Al orgullo de ser la cuna del reconocido trovador Silvio Rodríguez, y de exhibir los majestuosos sauces llorones, árboles que bordean el río Ariguanabo, que atraviesa el pueblo, los habitantes de San Antonio de los Baños se pueden vanagloriar con justeza por ser el pueblo más filmado de Cuba.
Como constancia del acontecimiento existe una tarja en el parque José Martí de la localidad que así lo registra. La inscripción menciona el decisivo aporte de los habitantes e instituciones de la villa a la obra de la renombrada Escuela Internacional de Cine y Televisión-EICTV- enclavada en ese territorio que ha tenido entre sus fundadores y directores a intelectuales de la talla de Gabriel García Márquez. Además enfatiza que la historia cultural del lugar está presente en las obras de los estudiantes de la institución fundada el 15 de diciembre de 1986.
Territorio de la joven provincia de Artemisa fue escenario también de un movimiento de cine en la década de los años 50 debido a la Asociación Pro-Cine Ariguanabense; no obstante la pasión por el séptimo arte se manifiesta mucho antes de esa fecha.
Fuentes consultadas dan fe que el primer cinematógrafo instalado en San Antonio funcionó a partir del mes de mayo de 1908, a cuyo efecto se le autorizó por el Ayuntamiento a su propietario Manuel García, para la instalación de una caldera y un dinamo con el objetivo de dar funciones en el solar de la calle Guillermón, actual avenida 45, esquina Mac Kinley, calle 64.
Antes de ser fundada la EICTV, un grupo de jóvenes ariguanabenses soñaban con realizar y establecer una escuela de cine en ese municipio para convertirse en la meca del Cine en San Antonio de los Baños.
La iniciativa surge en 1952 con Eulalio Cruz aficionado a realizar películas, junto con un grupo de jóvenes que por aquel entonces, estudiantes, no pasaban de diez, tenían la certeza de que la utopía podía convertirse en realidad.
La primera película que se filmó fue un corto de 20 minutos inspirados en el tema de los OVNI -objetos volantes no identificados- titulado El Invasor Marciano, donde participaron Osvaldo Ordaz, Angel Gutiérrez, Agustín de la Osa, Vicente Cruz, Antonio Alfonso, Roberto Puyada, Artemio Valdés, Ricardo de Armas y José de Armas.
El grupo se mantuvo activo durante toda la década del 50, filmando varios cortos de ficción, silentes, como La Herencia Maldita, Lobos de mar, Contrabanda, y El Cayo de la Muerte, éste último en colores, de 36 minutos dirigido por Vicente Cruz y su realizador Jesús Mejías.
Una investigación realizada por alumnos de la Escuela de Cine da a conocer que el 8 de Septiembre de 1930 se estrenó en el teatro Rialto de La Habana la película La Virgen de la Caridad, dirigida por Ramón Peón y producida por BPP Picture; este es el único film silente cubano de calidad que se conserva completo en la Cinemateca de Cuba, gran parte de sus escenas fueron filmadas en San Antonio de los Baños.
La película El Romance del Palmar estrenada en 1938 está considerada un éxito de taquilla en Cuba y en el extranjero, fueron utilizados escenarios ariguanabenses, entre ellos, la escogida de tabacos, famosa en la zona, con la participación de la inolvidable Rita Montaner y la prestigiosa actriz María de los Ángeles Santana.
Hasta el momento de los más de 80 filmes realizados por los estudiantes de la escuela, 31 recibieron premios; se destacan por la mayor cantidad de lauros El encanto de la luna llena, Amores, Talco para lo negro, Soy un niño todavía, Comida caliente, Sabor a mi, y Un Cielo lánguido y oxidado.
Dentro de los filmes más divulgados y conocidos por la población del pintoresco lugar se encuentran Los regalos de Don José, El Invasor Marciano 36 años después, Las mil y una noches de Tomás, y Amores; con mayores locaciones en su realización sobresalen, entre otros, Los regalos de Don José y Silencio, hay Sol bueno.
En San Antonio de los Baños radica también el Museo del Humor; a sus éxitos cinematográficos, se une el nacimiento de notables humoristas y caricaturistas, entre ellos, Eduardo Abela y René de la Nuez; la localidad, mantiene una importante tradición gráfica con la celebración de la Bienal Internacional del Humor.