido receptivos a lo que pide el público y hemos aprendido a confiar en nuestras propias ideas, pero siempre desde dentro del movimiento danzonero, sin traicionar esencias, porque yo bailo desde los seis años, no soy únicamente un músico.
Aún hay quienes nos critican los danzones con timba o que no estemos de acuerdo con algunas rígidas normas de vestuario que se convierten en barreras artificiales para el disfrute del acto social del baile. Hay hasta quienes piensan que sólo debemos tocar danzones, algo que ni el propio Miguel Failde hacía en su momento. Es difícil mantener ese equilibrio desde la selección del repertorio hasta el estilo interpretativo o la imagen de la orquesta, pero le dedicamos mucha atención.
¿En qué crees se basó el jurado de los Latin Grammys para nominar el álbum?
Desde su portada el álbum se declara matancero. Creo que respetar, defender y refrendar tus raíces, tu historia con verdad y orgullo es algo que el universo, el mundo entero va a admirar y agradecer. Este álbum, que es el primero que enviamos a este premio, muestra eso, el orgullo de sentirnos matanceros, danzoneros, cubanos, herederos de una tradición que sigue enamorando al mundo entero.
En ese fonograma destaca el trabajo de ingeniería de sonido, la grabación a cargo de Daelsis Pena (Cuba) en los estudios 18 de EGREM, Ignacio “Nacho” Molino en la mezcla y Alex Psaroudakis (EEUU) en la masterización. También confluyen armoniosamente en el acople clásicos, versiones y estrenos concebidos especialmente para este fonograma. Logramos reunir a invitados muy valiosos, verdaderos maestros como Omara, Andy Montañez y Federico Britos. Creo que todo esto en conjunto pudo llamar la atención de los miembros de la Academia Latina de la Grabación.
Ahora bien, nosotros tenemos muy claro que la música es la base, pero que con la culminación del sencillo o del disco sólo empieza un arduo trabajo de promoción, de acceso a medios de prensa, a la crítica especializada, tácticas para redes sociales, para mostrar el trabajo entre los profesionales del sector y buscar alianzas con otros artistas. Son muchas las limitaciones que tenemos los músicos que vivimos en Cuba y las casas discográficas para promover nuestras producciones, aunque logramos que estén disponibles en las principales plataformas digitales como Spotify, Apple Music o YouTube, pero no contamos con el capital para pagar un marketing adecuado y nuestro público base que es el cubano residente en el país, no tiene acceso a esos modos de consumo de la música. Hay tantos álbumes, tantas canciones que salen al mercado cada día que un producto nuestro es como un barco de papel que arrojamos a la inmensidad del océano.
¿Crees que en Cuba ha tenido el mismo reconocimiento que el que otorgó la Academia Estadounidense al nominarlo?
En general creo que la orquesta poco a poco se ha ido ganando un lugar, respetando siempre el legado de nuestros mayores y con el oído atento al consejo o a la crítica tan necesaria. Por nuestros trabajos anteriores hemos sido nominados a Cubadisco y en 2019 obtuvimos el Premio Especial “Centenario de Benny Moré”, en nuestro ámbito siempre hemos tenido que enfrentarnos a verdaderos “pesos pesados” como la Aragón y Eliades Ochoa, porque a diferencia de la categoría destinada a la música popular bailable donde se hace el distingo entre nuevos talentos y maestros, en la música tradicional es una especie de “todos contra todos”. Dicho sea de paso, necesitamos un mejor Cubadisco, desde su diseño, puesta en escena y comunicación.
En Cuba y fuera de la Isla, mucho antes de que se anunciaran los nominados el 29 de septiembre, Failde con Tumbao ya estaba sonando y eso para nosotros es un inmenso honor. Nunca es suficiente pero estamos contentos, aparecimos hasta en algunas listas de éxito aunque no entendemos cómo funcionan. Agradezco a todas las personas e instituciones que han puesto su aporte y sus ojos en este álbum, gracias a la radio y a la televisión.
¿Qué otros proyectos desarrollan ahora?
Grabamos un tema en el álbum con el que nuestra infinita Omara Portuondo va a festejar sus 90 años de vida, ahí tenemos el honor de respaldar su colaboración con Raphael de España. Está en producción nuestro segundo video clip de dibujos animados que será con “Esas no son cubanas”, tema en el que Yurisán alterna con el maestrazo Andy Montañez.
En cuanto la situación epidemiológica lo permita regresamos a los estudios de EGREM para terminar de grabar un álbum que me tiene muy animado, pues estoy cumpliendo el sueño de registrar la música inédita de Miguel Faílde y Aniceto Díaz, dos matanceros que creo no han recibido el reconocimiento y la difusión que merecen, dos padres de géneros importantes en la historia de este pueblo. Claro que de ahí se desprenderá un video clip que sería el primero que muestre la obra del “Rey del cornetín”.
No es un trabajo pensado para lograr éxitos comerciales, si no para honrar un legado y ponerlo al alcance de los estudiosos de nuestra música y las escuelas de arte.