Hace pocos minutos murió en su casa de La Habana, Abelardo Estorino, una de las glorias de la cultura y el teatro cubanos.
Estorino nació el 29 de enero de 1925 en Unión de Reyes, Matanzas, y para 1946 ya se encontraba en La Habana con la firme decisión de estudiar para cirujano dental, profesión que ejerció entre 1954 y 1957. Pero, el teatro se convertiría en la verdadera y única vocación que lo apasionaría definitivamente.
A lo largo de su carrera Estorino obtuvo numerosos lauros, entre ellos, el Premio Nacional de Teatro 2002, la Distinción por la Cultura Cubana y el Premio Nacional de Literatura, galardones que han signando, paso a paso, esa capacidad inagotable que conservó para la creación dramática.
Sin lugar a dudas, Abelardo Estorino es ya un clásico de nuestra historia escénica. En la larga lista de sus obras se destacan El robo del cochino (1961), Las impuras (1962, adaptación de la novela de Miguel de Carrión), Las vacas gordas (1962, primera comedia musical cubana), El peine y el espejo (1963), La casa vieja (1964), y una buena colección de piezas infantiles, así como posteriormente sus collages.
Diferentes escenarios internacionales han acogido con mucha atención su repertorio. Obras suyas se han traducido y representado en Checoslovaquia, Noruega, Suecia, México, Estados Unidos y Chile, por solo mencionar algunos.
En paz descanse este maestro de las artes cubanas, gracias maestro por marcar pautas en el teatro cubano, en la sociedad !!!! se va un grande