El automóvil gris llegará por primera vez a La Habana. La proyección de un filme silente de 1919- que cuenta la historia de una banda de ladrones- sirve de trasfondo a las actuaciones en vivo, para tejer una gama de intertextos que confluyen en una de las propuestas de la Temporada de Teatro Latinoamericano y Caribeño, que tendrá lugar del 16 al 25 de mayo en distintas ciudades de Cuba.
Inspirada en la tradición benshi japonesa, Teatro de Ciertos Habitantes, trae al espacio insular una producción mexicana que ha tenido más de 500 funciones. Desde su estreno en 2002, ha sido presentada en Japón, Alemania, Egipto, Polonia y otros países de Latinoamérica. Sobre esos intersticios entre las distintas expresiones artísticas y los cruces (genéricos, geográficos, estéticos) versará la próxima edición de Mayo Teatral, un evento convocado cada dos años por Casa de las Américas.
A través de la polifonía discursiva y el andamiaje que estructura y desarma la tradición, se siguen moviendo los límites creativos, muchas veces con la idea de cuestionar el entorno político-social y de ahondar en la construcción de los imaginarios de nuestro continente. En esta edición del evento, el actor brasileño Narciso Telles tomará la escena con dos unipersonales. El primero –Potestad, de la autoría del argentino Eduardo Pavlovsky- discursa acerca de la complejidad de la represión, las secuelas de la dictadura militar y las fracturas del entorno familiar en ese contexto. En Memorial de silencios y margaritas se hibrida la escritura de Eduardo Galeano con textos de fuentes no teatrales que refuerzan el contenido político de las temáticas abordadas en la escena.
También en Cuba estará Boa Companhia de Brasil que desde 1992 revisa y transgrede las fronteras entre el teatro, la danza, la música, el circo y el audiovisual. Un exiliado, un padre, un joven cartógrafo, un bufón, chamanes y guerreros nativos arman la trama de Cartas al paraíso, una mirada a la historia de Brasil y al encuentro entre dos culturas diferentes para plantear problemáticas que no escapan a los tiempos actuales.
De Cochabamba llegará Kikinteatr con una propuesta que se basa en conceptos performáticos, el empleo de las nuevas tecnologías y las artes visuales. Su fundador, Diego Aramburo, deviene uno de los creadores más relevantes de las artes escénicas en Bolivia. El cuestionamiento ante la pérdida de las raíces y la condición del hombre “marginalizado” en el contexto latinoamericano, es la propuesta que articula el grupo boliviano Teatro de los Andes. Los inmigrantes que abandonan sus comunidades originales y la relación problémica con las dinámicas urbanas centran la historia de Hamlet de los Andes, “apropiación” de la obra clásica desde los códigos de nuestra realidad regional.
Con la Compañía Nacional de Danza Contemporánea, de República Dominicana, el público podrá conocer un proyecto que representa los distintos matices de la cultura caribeña desde la dimensión racial y de género. Los mecanismos que intervienen en la construcción del poder y la cultura, arman el esqueleto invisible de Sed, obra de la coreógrafa Marianela Boán. En esta ocasión aparece la danza vinculada al teatro, el video y la música en vivo.
La (des)memoria y el desarraigo, no sin cierta dosis de humor y con una carga pesimista, son los ejes esenciales de la obra artística de Arístides Vargas que junto a Charo Valdés presentará Instrucciones para abrazar el aire, el relato trágico del rapto de una niña durante la dictadura militar argentina. La historia transcurre en temporalidades diferentes para luego coincidir en un espacio común. La también fundadora del ecuatoriano Teatro Malayerba, impartirá el taller El silencio de la actriz-actor programado para los días 20, 21 y 22 de mayo.
La dramaturgia como espacio de pensamiento crítico y el trabajo intertextual será puesto a debate por Gabriel Calderón, dramaturgo, director y actor uruguayo que actualmente preside la compañía Complot. El taller versará acerca de los nexos entre convención, tradición e innovación en el (con)texto teatral. También el encuentro La música de Elis Regina como material creativo para el actor, a cargo de la académica brasileña Liana Ferraz, propiciará la indagación en las técnicas de la gestualidad y el cuerpo como espacio escritural.
Durante diez días, La Habana, Cienfuegos, Camagüey y Santiago de Cuba serán escenario del diálogo con las máscaras defendidas por agrupaciones como Teatro El Público, Teatro de la Luna, Teatro de las Estaciones y el Estudio Teatral de Santa Clara. Desde las tablas se impone continuar recuperando un espacio de prestigio y compromiso con la sociedad. Mayo Teatral mantiene su interés por hacer de la escena un sitio de afectos y memorias compartidas, de evocación y búsquedas en las zonas menos complacientes de las sociedades contemporáneas. Un teatro que apuesta por legitimarse a partir de la re-presentación de su propia diversidad.