Noche tras noche, Orián Suárez Herrera vuelve a las pantallas cubanas. Pero no lo hace en una producción nacional sino como un personaje de la telenovela colombiana La Esclava Blanca, que transmite el Canal Habana.
En la telenovela, producida por Caracol TV, Orián interpreta a Miguel, el protagonista de la historia junto a la hermosa Victoria Quintero (la actriz española Nerea Camacho). Con este rol, entró por la puerta grande a la televisión colombiana.
“En Colombia he tenido la oportunidad de crecer profesionalmente”, asegura el actor, quien ha decidido continuar su carrera en el país sudamericano. En Cuba era conocido por su trabajo en el cine junto a directores como Jorge Luis Sánchez (Irremediablemente juntos) y Tomás Piard (Los desastres de la guerra). También hizo algunos trabajos en televisión.
De niño prefería el deporte e incluso matriculó en fútbol en la Escuela de Iniciación Deportiva Mártires de Barbados. Pero un buen día llegó al teatro y este hecho cambiaría su vida. El grupo de aficionados Olga Alonso se convirtió en su gran escuela.
“El grupo Olga Alonso ha sido durante años una cantera de actores, afirma Orián. Muchas grandes figuras del país salieron de él. En lo particular, disfruté mucho mi paso por el grupo. No solo recibí clases de actuación, voz y dicción, y expresión corporal, sino también de historia del teatro cubano y universal. Mi paso por el teatro me formó para la vida.
“Tuve la oportunidad de trabajar en obras tan importantes como María Antonia, Santa Camila de La Habana Vieja, Electra Garrigó, Andoba y Réquiem por Yarini. Fueron tiempos en que sentía la necesidad de actuar, de demostrarme a mí mismo que podía aportarle algo nuevo a estas obras clásicas”.
¿Cuánto ha significado para ti el maestro Humberto Rodríguez?
Humberto Rodríguez es mi mayor profesor, la persona que guió mi camino. Es un maestro muy exigente y conoce cuándo alguien tiene condiciones para ser actor, su experiencia lo ha llevado a saberlo. Sus consejos y correcciones han sido muy útiles en mi carrera, siempre los he aplicado para hacerlo mejor.
La actuación es lo que me llena totalmente y me hace sentir realizado. Para desarrollarla como carrera no basta con tener vocación, sino también disciplina y amar la profesión. Y mucho de ello se lo debo a Humberto.
A partir de tu experiencia, ¿qué es lo más importante para ser un buen actor?
Ser actor no es sólo tomar un libreto e interpretarlo, existe algo más. Se debe investigar, leer mucho e indagar sobre la obra que va a realizar. Es necesario tener mucha imaginación e intuición, haber tenido muchas vivencias en la vida, ser muy observador del medio que nos rodea, de la forma de ser de la gente, sus costumbres e idiosincrasia.
También creo que es necesario conocer métodos clásicos de actuación como los de Stanislavski, Brecht y Grotowski, para saber el porqué de cada técnica, de cada herramienta. Los actores debemos recurrir a ellos como parte de nuestra formación, aunque luego cada quien tenga su propio librito.
¿Cómo llegaste al casting de La Esclava Blanca? ¿Cómo te sentiste en el rol de Miguel?
El equipo de realización me llamó a mi casa para que me presentara al casting de una serie de Caracol, y quedé preseleccionado para el personaje. Luego Juliana Barrera, la productora de la telenovela, y Liliana Bocanegra, la directora, vinieron a Cuba y me hicieron el casting personalmente para interpretar a Miguel. Entonces me seleccionaron de manera definitiva.
El personaje de Miguel es entrañable dentro de mi carrera. Exigió mucho de mí, porque no era fácil interpretar un protagónico y mucho más con la carga que tenía la serie. Aprendí mucho haciéndolo y aunque no tenía una experiencia previa de ese tipo, creo que siempre es bueno la versatilidad en mi profesión. Eso me regocija.
¿Cuál ha sido tu experiencia con el público colombiano?
No me he sentido extranjero en esta tierra, sino un colombiano más. Con mi papel en la telenovela me gané el cariño de la gente. La Esclava Blanca gustó mucho por acá y en particular el personaje Miguel. Además, tuve la oportunidad de compartir escena con relevantes artistas y tener con ellos una buena amistad.
Me llena de alegría saber que en Cuba las personas están disfrutando de la serie, de mi actuación en ella, y espero de corazón que le guste mucho.
¿Qué proyectos tienes ahora?
Está a punto de estrenarse una serie de cuatro capítulos que se llama Antes de la fiesta. Es la primera serie de ficción independiente colombiana y en ella también soy el protagonista. Ojalá tenga éxito.
¿Qué añoras de Cuba?
Extraño todo: la gente del barrio, mi familia, hasta la bulla en las calles. Todas esas cosas que a veces criticamos en Cuba se extrañan cuando estamos lejos.
Lo que es penoso es que una telenovela como La Esclava Blanca se pueda ver solo en el Canal Habana. Quien la haya visto y con independencia de los criterios que cada cual tenga, se habrá dado cuenta de que no es cualquier obra audiovisual; no solo por la temática que trata, sino por la recreación de una época en vestuario, costumbres, ritos, etc. Realmente mereció haber estado en Cubavisión a las 9:00 pm porque compite y quizás gane, con cualquiera de las brasileñas en parrilla.