“Ella no solo es una percusionista de rumba y academia: ella es una percusionista de altura”. Fueron las palabras que escuché de la notable directora orquestal Zenaida Romeu la primera vez que vi a Yuliet Abreu en un escenario, tocando junto a la Camerata Romeu y al gran pianista, arreglista y director Gonzalo Romeu en un concierto de danzones. Confieso que me asombró el dominio del ritmo, sobre todo, de la cadencia tan especial del danzón que implicaba un amplio conocimiento de la música cubana por alguien tan joven. Aunque todo esto podía esperarse de una descendiente de los Abreu —una de las legendarias familias de percusionistas y rumberos de Cuba— Yuliet siguió creciendo, se desdobla en líder de banda, en conguera de ley y en cantante de cualidades muy singulares. Ella es consciente de lo que hereda y del compromiso que asume: ella viene de Los Papines, es La Papina de Cuba, y está presentando “Celia, Cuba te da las gracias”, un álbum tributo a la gran Celia Cruz, el primero de una cantante cubana de su generación que grita alto y claro cuán vivo sigue el legado de La Guarachera de Cuba en sucesivas generaciones.
Tu primer álbum “La Papina de Cuba” fue tu carta de presentación en el mundo del disco. ¡Y qué presentación! En él asumes el bolero con varios temas clásicos, en particular, Tu voz, de Ramón Cabrera, una de las más extraordinarias interpretaciones de Celia Cruz. ¿Por qué Celia entonces y por qué Celia ahora? ¿Cómo surge la idea de “Celia, Cuba te da las gracias”? ¿Qué te propones con este especial y cuidado trabajo musical?
El CD “La Papina de Cuba” sorprendió a muchos. Era un sueño hecho realidad que junto a mi querido Leandro —que es mi esposo y productor— pude materializar. Fue él quien me dijo: “Tienes que hacer algo de Celia ahí”. Siempre trabajé con mi pequeño formato en lugares turísticos y todos decían: “Tu timbre es muy parecido al de Celia. Ojalá alguien te descubra”. Esa música de aquellos tiempos es mi preferida. En esa época se cantaba de verdad. Y escogí el bolero Tu voz, porque lo vi en la serie de Celia y me fascinó. Luego German Velazco hizo el arreglo magistral ¡y lo logré!
Y luego llegó este disco que ahora presento: “Celia, Cuba te da las gracias”, que en un principio se llamó “Celia y yo”. Omer Pardillo, albacea del legado de Celia y Presidente de la Celia Cruz Foundation, le escribió a Walfrido Rodríguez “Tito”, mi manager de Canarias, pidiendo que, por favor, no utilizáramos el nombre de Celia porque a ella no le habría gustado. Claro, él no nos conocía y, como albacea de ella, tenía que salvaguardar su nombre. Luego de conversaciones con él, explicándole nuestro propósito, accedió a apoyarnos, viendo que lo nuestro era de corazón, con amor y respeto. Ahí entonces mi manager decidió poner “Cuba te da las gracias”. Un buen día, Omer nos dijo: “Pues pónganle “Celia, Cuba te da las gracias”. Creo que pese a todo lo que se diga, La Guarachera supo poner el nombre de Cuba bien alto en el mundo entero. Lo merece. Y se hace este disco a propósito del 20 aniversario de su muerte, que se cumplirá el año próximo. Es mi humilde homenaje desde mi corazón.
Solo quiero cantar la música que me hace feliz y el repertorio escogido entre todos fue hecho con mucha energía y pusimos el corazón para que esto sucediera. Estoy feliz con el resultado que va teniendo.
Tu papá y tus tíos conocieron a Celia, principalmente Papín, que era percusionista en la orquesta de Tropicana en los tiempos en que Celia también era estrella en los shows de Rodney. Tengo entendido que a Celia le gustaba el trabajo de Los Papines. ¿Qué conexión sientes con Celia Cruz? ¿En caso de tenerla, cómo la explicas? ¿De dónde nace ese vínculo entre ustedes dos?
