Leo Brouwer está en shock. La súbita muerte de Paco de Lucía ha sido un mazazo para el guitarrista y compositor cubano, su amigo hace cuatro décadas y el responsable de que el genio renovador del flamenco ofreciera dos conciertos en La Habana, con 26 años de diferencias, pero el último hace apenas unos meses, en octubre…
“El maestro está muy afectado, ha dejado a un lado todas sus actividades, incluso la composición”, afirmó a OnCuba su esposa, Isabelle Hernández, quien dirige el Festival Leo Brouwer de Música Cámara, cuya pasada edición tuvo como plato fuerte el gran recital del español en el teatro Karl Marx, un regalo único para quienes asistieron.
Aquel recital fue, sin dudas, memorable: dos horas que Francisco Sánchez Gómez, de Algeciras para el mundo, dedicó a un público que se rindió a su rasgueo sin par. Ya lo había advertido el propio Brouwer: “ninguna de las actuaciones de Paco se parecen”.
Abrió con “Rondeña”, y por ahí regaló piezas maestras, acompañado por Antonio Sánchez en la guitarra, Antonio Serrano en la armónica, Israel Suárez con la percusión, el cubano Alain Pérez al bajo, los cantaores Antonio el Rubio de Pruna y David de Jacoba, y el bailaor Antonio Fernández (Farruquito).
“Paco es un genio que transformó al flamenco sin perder tradición, sin perder magia, ganando constantemente en evolución, en cualidades”, afirmó Brouwer, quien también dijo que Paco tocaba la guitarra como si tuviera 100 dedos.
La muerte de Paco duele, pues llega cuando aún no nos reponemos de otras. Quizás por eso Silvio Rodríguez escribió en su blog que “el cielo debe estar de fiesta”. Va y después de tanto tiempo, Paco se reencuentre en el Más Allá con Camarón de la Isla, y hasta la Faraona, se una para armar un “sarao” de bienvenida. Y nosotros llorándolo…
Foto: Archivos del Festival Leo Brouwer de Música de Cámara, estudio Bianchini