Hace solo una semana los invitaba desde OnCuba a adentrarse en la música tradicional cubana de la mano del Septeto Nacional Ignacio Piñeiro y su disco La Habana tiene su son. Ahora los motivo con el más reciente fonograma de otra formación musical similar en cuanto a integrantes, pero muy diferente en el plano sonoro: el Septeto Santiaguero y su CD Vamos pa’ la fiesta.
Lleva la propuesta de la agrupación santiaguera esa fina armonía que moldea con un uso exhaustivo de las potencialidades rítmicas del tres, la trompeta, la percusión y el bajo. Obsequian guarachas, danzones, pilones, changüíes y sones, como un modo singular de agasajar al oído.
Tiene 18 años de experiencia en los escenarios y lo muestra en este volumen. Es que el grupo que lidera el tresero Fernando Dewar prueba su versatilidad con una estética extraída de la manera de tocar el son en su ciudad natal.
Vamos pa’ la fiesta, esa producción de 2012 que ha sido facturada por el sello discográfico catalán Picap, nos muestra entonces un notable trabajo en las voces, en la selección de los textos, y en la elaboración de la sonoridad.
Un claro ejemplo de ello es la inclusión en el disco del tema Lágrimas negras, una de las composiciones más famosas de Miguel Matamoros. La voz sonera del panameño Rubén Blades cautivó a Fernando Dewar, quien encontró allí tonalidades que le recuerdan a esos cantantes de la década de 1940. Fue además, un modo especial de vincular a Blades con la Isla, con la tierra donde nació su madre. Pero Rubén no solo deja su huella en Lágrimas negras, sino que lo disfrutamos nuevamente con su interpretación de Contéstame, una pieza de Arsenio Rodríguez.
Otra de las voces de la escena musical latinoamericana se “asoma” al disco del Septeto Santiaguero. Es la del boricua Cheo Feliciano, quien nos deleita con Un poquito de tu amor, de Julio Gutiérrez. Mientras, no falta en el volumen un homenaje al popular dúo Los Compadres, que integraran Lorenzo Hierrezuelo y Francisco Repilado –conocido en los escenarios como Compay Segundo-, con una guaracha firmada por Hierrezuelo, Amor silvestre. De ese número esencial en el repertorio de la vieja trova santiaguera se adueñan el Septeto y el dominicano José Alberto, “el Canario”.
El Santiaguero hace las delicias en La reina Isabel, danzón inmortal escrito por Electo Rosell (“Chepín”), donde se hace acompañar del norteamericano Jimmy Bosch (trombón); y en Yo sí tumbo la mata, un changüí de Rodulfo Vaillant, lo sigue el bongosero venezolano Luis Quintero.
Con el astro del cuatro boricua, Edwin Colón Zayas, nos regalan Que le den candela, ese sabroso sencillo que Los Van Van hanpopularizado y cuyo autor es Rodolfo Cárdenas. Esta es otra de las reverencias que el grupo hace en el compacto y que mejor que al “tren” de la música popular bailable cubana. Se percibe en esta interpretación un desligamiento del Septeto del concepto simplicista de que esas agrupaciones pueden actuar para escenarios reducidos.
Debo señalar que Vamos pa’ la fiesta ha sido reconocido entre los mejores discos de la World Music en 2012 por el sitio About.com (propiedad de The New York Times Company). También fue destacado por la web de comercio musical online Descarga.com y su similar ElWatusi.com; por Salsa Brasil, la Latin Beat Magazine, las emisoras Javeriana Estereo (Colombia), KPFA 94.1 (Berkeley) y WMNF 88.5 FM (Tampa), estas dos últimas de EE.UU. A ellos se sumó el periódico francés Le Monde, a través del blog Mundo Latino.
A punto de iniciar un importante ciclo de conciertos en México, previsto para mediados de este mes y que los llevará al Distrito Federal, Cuernavaca y Veracruz, el Septeto Santiaguero motiva con estos 14 temas anclados en la tradición musical del oriente de la Isla, y que son un innegable viaje a las raíces nuestras.
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