Celia es parte de mi vida. Siento una especial conexión con todos los que en su época hicieron música. Papi siempre la escuchó y por ende, yo también. Creo hay algo mágico entre nosotras. Aunque no la conocí, su estilo de interpretar es también el patrón que he seguido sin imitar, pues soy percusionista de profesión. Mi padre siempre me inculcó ser músico y artista. ¡Cuando canto me siento tan libre! y para mi cantar es como conversar. Cuando logras eso, ahí estás interpretando. Creo que eso es lo que ha gustado de mi voz; y el parecido tímbrico, pues no lo sé… no lo busqué ni lo imité… salió quizás, porque ella, como muchos de esa época, viven en mí.
Desde tu primer disco y en tus presentaciones en directo, es evidente que has continuado, como ningún otro descendiente de la legendaria familia Abreu, el camino de tu papá y tus tíos en la percusión. Háblame de cómo surge y se desarrolla tu pasión por la percusión y la rumba, porque no era previsible que la niña de Jesús fuera el relevo con las tumbadoras.
La percusión nace conmigo, creo. Jaja. Me descubre mi profesora de piano, Elena Tio Madrigal, y ella misma me lleva a hacer pruebas de aptitud para percusión. La rumba era mi día a día. Aunque confieso que por aquellos tiempos Los Papines nunca estaban en Cuba, pues hacían giras internacionales, fue sorpresa para papi que entrara yo al conservatorio precisamente a estudiar percusión. Luego, en mi 2do año en la Universidad de las Artes muere mi tío Alfredo, y mi primo Luisito —hijo de Luis— y yo entramos a formar parte de Los Papines. Fue bien difícil. Sobre todo, la aceptación de una mujer dentro de Los Papines, que siempre fue un grupo de hombres
Pero además de dar el paso adelante, continúas reivindicando el legado de Los Papines, de los míticos hermanos Abreu, en un trabajo que une a tres generaciones: tu papá Jesús, y todo un prodigio: tu pequeño hijo Alan Yael. Es asombroso cómo con solo 5 años toca varios instrumentos de percusión, y en particular la manera en que lleva el ritmo en el bongó. Háblame de la participación de ellos contigo en “Yo viviré”. ¿Por qué eliges ese tema? A mí me sugiere que es una declaración de intenciones tuyas de mantener vivo el legado de Celia y el de Los Papines.
Desde bien pequeñito, a mi hijo le gustaba tocar. Su papá le había comprado una tumbita, y, para nuestra sorpresa, él solito decidió tocar en público en nuestras peñas habituales de Papines, y hasta hoy nos acompaña. Ama la música, y estar al lado de su mamá. Hoy, con 9 años está seguro de que quiere ser músico profesional. Mi padre, ¡qué decir! Vive orgulloso de su nieto músico. “Yo viviré” es un tema que quise hacer, por su alto nivel de interpretación. Es un tema muy sentido. Qué mejor que este tema para llevarlo al estilo de Papines esta vez desde las 3 generaciones, idea también de mi esposo. Lo fuimos ensayando junto a mi banda, hasta que quedó constituido siempre con la aprobación de mi padre. ¡Sin él, nada!
Alan se siente ya un músico. Claro, salí a una gira a Estados Unidos con él ya en gestación de 2 meses. Luego regresé a La Habana, e hicimos una gira nacional. Todo eso, creo yo, lo hizo desde mi vientre sentirse impregnado de música. Estando embarazada, nunca dejé de trabajar. Recuerdo que hice los últimos conciertos descalza, pues el peso suyo no me permitió usar ya zapatos vistosos. Al realizarse mi cesárea solo pasó un corto tiempo y comencé de nuevo a trabajar, casi con él en brazos, pues hacía los conciertos mientras alguien lo cuidaba. Mi mamá, su papá y muchos me apoyaron en esto.
La familia Papines no morirá. Queda mucho por hacer aún. Quizás ahora cada uno desde su posición, pero como familia, todos estamos por mantener el legado familiar. Mi padre simplemente decidió apoyarnos en esta misión de preservar de alguna manera la creatividad y originalidad que siempre tuvieron Los Papines. Esta vez desde las 3 generaciones.
