Como los actores japoneses, que guardan bajo el tabloncillo del escenario los restos de sus antepasados para que estos los protejan en la escena, la agrupación teatral El Ciervo Encantado decidió hacer algo parecido. Les han entregado un teatro nuevo, y sepultaron allí la máquina de escribir de Severo Sarduy, quien, entre otras, escribió con ese artefacto De dónde son los cantantes, obra representativa y exitosa de El Ciervo.
El caso es que ya este colectivo actoral no tiene su sede en la esquina del parque de Quinta y D, sino que ahora –luego de once meses de trabajo- se han trasladado para Línea y 18, donde un teatro nuevo y particular se erige para que estos artistas sigan escribiendo el texto en el escenario, a través del cuerpo del actor.
Este miércoles, el actual Ministro de Cultura Julián González Toledo hizo entrega del teatro al grupo y a su directora Nelda Castillo quien, entre otras cosas, expresó: “Estas paredes no son paredes cualquiera, sino el espacio que hace posible nuestra realización”.
“Nosotros no vivimos del teatro. Vivimos para el teatro”, reafirmó la directora de El ciervo. Y agregó también que “esta sala ha sido un regalo y solo podemos decir gracias”.
La nueva sede ubicada en Línea y 18 viene a formar parte, además, de un futuro recinto artístico que abarcará desde la calle 18 hasta la 22, donde ya se encuentra la muy visitada Fábrica de Arte, y que se incluirán librerías, cafés, y otras opciones que se suman a las ofertas culturales que se mantienen permanente en toda la calle Línea.