Max Cavalera tiene interés en tocar de forma gratuita en Cuba y ve con buenos ojos un concierto en la isla con su grupo Cavalera Conspiracy, dijo a OnCuba, el promotor de la banda, Manolo González.
De concretarse esta posibilidad, miles de metaleros cubanos verían en vivo a uno de los más legendarios vocalistas de esta escena que se ha mantenido durante casi 30 años defendiendo las banderas más extremas del metal como una filosofía de vida.
Fundador de la banda Sepultura, Max Cavalera es uno de los dioses brasileños del metal. Su distintiva voz, con la fuerza arrolladora de un tren en reversa, ha sido registrada en fonogramas que marcaron un antes y un después en todo el mundo, como son Beneath the Remains, Arise, y Chaos A.D. y Roots.
Max armó Sepultura en 1984 junto a su hermano, el baterista Iggor Cavalera. Tras varios fichajes iniciales, la formación original de la banda quedaría integrada además por el guitarrista Andreas Kisser, y el baterista Paulo Jr.
Fueron ellos quienes conquistaron el mundo del metal a sangre y fuego. Su sonido brutal, que incorporó ritmos autóctonos latinos (Roots) a la fuerza telúrica de la voz de Cavalera, los colocó en los primeros sitios de la historia del metal, junto a Metallica, Slayer y Megadeth.
La historia de la formación brasileña es similar a la de todos los pesos pesados del rock y el metal. Se metieron al mundo en el bolsillo, incendiaron escenarios de todo el planeta, vendieron millones de discos y, como es lógico, también en la cresta de la fama internacional aparecieron desavenencias entre sus integrantes. En Sepultura estos conflictos hicieron mella hasta provocar que Max abandonara el grupo, y años más tarde lo siguiera su hermano.
Max se fue en 1996 y tras un periodo de incertidumbre en el que pudo contar con el apoyo de monstruos como Ozzy Osbourne para rehacer su vida metalera, dio cuerpo a Soulfly, otra banda de respeto con la que grabó discos de calibre, como 3 y Prophecy.
Con su hermano Igor formó en 2007 Cavalera Conspiracy, con la que ha dado cuerpo a discos como Inflikted, Blunt Force Trauma, Pandemonium, Psychosis.
Max ha vivido para el metal. Durante su carrera ha pasado por todo, ha visto el nacimiento de fenómenos como el nu metal –que de alguna forma avizoró con Roots— y se ha retirado para volver a sus raíces con las más recientes incursiones discográficas de Soulfly. Publicado en 2018 por la disquera metalera Nuclear Blast, Ritual es un disparo a la cabeza por la fuerza de temas como Dead Behind the eyes, Soulfly X y Under Rapture. El álbum recuerda la etapa más extrema de Sepultura junto a Max y refleja radicalmente las posturas sociales de su vocalista.
Cuando Sepultura aterrizó en Cuba en 2008 para tocar ante miles de almas en la Tribuna Antimperialista José Martí, el sueño metalero de muchos era poder ver a Max en acción, pero ya la banda y su fundador transitaban por caminos distintos. Hay que decir que su actual vocalista, el estadounidense Derrick Green, estuvo a la altura de las circunstancias y que con el tiempo ha logrado prestigiar todo lo que significa ser un miembro de Sepultura. Y lo más importante es que ha logrado pasar la prueba de fuego del público metalero que, se sabe, no se toma las cosas en juego.
Con Cavalera Conspiracy Max ha armado sobre todo un repertorio donde ocupan un lugar de honor los clásicos de Sepultura. Los hermanos Cavalera junto al resto de los músicos de la banda, Marc Rizzo, Joe Duplantier, Tony Campos, Nate Newton, Johny Chow, han sido encabezado el programa de varios de los festivales de rock and roll con un directo que ha puesto a arder en el infierno a miles de seguidores del metal.
Lo cierto es que si se logra que el ex Sepultura pueda tocar en Cuba junto a su hermano, la legión de seguidores del incombustible vocalista inscribirán ese concierto como otro sueño cumplido en su expediente metalero.