El tenista serbio Novak Djokovic abandonó este domingo Australia y perdió la oportunidad de defender su título en el primer gran torneo de la temporada, después de que un tribunal autorizara la cancelación de su visado y su deportación por no estar vacunado.
“Puedo confirmar que Djokovic ya se fue de Australia”, declaró en Twitter el ministro de Inmigración, Alex Hakwe, quien el viernes usó sus poderes para cancelar por segunda vez el visado del deportista.
Tres jueces del Tribunal Federal Australiano avalaron este domingo por unanimidad la legalidad de la decisión del Gobierno de Australia de revocar el visado del tenista, y rechazaron el recurso presentado por la defensa de Djokovic, tras una vista virtual que fue retransmitida en directo en YouTube.
El deportista balcánico, que no está vacunado contra la COVID-19 y por ello vulnera las leyes de entrada aplicadas por el país austral contra la pandemia, partió de Australia en un vuelo de la aerolínea Emirates con destino a Dubái.
I welcome today’s unanimous decision by the Full Federal Court of Australia, upholding my decision to exercise my power under the Migration Act to cancel Mr Novak Djokovic’s visa in the public interest.
I can confirm that Mr Djokovic has now departed Australia. pic.twitter.com/8CapwFeDCS
— Alex Hawke MP (@AlexHawkeMP) January 16, 2022
Djokovic llegó a la terminal del aeropuerto de Tullamarine de Melbourne con ropa oscura y mascarilla facial acompañado por su equipo técnico y se llevó un pequeño aplauso y vitoreo por parte de alguno de los viajeros, según un vídeo del Canal 10.
El tenista fue escoltado en el aeródromo por miembros de la Policía australiana mientras esperaba el embarque, según las fotografías publicadas por el portal del diario The Sidney Morning Herald.
Djokovic, que quería conquistar su décimo título en el Abierto de Australia y convertirse en el tenista más galardonado del mundo con 21 Grand Slams, corre el riesgo además de que se le prohíba la entrada al país durante tres años.
Tras conocer el fallo, el número uno del mundo dijo, a través de un comunicado, estar “profundamente decepcionado” por la cancelación de su visado y pidió un tiempo para “descansar y recuperarse” antes de hacer nuevos comentarios, aunque afirmó respetar la decisión de la justicia australiana.
Mayor disconformidad expresó Srdjan Djokovic, padre del jugador, quien dijo en Instagram que, con la expulsión de su hijo, termina “el atentado fallido contra el mejor deportista del mundo, con 50 balazos a Novak en el pecho”.
Por su parte, el presidente de Serbia, Aleksandar Vucic, dijo este domingo que Djokovic fue maltratado en una “caza de brujas”.
🚨 Novak Djokovic, N°1 del mundo y nueve veces campeón del #AusOpen, será deportado y no disputará el torneo. La justicia australiana falló en contra del serbio.
Un lucky loser ocupará su lugar en el cuadro principal. pic.twitter.com/TnNXAsyUj7
— ESPN Tenis (@ESPNtenis) January 16, 2022
“Se lanzaron a un maltrato, a una caza de brujas contra una persona y un país. Quisieron mostrar en Novak cómo funciona el orden mundial y qué pueden hacer contra cualquiera”, dijo el mandatario nacionalista populista, citado por la agencia de noticias serbia Tanjug.
“No han humillado a Djokovic sino que se han humillado ustedes mismos”, dijo Vucic en referencia a las autoridades migratorias de Australia, donde mañana empieza el primer torneo Gran Slam de la temporada.
El tenista serbio tenía previsto debutar este lunes en la pista central Rod Laver Arena, escenario que le ha visto ganar el torneo en nueve ocasiones, más que cualquier jugador en la historia.
La historia de un circo mediático y político
El periplo australiano de Djokovic, convertido en un circo mediático y político, comenzó el pasado 5 de enero cuando viajó a Melbourne con una exención médica por no estar vacunado, al haber estado contagiado de la COVID-19 recientemente.
La llegada de Djokovic a Australia y la exención médica generaron una ola de indignación y puso en el centro del debate la vacunación contra la COVID-19 en el país oceánico, justo en el momento en que estallaba una crisis por un incremento astronómico de los contagios.
A su llegada las autoridades de Inmigración le cancelaron el visado y lo detuvieron hasta su liberación el pasado lunes por una orden judicial, al considerar que no fue tratado con “equidad”, aunque ayer fue detenido nuevamente a raíz de un nuevo intento del Gobierno para deportarlo.
El primer ministro australiano, Scott Morrison, recalcó este domingo al celebrar la decisión judicial que la cancelación del visado “se adoptó por motivos de salud, seguridad y mantenimiento del orden, sobre la base de que era de interés público”.
Morrison, que afronta este año elecciones, también reconoció el “sacrificio de los australianos” durante la pandemia y se hizo eco de la opinión pública del país, donde un 70 % se oponía a que Djokovic se quedara en el país, según las encuestas.
Precisamente, el argumento del abogado del gobierno durante la vista de hoy fue que Djokovic, a quien calificó de un “icono de los antivacunas”, tiene “una historia reciente” de haber ignorado las medidas impuestas por la COVID-19.
“Incluso cuando estaba infectado fue a una entrevista y sesión fotográfica que incluyó quitarse la mascarilla”, dijo Stephen Lloyd, al referirse a la admisión de Djokovic de que acudió a una entrevista con el medio francés L’Equipe en Belgrado, el 18 de diciembre, dos días después de que se anunciara sobre su contagio.
El abogado insistió en que Djokovic podría “alentar a la gente a emularlo” en la violación de las medidas contra el virus.
“Sus conexiones con la causa, lo quiera o no, aún están presentes y su presencia en Australia supone un riesgo abrumador”, precisó el representante del Gobierno.
Tras ser deportado de Australia, Djokovic no tendrá un camino de rosas para participar en otros importantes torneos de tenis. De acuerdo con las reglas vigentes, el jugador serbio no podría competir en el US Open o en los Masters 1.000 de Miami, Cincinnati e Indian Wells, todos con sede en Estados Unidos, país que exige una pauta de vacunación completa para pasar la frontera.
De hecho, su mayor posibilidad de competir en un Grand Slam es en Roland Garros, programado entre finales de mayo y principios de junio en París. La ministra francesa de Deportes, Roxana Maracineanu, aseguró que su país no va a imponer el certificado de vacunación en competiciones internacionales que se celebren en su territorio.
Diferente es la situación de cara a Wimbledon, en Londres, donde Djokovic también podría intervenir. El tenista serbio, incluso sin estar vacunado, tendría vía libre para entrar en Reino Unido si pasa un período de diez días en cuarentena y dos test negativos durante ese período. En apariencia, esto no debe suponer un problema mayor, pero pondría en riesgo su preparación de cara un evento de máxima exigen