Nadie sabe de amor, dice un Raúl Paz romántico, enamorado y cercano, que seduce con su décimo disco, titulado Ven ven, que cantará este sábado en el teatro Karl Marx de La Habana.
Aunque la prensa europea insiste en que su nuevo fonograma trae un sonido mestizo e intentan situarlo en una intercepción media de la recta que es la música cubana, prefiero insertar a Ven ven en esa arista contemporánea y diversa que se edifica en el pentagrama nacional.
Paz es parte de un movimiento pujante en la escena musical actual y que muchas veces se engloba dentro de lo alternativo, algo de lo que discrepo a medias porque dicha corriente está marcada por las claras influencias de una estética artística que ya va en los genes de los nacidos en esta Isla, y que tiene como paradigmas a Benny Moré, Miguel Matamoros y el recientemente fallecido Juan Formell.
De ahí que en el nuevo álbum de Raúl –al cual ha tenido acceso OnCuba-, se revisitan discursos cotidianos ya abordadas por otros compositores de antaño, pero que se enriquecen con una visión armónica que, sin dudas, se nutre de géneros foráneos como el pop, el reggae, el funk y el soul; e inevitablemente también lleva esa marca del son y las tradiciones insulares.
El sencillo que da título al volumen asume la rapidez del swing y el jazz en general, con solos de trompetas de una riqueza impresionante. Mientras, en Nadie sabe encuentro aquella fórmula de Paz empleada en Revolución y que le funcionara tan bien. A su vez, en No voy a llorar hay un reencuentro con el son, al tiempo que en Tus besos se va a lo más raigal de nuestra música. Todo, aclaro, siempre desde la óptica del artista.
Una inmensidad de sonidos se disfrutan en el resto de los track: Chiquita, Hace falta, Te extraño, No me digas que no, Tanto, Te enamores y Ella. Para lograr una coherencia armónica disfrutable, Paz sumó a sus orquestaciones las de los pianistas Andy Rubal y Jorge Aragón, así como las del maestro Joaquín Betancourt. A su vez, el cantante contó para la mezcla del CD con el francés Florent Livet, un experimentado profesional que ha hecho esas funciones en proyectos discográficos de Phoenix, Bloc Party, Elephanz y Coeur de Pirate.
Pasiones, sueños y verdades sellan esa poesía moderna con que Raúl trata el más sublime de los sentimientos en esas 11 canciones. Su discurso, directo y con metáforas sencillas e inteligentes, está hecho para enamorar al instante.
Para los melómanos cubanos hay una buena noticia: Paz y la disquera Egrem están en conversaciones para licenciar este fonograma, aunque si asisten a la presentación del Karl Marx podrán adquirir el CD y un afiche del artista.
“No todos mis discos han sido licenciados en Cuba, solo Amigos por Paz con Bis Music, la cual distribuyó 1000 copias en la Isla. Pero eso se está resolviendo”, dijo Raúl.
Por lo pronto, Paz tiene muchas expectativas con este, su más inminente concierto en Cuba. Allí se hará acompañar de Andy Rubal (piano), David Suárez (Percusión) y de una cuerda de metales espectacular de la que formará parte Alfred Thompson (saxofón), entre otros.
Mientras, sigo escuchando Ven ven y me es imposible declinar esa petición atractiva que indica el propio nombre del disco. Una termina con esa misma certeza que su protagonista cuando asegura que “cada cual debe hacer la música de su momento histórico”. Este álbum está marcado definitivamente por su tiempo.
Temas de Ven ven
(Cortesía de Raúl Paz. Todas las piezas son de la autoría de este cantautor cubano)
Ven ven.
Nadie sabe.
Hace falta.
Te extraño.
No me digas que no.
Te enamores.
Tus besos.
Ella.
No voy a llorar.