Es difícil “fichar” bien a Yuliet Cruz Delgado, o lo que es lo mismo, traducido del “cubañol”: apreciarla en toda su dimensión actoral, calcularla, definirla, cercarla entre conceptos artísticos más a merced de la subjetividad de quien la observa que de tecnicismos. Pero sin dudas -más allá de cualquier valoración personal- ella le tiene tomado el pulso, en firme, a los papeles de puta.
Lo aceptó hace unos meses, en Casa de las Américas, cuando dijo con irónica amargura a un periodista: “A veces siento que puedo escribir un libro sobre cómo hacer 25 papeles de prostituta y ninguno repetido”. El comentario de quien saltó a la fama por sus atrevidas interpretaciones en Aretes de luna, Pompas de jabón, Melaza y Habana Eva sería publicado en Cubaescena en marzo pasado.
Un mes después estrenaría Fíchenla, si pueden, la propuesta más reciente que presenta el grupo Argos Teatro los viernes, sábado y domingo en su sede de Ayestarán y 20 de mayo, del municipio Cerro en La Habana.
De nuevo en la piel de una mujerzuela, Yuliet se desdobla y asombra a quienes la estereotiparon como una actriz menor. Como Lizi -protagonista de La ramera respetuosa, obra de Jean- Paul Sartre que versionó Carlos Celdrán, el director de Argos Teatro- la conductora del programa televisivo Piso 6 demuestra que ella nació para los papeles difíciles, con fuertes cambios de humor y de carácter, y para darle vida a los dilemas de los marginados.
No por gusto tiene dos premios Adolfo Llauradó, otorgados en la categoría de Mejor Actuación Femenina para la televisión y por Actuación Excepcional; dos Caricatos, por Actuación Femenina para Teatro y Actuación Femenina en Cine; y un quinto premio concedido en Mérida, Venezuela, por Mejor Actriz de Reparto en un filme.
El relato original de esta obra fue estrenado el 8 de noviembre de 1946, se desarrolla en el cuarto de un apartamento cualquiera en el Sur de los Estados Unidos y aborda, como temáticas principales, las relaciones de poder (tanto sociales como políticas), el racismo y la marginación.
La protagonista es una joven prostituta que ha llegado a una de las provincias al interior del país huyendo de la capital. Su primer cliente, en su primera noche, es un muchacho arisco que desencadenará las presiones que la obligarán a elegir entre decir la verdad que defiende a un negro o desafiar el poder político y económico del hombre blanco.
Esas esencias las conserva Fíchenla, si pueden, donde Carlos Celdrán, experto en el abordaje del thriller teatral (Vida y Muerte de Pier Paolo Pasolini (2004), Chamaco (2006) y Talco (2010)), actualiza y contextualiza la historia de Lizi volviéndonosla más cercana.
Yuliet-Lizi se mueve, se comporta y habla como una cubana atrevida, que al principio de la obra se nos revela tonta y luego honrada, como cuando a rajatabla dice que no, que ella no acusará al negro de matar, que si fue un blanco quien cometió el crimen pues entonces que pague…
“Hemos tratado de traer aquí a la protagonista. Quisimos hacer la Lizi, mi personaje, de manera que no fuera la rubia norteamericana, sino una muchacha de hoy, con las decisiones de estos tiempos, haciendo énfasis en la ingenuidad y la espontaneidad en medio de un mundo tan crudo, tan descarnado… hasta el punto de que cuesta trabajo pensar que exista una muchacha prostituta que sea de esa manera”, explicó la actriz.
La escenografía de la obra, a tono con el ambiente intimista de la sede de Argos Teatro, logra la complicidad del espectador con la trama. Una cama desordenada que alude al sexo y a un espíritu libre de formalismos, una mesa, una silla, y una ventana, son los elementos esenciales del pequeño escenario.
Otro asunto, con la obra, es el título que tiene y que aparentemente en nada se relaciona con el original de Jean- Paul Sartre. Fíchenla, si pueden es una adaptación del nombre de uno de los últimos cuentos de Virgilio Piñera, escritor cubano que en su texto aborda la homosexualidad marcada por la repulsa familiar y la psicología social.
Se trata, en definitiva, de otro protagonista tan marginado y excluido como Lizi o el negro de Sartre y Argos Teatro, uno de esos seres “ninguenados” –como diría el periodista Eduardo Galeano- pero que a través del arte nos traen al presente conflictos que, aunque parezca que sí, nunca dejaron de ser…
Elenco
Lizi: Yuliet Cruz
Fredy: Alexander Díaz
Diputado: José Luis Hidalgo
Negro: Marcel Oliva
Policía y hombre 1: Waldo Franco
Policía y hombre 2: Leandro Cáceres
Equipo de Realización
Versión y dirección: Carlos Celdrán
Asistencia de dirección: Yeandro Tamayo
Diseño de banda sonora y música original: Alain Ortiz
Diseño de luces: Manolo Garriga
Diseño de vestuario: Vladimir Cuenca
Diseño de póster y fotografía: Fernando Pendás
Producción: Dayamí Amador
Dirección general de Argos Teatro: Carlos Celdrán
ella es MUY buena. Felicidades a Yuliet.