Inspirado en esa genialidad de elementos que se resumen en el cubano común, en esa solidaridad inmensa que lo caracteriza, en su cotidianidad y en la riqueza de su música, el saxofonista César López aderezó su última producción discográfica, en la que reúne a importantes artistas del panorama sonoro nacional, como el contrabajista Jorge Reyes, y Rolando Luna, pianista del Buena Vista Social Club.
Cu-bop Los cubanos (Egrem 2013) es una suerte de regalo melódico que López obsequia a quienes sienten ese sentido de lo auténtico, de lo genuino de esta Isla. Es por ello que seducen estos nueve sencillos, donde predominan los instrumentales, aunque el también líder de Habana Emsemble nos sorprende al colocar su voz en dos de los temas contenidos en el álbum y con ello nos demuestra sus dotes de cantante (Son las cosas que pasan e Irresistible).
Para cautivar a los que escuchan atentamente el CD, César ha escogido un repertorio exquisito y es allí donde la maravilla del amor por lo nuestro se despliega. La tarde, todo un himno al más sublime de los sentimientos y escrito por Sindo Garay, lleva en su textura la belleza melódica impregnada por su autor, que se conjuga ahora con la visión estética de López. Acentuado en la mixtura de instrumentos como el contrabajo –con un arreglo muy lúcido y acertado que marca la pauta del tema-, el saxofón, el piano, el cello y la percusión, es esa afamada canción de la trova tradicional una joya dentro del fonograma.
Aclaro que es el jazz todo un signo en el volumen y por consecuencia se palpa allí toda una reverencia a estándares norteamericanos del género que han marcado la escena musical internacional. Así, se disfrutan de un tirón versiones de Lazy bird, de John Coltrane, My little suede shoes, de Charlie Parker, y Del sasser, de Sam Jones.
Resulta también emotiva y atinada la selección que se hace de Latinoamérica y Cuba, con la elección de la ya comentada La tarde, de Sindo Garay, Irresistible, de Pedro Flores, y Son las cosas que pasan, de nuestra Ela O’ Farrill.
Completan Cu-bop Los cubanos una muestra de las composiciones pertenecientes a algunos de los participantes en el álbum, con lo que se confirman esa continuidad de un género muy ligado al quehacer artístico de la Cuba de estos tiempos.
Aparecen dos piezas de César López, quien además se desempeña como productor musical del compacto: Cachaza y ron, que por su nombre nos adentra en dos elementos simbólicos de la cubanía: la caña de azúcar y nuestra bebida; y Keily san, que toma del bolero, el filin y lo más popular de la música criolla.
Fue el propio César López quien señaló en las palabras introductorias el concepto manejado en este ya esencial disco, cuando lo catalogó de “cóctel musical”, con el cual satisfacía viejos anhelos. Uno de ellos fue, precisamente, el de grabar un CD acústico, diverso y bien pensado que nos hiciera gravitar sobre el jazz más contemporáneo y que para ello bebiera de las esencias de la tradición, de nuestras raíces. ¡Enhorabuena!
*Imagen: Portada del CD