Ulises González Pérez es un actor cubano multifacético con dotes artísticas para el canto, la danza y, por supuesto, la interpretación. Su simpatía, madurez histriónica y fuerza interpretativa han atrapado la atención de los fieles espectadores de Cuba y del público colombiano.
La primera vez que entró a un estudio de televisión era todavía un niño. Sin embargo, su corta edad no le impidió apreciar una escena de la aventura La capitana del Caribe en la que la actriz Susana Pérez iba en la proa de un barco. El olor del estudio, los colores y las luces lo encandilaron, y en ese preciso momento decidió que su camino serían las artes escénicas.
Jugaba a ser artista. Junto a su abuela Rosa cantaba canciones de Sindo Garay, Manuel Corona y bailaba al compás de las melodías. “En mi niñez veía los programas de aventuras y en las noches soñaba que me metía dentro del televisor y actuaba”.
“Las sillas del comedor las ponía en fila con una sábana blanca y me colocaba en las manos las medias de mi papá y comenzaba a hacer voces. Eran pequeñas obras de teatro, mi aspiración de lo que anhelaba ser en un futuro: actor o titiritero”.
Transitar por la Escuela Nacional de Artes (ENA) y el Instituto Superior de Arte (ISA Universidad de las Artes) consolidó su vocación y sensibilidad. “Aprendí que el teatro no solo era representar, contar historias o hacer personajes; sino conectarte con la teoría orientada a buscar el virtuosismo y la belleza de la actuación. Un maestro una vez me dijo que uno de los secretos era entender los conflictos de los personajes, la vida y el ser humano. En el ISA mi gran profesora Antonia Fernández me enseñó a conectar la parte ritual con la escena”.
El público cubano conoció a Ulises en el programa infantil Dando Vueltas en el año 1995.
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Sus dotes actorales lo hicieron integrar el elenco del policiaco Día y Noche, en el que actuó por vez primera en el capítulo Punto 40, dirigido por Abel Ponce, en 1996.
“En 2001 el director Julio Cordero me llama para hacer el personaje Denver en El elegido del tiempo. Fue mi primera experiencia en una serie cubana con una historia mágica y maravillosa. Eran personajes fantásticos y bien escritos. Todos percibimos que sería una aventura importante”.
Su clave de éxito para triunfar después en Colombia fueron la confianza en su talento y sus posibilidades como actor. “Al llegar a ese hermoso país se me presentó un gran proyecto llamado Mi pobre gordo. Era una novela que luego de dos meses de preparativos no se logró realizar. Eso me impulsó a seguir intentando y no renunciar. Me sorprendió el cine. Toda la vida había soñado con verme en la gran pantalla. Nunca imaginé trabajar en tantas películas y menos ser dirigido por los mejores cineastas colombianos. Tuve la oportunidad de actuar en los filmes Moria, de Claudio Cataño (2015), Todos se van, de Sergio Cabrera (2016), Perros, de Harold Trompetero (2016), entre otros”.
“Cuando todos me decían que era muy difícil hacer carrera allí, me dije a mí mismo que si lo hice en Cuba, aquí también mostraría mi arte. Hoy día sigo trabajando en esa tierra hermana”.
Ulises González se ha ganado un lugar de preferencia entre su audiencia adoptiva. “Mi paso por la televisión y el 7mo arte ha sido espectacular para mí. En estos últimos diez años he podido recorrer el país entero haciendo series televisivas, con personajes maravillosos y típicos. Es como estar en el paraíso”.
“Tener la oportunidad de actuar en filmes dentro y fuera del país de los Cafeteros ha sido un privilegio. Poder hacer lo que te gusta, pasarla bien y que te paguen es un regalo de la vida y de Dios”.
El actor, apasionado de todos los lenguajes de las artes escénicas, da vida a cada personaje con total entrega. “Nací como artista en la televisión, es mi espacio y mi terreno. El cine es el sueño mágico y el teatro es mi fuente de energía. Tener la oportunidad de estar en la escena, descubrir todo lo que hay detrás y esa manera de contar historias, me cautiva. Amo hacer cine, el teatro me encanta y me fascina la TV”, dice quien aparentemente no podría escoger una de las manifestaciones.
El desarrollo de su carrera, afirma, tiene mucho que ver con las condiciones que adquirió en la escuela cubana de actuación. “En la isla los institutos de arte tienen un nivel muy alto. Estamos tan permeados de las influencias del teatro ruso, del método de Stanislavski, que nos han hecho tomar las artes escénicas con un alto compromiso. Talentosos actores cubanos están haciendo historia en diversos países, mostrando su oficio y marcando la diferencia. La academia cubana de actuación compite con cualquier escuela de arte del mundo”.
Con dominio, seguridad y amor a la profesión Ulises González ha desempeñado además la dirección de actores. “Esta interesante disciplina la estudié y he podido ejercerla. En Colombia he dirigido obras y estuve durante diez años al frente del grupo El Festín, junto al maestro Tao Sierra. Ha sido una experiencia fascinante el descubrir que se pueden plasmar ideas y luego representarlas en la escena a través de decoración, música, puesta en escena, actuación, coreografía…”.
Su papel en el largometraje Lavaperros (2020), de Carlos Moreno representó su entrada en el universo Netflix. “Fue mi primer protagónico, donde interpreté un personaje oscuro y con un universo interior muy fuerte”.
“Luego los productores me llamaron para la película Mexicas, donde hice el cacique gordo de Cempoala que hablaba en dialecto maya. Después trabajé en PickPockets con un personaje muy importante. Fue una experiencia única. Recientemente participé en el filme Dominique, una saga estadounidense donde tuve el reto de hablar inglés. Creo que significó el inicio de una etapa en mi carrera”.
El público televidente tendrá la oportunidad de disfrutar de Ulises una vez más en la pantalla cubana. “Hace tres años estoy radicado en Cuba. Terminé de grabar la última temporada de Calendario. Me gusta trabajar con Magda González. Es una de mis primeras maestras en televisión, junto a Charly Medina”.
“Recién concluí con la pieza teatral Bernarda, donde compartí con un grupo de actrices icónicas. Ahora estoy haciendo una obra con el grupo Pálpito bajo la dirección de Ariel Bouza. Y trabajando junto a Sheila Roche; no quiero adelantar mucho. Es una sorpresa”.
“Me verán en la próxima novela Renacer, donde encarno un personaje con matices negativos. Y acabo de terminar un filme colombiano, Concupiscencia”.