La vida es improvisá
Como el jazz, como el rap
El repentismo está en la calle
En el aire de la ciudad
Tema oficial del evento Oralitura Habana.
La primera vez que vi un espectáculo de neorepentismo, no supe descifrar del todo de que se trataba, quizás porque no soy muy allegado a la poesía, pero fue impactante ver cómo una lectura de poemas armonizaba casi a la perfección con las rimas de los jóvenes repentistas invitados a la tertulia.
Desde aquel entonces hasta la actualidad (también desde mucho antes), la improvisación oral en Cuba ha cambiado mucho, logrando captar un público moderno acorde a las corrientes más vanguardistas de este arte, que nace con el “punto guajiro”, declarado Patrimonio Inmaterial de la Humanidad.
En ese empeño, Oralitura Habana es un evento que busca precisamente no dejar morir el repentismo cubano, una vertiente que lleva en la cultura popular nacional más de un siglo, y engloba tradiciones que abarcan más de una generación familiar, como en el caso de Álex Díaz-Pimienta, uno de los creadores de este festival de la palabra improvisada.
Junto a la periodista Leidys Hernández, ambos han logrado conformar un evento pensado para los jóvenes repentistas, quienes a su vez logran transmitir al público contemporáneo, nativos digitales en su mayoría, esos nuevos aires que vive el repentismo cubano, siempre de la mano de los elementos tradicionales, así lo manifiestan los directores de Oralitura.
Leidys explica que “Oralitura Habana nació como proyecto en las plataformas digitales, nosotros durante todo el año 2019 estuvimos trabajando fuertemente las redes sociales para lograr captar público porque era un evento nuevo, nadie sabía que existía”.
Ya para septiembre de ese año lograron una visualidad de miles de seguidores solo en Facebook (más de 7000) y una presencia de artistas y público extranjero proveniente de una decena de países.
“Ahora mismo —precisa— existen en el mundo entero muchos festivales internacionales relacionados con la improvisación y en Cuba existen muy pocos: la Jornada Cucalambeana es uno de estos, con décadas de ediciones, una de las mayores fiestas a nivel internacional”.
De ahí que Oralitura surgiera pensado explícitamente para las plataformas digitales “porque queríamos darle una visión al mundo de lo que realmente es el repentismo y la improvisación en Cuba y desgraciadamente los artistas de esta manifestación no son los más consumidores ni los más creadores de contenidos para entornos virtuales, entonces de alguna forma tenemos esa misión de generar contenido para ayudar en la promoción de estos artistas, algunos considerados entre los mejores del mundo, y sin embargo en su propio país tal vez el vecino más cercano que tenga no sepa quién es”, comenta la especialista en comunicación.
Por su parte, Álex señala que “Oralitura Habana tiene un pie en lo tradicional y otro en lo contemporáneo. Nosotros siempre defendemos el ‘punto cubano’ desde su concepto y desde el lugar que ocupa como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad y a esto le damos unas pinceladas de modernidad, porque siempre se ha visto el repentismo reflejado en los términos de algo encasillado en el tiempo, como “cosas de viejos”, así piensan mucho de los jóvenes y es parte del imaginario popular.
“La idea de Oralitura es cambiar ese chip de que las personas crean que el repentismo es cosa de viejos y de guajiros solamente, que vean que es un arte que tiene mucho valor, aunque también es un arte que viene de nuestros campos y refleja la idea de los campesinos, eso es real, pero tiene otras variantes y características que mostrar, no todo puede ser solo moderno o solo tradicional, hay que mezclar, siempre rescatando y apoyándonos en la raíz, eso nunca lo vamos a descartar”.
De ahí que para esta edición que se desarrolla por entero en las plataformas digitales, explica Leidys, “no nos fue difícil pensarnos un festival online. Ya para la mitad del pasado año varios eventos pasaron a ese formato, pero no nos convenció lo que se estaba haciendo y no podíamos bajar la calidad respecto a la primera edición, desde el elenco artístico hasta la producción de los espectáculos, la selección de lugares y demás, por eso decidimos no hacerlo en 2020, aunque también teníamos pensado hacer Oralitura de manera bianual porque es un evento extremadamente grande y caro”.
Con el apoyo de la Asociación Hermanos Saíz (AHS) el evento se lleva a cabo desde el pasado 24 y hasta el 26 de septiembre, con conversatorios, conciertos, entrevistas y descargas poéticas-musicales, y en esta ocasión los artistas y organizadores rinden homenaje al Indio Naborí (Jesús Orta Ruiz), la Cátedra Experimental de Poesía Improvisada en sus dos décadas de existencia y al aniversario 35 de la AHS.
“De no ser por la AHS —comenta a OnCuba la periodista— Oralitura no existiera, porque esta Asociación, más que el apoyo productivo o económico, nos brinda apoyo artístico y la asesoría en determinados momentos porque los espectáculos no se resuelven garantizando solo un pago de producción o artístico”, precisa Leidys.
En el caso del Naborí, tendrá lugar una charla con su hijo, Fidel Orta, y con el poeta e investigador Waldo Leyva, acerca de “su influencia de la poesía escrita y también de la poesía oral, Naborí fue un excelente improvisador y un referente para las generaciones que lo siguen admirando y citando”, agrega.
Para esta segunda edición se crearon contenidos con estéticas online, demandados por el público de estos espacios virtuales y pensado para redes sociales, comentan los organizadores, pues la idea es que Oralitura no sea solo una plataforma de difusión de espectáculos, poetas, conciertos; sino que también represente esa visión teórica y de aprendizaje.
