La clavecinista norteamericana Kathleen McIntosh conversa con OnCuba, a propósito de su participación en el X Festival de Música Antigua Esteban Salas.
Su música nos traslada al barroco europeo y, al mismo tiempo, nos devuelve a la realidad entre sonidos bien ejecutados. Su sonrisa revela a una mujer alegre; su cabello, delata la edad avanzada. Y La Habana, que la acoge, se complace con su presencia: la clavecinista norteamericana Kathleen McIntosh, volvió a la Isla.
Convertida en una invitada asidua al Festival de Música Antigua Esteban Salas, llegó a la décima edición de este evento para ofrecer talleres y conciertos sobre la música instrumental de las cortes europeas de los siglos XVII y XVIII, como es habitual.
Tal vez su frecuente presencia se deba a la opinión que le merece el festival: “A través de los años ha mejorado increíblemente y hoy está a un nivel internacional muy alto, está ganando espacio en el mundo…Siempre me sorprende cuánto ha prosperado.”
“La música antigua se ha desarrollado en toda Latinoamérica y en Cuba especialmente. Ahora hay como semillas dispersas por todas partes, muchísimos grupos, no solo en La Habana, sino también en Bayamo, Santa Clara. En Europa hay músicos tocando con conjuntos famosos que empezaron aquí. El Conjunto de Música Antigua Ars Longa es un ejemplo del avance, es uno de los mejores en el mundo.”
Otras de las experiencias en nuestro país que han despertado su respeto han sido los talleres y clases magistrales impartidas. “Los estudiantes son maravillosos, trabajan con mucho interés y dedicación, a pesar de los problemas. A veces no hay instrumentos o son muy escasos, sin embargo, ellos no pierden el entusiasmo.”
La obra de esta experimentada artista, admiradora de clavecinistas como Gustav Leonhardt o Thurston Dart, ha viajado todo el mundo. Resultan notables sus presentaciones con orquestas en Moscú, Hanoi, México y Estados Unidos.
Como solista, ha participado en festivales de España, Japón y Perú. Además, desde hace algunos años toca en Estados Unidos en La Joya Summerfest, Bravo! Vail Valley, y desde 1996, en el Santa Fe Chamber Music Festival, de México.
Kathleen no solo impulsa antiguas piezas musicales, sino que es una entusiasta promotora de las contemporáneas. Así, forma parte del Dúo McFish, que comisiona nuevas obras para viola y clavecín.
Su más reciente presentación en La Habana, como parte del presente festival, ocurrió el 27 de febrero en la Antigua Iglesia de San Francisco de Paula. McIntosh estará en este mismo lugar el día dos de marzo, donde dará un concierto taller, fruto de sus encuentros con los jóvenes músicos cubanos.
Pero su profesión la reclama en otros sitios. “Estoy trabajando con el festival de Santa Fe, México, donde vivo; toco todo el tiempo en esta ciudad. Con McFish estoy trabajando la música contemporánea. Precisamente, hace poco, Leo Brouwer nos escribió una composición.”
“También voy a estar en junio en un festival en Lima, y pasaré allá dos semanas enseñando lecciones de clavecín en el conservatorio.” No obstante, esto no significa un adiós a la isla: “siempre espero regresar a Cuba”, concluye.
Por Carolina Rodríguez Castellanos
Fotos: Javier Tamayo