Bien entrada la noche del lunes, la Federación Cubana de Béisbol confirmó la contratación del toletero granmense Alfredo Despaigne por el club japonés Chiba Lotte Marines, que juega en la Liga del Pacífico de la pelota profesional nipona.
Luego de atravesar un calvario por las acusaciones de poseer un pasaporte falso durante su periplo en la Liga Mexicana con los Piratas de Campeche, el cubano enfrenta ahora un nuevo reto en un certamen mucho más exigente, donde deberá mostrar toda su calidad para prolongar la estadía en la venidera temporada.
“Es un verdadero orgullo para mi representar los colores del equipo japonés. Respeto mucho al béisbol asiático en general y, en especial, el de ellos, campeones del primero y segundo Clásicos Mundiales”, explicó el criollo a los responsables de prensa de la Federación Cubana.
“Aportaré, fundamentalmente con mi bateo, para que el Chiba esté entre las mejores novenas de la fuerte liga. Espero que mi participación satisfaga a la afición japonesa”, añadió el cubano, quien será el séptimo exponente de la Isla que sale a los diamantes nipones en la actual temporada.
Su misión en los Marines se antoja vital en el apartado ofensivo, pues el conjunto anda relegado en la cuarta posición de su circuito (36 victorias y 45 derrotas) a 12 rayas del líder, en gran medida por ser penúltimos en carreras por juego (3,91) y en jonrones conectados (54), aspectos en los que el cubano podrá contribuir de adaptarse sin contratiempos a la dinámica del béisbol asiático.
En ese sentido, podrán ayudarlo los dirigentes de la franquicia, así como la representación cubana en la Tierra del Sol Naciente, que ya no es solo de peloteros activos, pues el veterano Lourdes Gourriel también realizó el viaje en pos de evaluar de cerca el rendimiento de su hijo Yulieski Gourriel (Yokohama DeNA BayStars) y Frederich Cepeda (Gigantes de Yomiuri), los otros dos antillanos contratados bajo la égida del INDER.
Cepeda ha sufrido en carne propia el hecho de saltar a los terrenos apenas dos jornadas después de su arribo a Japón, pues no inició bien su andadura y después no ha logrado recuperarse, sin posibilidad de realizar una estancia en las Menores para ajustar su swing y mecánica de acuerdo a las características de los lanzadores de la Liga.
En cambio, Yulieski ha bateado con soltura y día tras día se erige como la estrella de su novena, un auténtico ídolo en Yokohama, donde esperan retenerlo de cara a la próxima temporada, algo que algunos especialistas consideran improbable pues ya otros equipos de mayor nivel han mostrado interés en contar con sus servicios.
Además, otros cuatro antillanos se desempeñan en el fuerte torneo asiático, con la diferencia de que estos llegaron procedentes de las Grandes Ligas de Estados Unidos, donde emprendieron sus carreras luego de abandonar el país.
Ellos son el capitalino Bárbaro Cañizares (Fukuoka SoftBank Hawks), el villaclareño Yunieski Betancourt (ORIX Buffaloes), el pinareño Juan Miguel Miranda (Hokkaido Nipón-Ham Fighters) y el camagüeyano Leslie Anderson (Gigantes de Yomiuri).
En la presente campaña han tenido rendimientos dispares, pues Cañizares y Betancourt apenas han visto acción, mientras Miranda presenta pobre average de 236, aunque ha anotado 31 carreras, con 42 remolques, 16 dobles y 10 cuadrangulares.
Por su parte, Anderson ha sido el más constante, a pesar de que se perdió un tramo considerable de la temporada por lesión. El versátil agramontino promedió 315, con 67 inatrapables, 22 anotadas, 33 impulsadas, nueve dobles, un triple y nueve vuelacercas, guarismos que lo colocan como una de las bujías ofensivas de los Gigantes.
La cifra de cubanos que emprendan viaje a la Liga Japonesa pudiera incrementarse en los próximos días, teniendo en cuenta que en La Habana se encuentran ejecutivos de los ORIX Buffaloes, a los cuales se sumarán sus homólogos del Fukuoka SoftBank Hawks, presumiblemente para llevarse alguno de los jugadores examinados semanas atrás.