Rap, poesía, repentismo… ¿mezcla “improvisada”?
“Desde que nació Oralitura siempre está presente promocionar la idea del neorepentismo, esa vinculación de la décima con otras manifestaciones no solo acá en el evento, sino en los proyectos que ha hecho mi padre, Roly (Ávalos), y otros en los que he estado involucrado. El neorepentismo no es más que eso, la décima oral improvisada vinculada con el teatro, la danza, el audiovisual, performance, porque la décima es muy dúctil y se puede vincular con todo”, explica Álex.
De ahí que uno de los eventos más gustados desde la primera edición de Oralitura sea justamente el Choque de Improvisadores, donde desde un cuadrilátero se enfrentan repentistas con raperos o freestylers, sin dudas el plato fuerte del festival.
“Ahora mismo asociarlo con la música urbana es una de las ganancias del festival”, nos dice el joven artista. “Eso nació en ese primer espectáculo que se hizo en el Pabellón Cuba, fue un boom increíble y ahora con el tema oficial del festival pensamos en tener una canción que identifique el evento y la primera idea que se nos ocurrió fue mezclar el género urbano con la décima, que podrán ser opuestos, pero precisamente por eso tenían que encontrarse por primera vez. Ha sido una ganancia en todo sentido, y agradecemos a los artistas urbanos que hayan aceptado el trabajo con nosotros, hemos aprendido muchísimo con todo esto”.
“Esta triangulación entre poesía, décima, improvisación es bastante polémica, a veces se dice concurso de poesía o de décima, como si la décima no fuese poesía, o no pudiese existir poesía dentro de la décima, esclarece Álex, quien ve estas manifestaciones como un todo “aunque algunos escritores o promotores no lo vean igual. La improvisación poética es poesía improvisada, la décima por supuesto que tiene poesía y lo han demostrado sus exponentes a lo largo de la historia en Cuba, hemos escuchado controversias que al transcribirlas pudiéramos hacer una antología poética”.
Y añade: “es muy triste que muchas controversias se las lleva el viento, algunas quedan grabadas y se suben a las redes, pero una gran cantidad no, décimas de un nivel poético inmenso improvisadas en cuestiones de segundos, es una cosa que vale la pena rescatar y resaltar y por supuesto que la improvisación también es poesía, no en todos los casos, pero sí se puede considerar como tal”.
Las “nuevas tradiciones”
No es un secreto que el repentismo es mirado con cierto recelo, por pertenecer a una práctica antigua nacida en los campos de Cuba, con todas las condicionantes que esto conlleva en la sociedad cubana.
Por ejemplo, según expresa Leidys, “el repentismo de forma general es machista porque se ha desarrollado mucho más en entornos rurales, donde tal vez el machismo es mucho más fuerte o es menos intervenido por corrientes más revolucionarias, donde las mujeres se han atrevido a hacer otras cosas. En entornos rurales sabemos que aun existen actividades muy marcadas para hombres y mujeres y el repentismo no ha escapado de esta realidad en la que ha vivido Cuba”.
De ahí que, en palabras de Álex, es necesario “promocionar la joven vanguardia del repentismo en Cuba, también a los grandes exponentes y a los clásicos del repentismo que ya no viven, pero los jóvenes son un elemento muy importante. En Cuba hay un movimiento bastante grande de improvisadores, hombres y mujeres que es importante mostrarlos porque tienen una calidad inmensa y eso también rejuvenece el punto cubano”.
No obstante, “eso no significa que no hayan existido mujeres improvisadoras desde hace tiempo, y no solamente en número, sino también en calidad, sino no existiera una Tomasita Quiala, una de las más reconocidas de Cuba y en los países que se dedican a estas artes”, nos dice Leidys, quien recuerda que Oralitura Habana “siempre ha contado con la presencia de mujeres como Leanet Ulloa, Anamaris Gil, quien con apenas 20 años promete ser una de las mejores voces femeninas dentro del movimiento del repentismo en el mundo; Mayra Cruz, que también ha estado siempre cerca de nosotros, tenemos a Adriana Fajardo, Liliana Rodríguez que fue además vicepresidenta de la AHS o sea, mujeres hay y talentosísimas”.
“Hay mucho que trabajar todavía en el público joven, eso sí”, es una de las batallas constantes que reconocen los organizadores del evento. “Que los jóvenes vean, se enganchen y valoren lo que se está haciendo en la improvisación poética en décima, pero a través de los propios jóvenes repentistas podremos lograrlo, mostrar esa visión para crear contenidos para el público más joven”.
En el caso de las mujeres por ejemplo, un sector del público menos frecuente también dentro de este movimiento, “nos place mucho decir que en el elenco que queremos para cada espectáculo tenemos mujeres improvisadoras, aunque no hemos podido contar con freestylers mujeres, no porque no existan en Cuba, lo que no hemos logrado incorporarlas”, son algunos pendientes que esperan revertir en próximas ediciones.
En ese uni(verso) improvisado que defienden Leidys y Álex, así como Alexis Díaz-Pimienta, presidente de honor de Oralitura Habana y demás exponentes del género en el país, siempre estará presente ese diálogo abarcador entre generaciones para el bien del repentismo, sin distinciones.
“Si tenemos jóvenes y adolescentes que defienden un arte tan importante para Cuba —como bien señala Álex— se tienen que mostrar como son, como se visten en las canturías, como piensan, sus gustos, que son los mismos que tienen los raperos o trovadores y esto es muy importante resaltarlo para montar todo un imaginario popular sobre los repentistas ahora”.