Osmel Francis, fallecido esta semana a causa de un infarto, fue una figura muy singular dentro de la escena de hip hop cubana. Su obra se movía principalmente dentro de las coordenadas del activismo social que define a este movimiento desde que apareció en el radar para cambiar la faz de la música. Tanto con su grupo Cubanos en la Red como en solitario, tuvo como propósito de una parte fundamental de su carrera el trabajo en las comunidades, a favor de la protección ambiental y de las alianzas humanas en torno a causas ciertamente nobles.
Osmel descolló por esa obra esencialmente espiritual dentro del hip hop cubano. Pero no fue lo único dentro de su carrera. Si bien el reconocimiento social y mediático le llegó por esa vertiente notable dentro su obra, Osmel Francis fue uno de los primeros Mcs en preparar espectáculos en su casa para promover las diferentes vertientes del hip hop y apoyar a varios artistas de esta cultura que comenzaban a dar sus pasos en el difícil escenario que es el hip hop en Cuba.
Su labor comunitaria está a anclada a la espiritualidad que define este movimiento y que desde la crítica o los medios no se valora lo suficiente cuando se analiza a uno de sus exponente solo por su proyección escénica u obra musical. Ejemplos sobran entre nosotros de esta práctica reduccionista a la cual no escaparon las notas de despedida al fundador de Cubanos en la red.
Cuando se dedicó por completo a la promoción de proyectos ecológicos logró unir a varios artistas y recibir el apoyo de numerosas instituciones. Su obra, ya lo dijimos, es sobre todo la que habla de que el hip hop es un movimiento que nunca, al menos en Cuba, se ha desprendido de su incidencia social y de su propósito de alcanzar un país en que todos puedan contribuir a darle cabida a la justeza y a la sabiduría, sin exclusiones.
Al definir el perfil definitivo de su obra comenzó a superarse él mismo para lograr la concreción de su propósito como artista. Investigó sobre las causas del deterioro ambiental, impartió charlas sobre diversos temas relacionados con la relación entre el hip hop y el desarrollo comunitario, convocó a sus colegas del gremio rapero a interesarse en saber cómo desde el underground podían contribuir a la labor comunitaria.
El rapero apareció varias veces en televisión cantando o promoviendo su quehacer en las comunidades, que para él eran la misma causa. Dentro de la escena se le llamó con cierto cariño el abuelo del rap. Ya dedicado por completo a utilizar las notables facilidades de la conciencia cívica del hip hop, se trasladó a diferentes provincias y regiones del país para intercambiar sobre cómo todos podían contribuir a la protección ambiental y a impulsar proyectos que despertaran el interés de los pobladores y especialmente los jóvenes y niños con vistas a vivir en un entorno más amigable.
Casiguaguas fue un disco que grabó y también sirvió como rampa de lanzamiento a varias de sus iniciativas atravesadas por un profundo carácter ecológico. Osmel, con Cubanos en la red, no ofrecía apenas conciertos ni formaba parte de grandes festivales de rap, algo que, por otro lado, apenas se realizan en Cuba por la falta de apoyo que recibe este género crítico y rebelde desde la médula.
En una ocasión conversé con él en la reserva ecológica Las Terrazas. Allí se habían reunido varios raperos y activistas para participar en una charla sobre los vínculos entre el rap, las comunidades y la ecología. La mayoría de raperos que estaban conocían a fondo las esencias del hip hop y sus posibilidades de expresión en Cuba. Habían grabado de forma independiente y sus letras se dirigían sobre todo en la crítica social, enfocada en buscar un país que se constituyera desde los cimientos de la sinceridad y sin exclusiones.
Sin embargo, ninguno dejó de prestar atención a Osmel que hablaba en el mismo lenguaje de todos los que lo escuchaban. Era otra forma de utilizar las múltiples posibilidades del hip hop. Una forma válida como el resto de las expresiones del movimiento. Luego varios raperos también incorporaron ese cariz ambiental a su música y a su forma de manifestarse sobre los escenarios. Conversamos brevemente y me confió algunos proyectos tan desmesurados como sinceros. Una característica que marcaba a fuego su personalidad. No cabía duda de que el artista tenía plena convicción de que podía ayudar desde su lugar en la historia del rap cubano a la transformación comunitaria y a potenciar las mejores alianzas humanas.
Su obra trajo no pocos resultados. Impulsó la limpieza de playas, de bahías y logró que muchas personas tomaran conciencia de cuánto puede hacer un ser humano para darle un vuelco a su entorno y, sobre todo, a vida.
Pero quizá uno de los más notables ejemplos de lo que significó Osmel Francis en la escena del rap se puede encontrar en la hondura de las palabras de despedida de un grupo de colegas suyos, tanto en la Isla como fuera de las fronteras del país.
Elier Álvarez, “El Brujo”, uno de los máximos promotores del movimiento de hip hop y del Spoken Word escribió en su perfil de Facebook:
“A principios de los años 2000 estaba convencido de que deseaba ser rapero, por aquella época la inmensa mayoría de l@s rapers en Cuba usaban música instrumental de l@s rapers norteños y muy pocos contaban con su propia música, yo comencé con una versión demo del hip hop Ejay el cual terminado el beat y sin poder hacer render tenía que abrir el Sound Force y ponerlo a grabar, luego reproducir lo creado en el hip hop y así obtener los resultados. Eso era así en teoría aunque realmente nunca lo tuve que hacer. Por aquellos años conocí y me acerqué a Osmel, me invitó a su pequeño estudio de grabación independiente y me pasó toda su colección de software para hacer música”.
Desde ese momento esta misma filosofía la usé con todas las personas que sentían el deseo de hacer música sobre todo porque años después mi vida se abrió a la internet, algo muy raro por aquel entonces, y actualizaba mis paquetes de softwares. De esta época solo me lo recuerda Dj Reymel Martínez cada vez que nos vemos y siempre lo llevé en mi memoria.
Coño mi Negro, buen viaje al mundo de la verdad, descansa en paz que estoy consciente que mucho hiciste y muy pocos lo valoran públicamente porque siempre estuviste en tu talla”.
El MC Michael Oramas, fundador del histórico grupo Junior Clan ,radicado actualmente en Estados Unidos, escribió:
“R.I.P El abuelo del rap cubano Osmel Francis,.director del grupo ecologista Cubanos en la Red. Llegue a sus familiares y amistades mis más profundas Condolencias from TheJuniorCLan History”.
Su mensaje de despedida vino acompañado con una foto en la que aparecen Osmel y Malcom Justicia, otro de los raperos cubanos recientemente fallecidos. “En esta Foto con dos grandes fundadores del hip hop cubano. Mis hermanos Malcoms Junco Duffay Justicia y Osmel Francis Cubanos en La Red. En Paz Descansen. Prohibido Olvidar !!!!!!.”