Redacción OnCuba
Ken Griffey Jr. y Barry Larkin, dos ex Big Leaguers de excelsa trayectoria, llegaron a La Habana este sábado 8 de febrero, en horas de la tarde en un viaje coordinado por Educational Travel Alliance (ETA), con el objetivo principal de ofrecer clínicas de entrenamiento, específicamente de bateo, en algunos terrenos de la ciudad, y donar algunos implementos deportivos.
Tras su llegada, tanto Griffey como Larkin accedieron a contestarle a OnCuba unas breves preguntas sobre su estancia en la Isla, las razones que los llevaron a visitarnos, qué les parece el béisbol nuestro, qué características creen que nos distingan, qué jugadores cubanos de MLB recuerdan con más nitidez.
La visita se extenderá hasta el jueves, pero cabe destacar que hasta el momento las autoridades deportivas cubanas no se han interesado por la ayuda de ambos ex jugadores, y que al informárseles sobre las posibilidades reales de colaboración, reaccionaron, cuando menos, con apatía.
Barry Larkin, miembro del Salón de la Fama desde 2012, militó durante toda su carrera en los Rojos de Cincinatti, equipo con el cual conquistó una Serie Mundial (1990), un premio al Jugador Más Valioso (1995) y tres Guantes de Oro (1994-95-96), todos como campo corto. A su vez, Griffey Jr., uno de los jardineros legendarios de la historia, conectó más de 600 jonrones de por vida, obtuvo siete veces el Bate de Plata, diez el Guante de Oro, e igualmente un premio al Jugador Más Valioso de la Liga. Militó la mayor parte de su carrera entre los Marineros de Seattle y los Rojos de Cincinatti.
En breve, OnCuba ampliará la información con texto, fotos y video del recorrido de ambos del aeropuerto a la peña deportiva del Parque Central.
Estos dos grandes de la mlb vieron la serie del caribe y se dijeron pobresitos los peloteros cubanos vamos a darles unas clasesitas, falta la visita de Roger clemens y andy pettitte para unas clases de picheo
No se necesita de nadie para arreglar el Beisbol en Cuba, hay profesionales cubanos y a estos son Los que hay que llamar no buscar a dos norteamericanos, para desviar la atencion publica despues de la mala actuacion del beisbol en la Serie del Caribe.