Háblanos del proceso de preparación del disco “Celia, Cuba te da las gracias”. ¿Cómo elegiste los temas a grabar, los músicos que convocarías, el arreglista y director musical? ¿En qué medida trabajaste a 4 manos con él, cuánto te involucraste en la dirección? ¿Cómo ha sido la relación con Innovarte Records en este ambicioso y feliz proyecto?
Walfrido Rodriguez, “Tito”, al frente de Innovarte Records, es alguien que, como yo, ama la música de Celia. Le mostramos parte de mi trabajo y él, al oír Tu voz, como se dice aquí en España, flipó. Ahí nace la idea de grabar 4 temas en un inicio. Tito fue escogiendo el repertorio haciendo un análisis de la música que ella popularizó. Poco a poco fuimos grabando, primero 4 temas luego 5 más. Pero sentía yo que hacía falta un tema sentido y más suave, teníamos muchos temas clásicos y guaracheros como ella. Un día en Facebook vi una publicación de alguien a quien sigo con el tema Cuando estoy contigo, de Armando Manzanero. Ahí dije: “Éste es el tema que faltaba en el disco!” Llamé a mi alumno Raymond Y. González, percusionista graduado por mí y quien se ha convertido en mi mano derecha musical, y fue quien, con solo 25 años, hizo todos los arreglos del disco. Le dije: “Este tema quiero hacerlo” y con el talento que lo caracteriza enseguida escribió la armonía y fue grabado. Muchos no lo creerán: el disco fue grabado en 5 días. Sólo cuando se trabaja con corazón y unidos sale tan bella música. Amé todo el proceso. Doy gracias a Raymond, Leo y Tito por confiar en mí, ayudarme y apoyarme, y a todos los músicos que estuvieron: los de mi banda, músicos de Habana de Primera; Andy García, pianista de Alain Pérez y amigo personal; invitados como los guitarrista Reinier Mariño y Dayron Ortega, la tresera Olivia Soler, a Roberto Vázquez Ley, excelente bajista y amigo, y al gran Alexander Abreu quien me regaló el solo de trompeta en Chango ta vení, casi sin yo esperarlo y con mucha humildad.
El álbum “Celia, Cuba te da las gracias” recoge el sonido y la energía del show con el que lo lanzas al mercado internacional. Háblanos del show. ¿Cómo lo has articulado? ¿A nivel escénico cómo te desdoblas en cantante y percusionista?
Mi entrada en Papines fue precisamente para eso: hacer un trabajo como cantante y percusionista. Tenía que explotar esa posibilidad. Era el momento también de hacer música una vez más junto a mi hijo y mi padre y simplemente combiné para hacerlo a través de 3 generaciones de manera diferente, con el tributo a Celia Cruz, donde todos nos desdoblamos en el show pasando por varios instrumentos de percusión. idea de mi esposo, realmente tiene una visión mágica del espectáculo
¿Qué planes hay con el disco y el show? ¿Giras internacionales? ¿Conciertos?
Intento homenajear a La Guarachera de una forma diferente. Agradezco mucho a Dios, a Oshún y Changó, mis padres de Osha, por estar conmigo siempre. A mis padrinos, mi esposo, mi padre, mis músicos, mi arreglista. A José Raúl Varona, grabador y masterizador, a Abel Ferro quien hizo el diseño de la portada, a todo el equipo de producción que me acompaña. En especial, a Omer Pardillo por su apoyo incondicional en este proyecto. A Innovarte Records y todo su equipo por la confianza depositada, y a todos los que, de una forma u otra, en La Habana, Tenerife y Madrid, han tenido que ver con este sueño logrado, en particular al hotel GF Victoria, que me abrió sus puertas para el estreno mundial. En fin, perdón si se me queda alguien. Con el lanzamiento el 21 de octubre del primer tema, Yo viviré, comenzamos ya a expandirnos por el mundo con este sencillo, pero muy sentido homenaje a la gran Celia Cruz.