Este viernes comienza en Glasgow, Escocia, el Mundial bajo techo de atletismo, una cita en la que Cuba ha logrado resultados notablemente relevantes desde su inauguración en 1985. En 19 ediciones anteriores, la isla suma 51 preseas: 19 títulos, 17 metales de plata y 15 de bronce, cosecha que la ubica en la séptima posición histórica del medallero.
Un total de 32 deportistas han subido al podio en este largo periplo de casi 40 años, con destaque para los triplistas, que han aportado el 37 % de las medallas de Cuba, más que cualquier otra modalidad. Son 14 los exponentes de esta especialidad que han culminado entre los tres primeros, con un palmarés de cuatro coronas, ocho subcampeonatos y siete bronces, sin contar otras cuatro preseas que consiguieron Pedro Pablo Pichardo y Yamilé Aldama compitiendo por otras naciones tras emigrar.
Por su trascendencia, podríamos dedicar un texto solo al triple salto, pero en esta ocasión, a solo horas de que arranque el Mundial en el Commonwealth Arena, vamos a enfocarnos en repasar el listado de los cubanos que han salido campeones en la cita atlética bajo techo. Nuestro conteo comenzará en 1989 e incluirá también a los atletas que han escalado a la cima del certamen bajo otras banderas.
Javier Sotomayor
Es difícil hacer cualquier repaso del atletismo cubano y no mencionar de entrada al “Príncipe de las Alturas”, el mejor saltador de la historia. Javier Sotomayor, hijo ilustre de Limonar, todavía hoy reina junto al bahamés Chris Brown como máximo ganador de medallas (seis) en Mundiales bajo techo. El matancero, además, fue el primer campeón cubano durante la cita de Budapest 1989, donde impuso un récord todavía vigente.
En la capital húngara, Sotomayor llegó hasta los 2.43 metros, que en aquel momento también era la plusmarca mundial al aire libre. Su competencia fue casi perfecta, pues solo cometió un fallo sobre el 2.35 y superó el resto de las alturas al primer intento. Por detrás del cubano se ubicaron el alemán Dietmar Mögenburg y el sueco Patrik Sjöberg, ambos con 2.35.
La segunda corona de Sotomayor cayó en el Skydome de Toronto, donde saltó 2.41 en su último intento para arrebatarle el título de las manos al sueco Sjöberg. “Fue la mejor competencia de la historia. Estoy orgulloso de haber sido parte de ella”, dijo el saltador europeo, resignado tras culminar segundo con marca de 2.39 en aquella lid de 1993.
Dos años más tarde, en Barcelona, la ciudad que lo había visto encumbrarse como campeón olímpico, el yumurino repitió la dosis con su tercera medalla de oro en Mundiales bajo techo. En esta ocasión tuvo menos resistencia y solo necesitó cuatro saltos para ganar con 2.38, por delante del griego Labros Papakostas (2.35). Después de tener asegurada la primera posición, intentó romper el récord del mundo y estuvo a punto de lograrlo, pero falló sobre los 2.44.
También con cuatro saltos subió a la cima en la cita japonesa de Maebashi 1999, aunque en esta ocasión vivió una porfía muy cerrada con el ruso Vyacheslav Voronin y el estadounidense Charles Austin. De ellos, Sotomayor fue el único que superó todas las alturas sin fallos hasta el 2.36, lo cual le dio ventaja en la definición.
Javier Sotomayor cerró su participación en Mundiales bajo techo con cuatro títulos, una plata y un bronce. Entre su primera medalla en 1985 y la última en 1999 pasaron 14 años, lo cual demuestra que logró mantenerse en la élite de la disciplina durante muchísimo tiempo.
Andrés Simón
Quizás los más jóvenes seguidores del deporte cubano no tengan entre sus nombres de vanguardia al velocista Andrés Simón, pero el guantanamero fue uno de los grandes corredores de la isla.
Muy recordada es su presencia en el relevo 4×100, donde ganó la medalla de bronce en los Juegos Olímpicos de Barcelona 1992, aunque su mejor resultado individual ya había caído tres años antes en Budapest.
Solo un día después de que Sotomayor se convirtiera en el primer campeón cubano en Mundiales bajo techo, Simón fue el rey de la velocidad en la arena Budapest Sportcsarnok. El antillano demostró mucha superioridad desde semifinales, con récord nacional de 6.54 segundos, y en la final bajó todavía más hasta 6.52 para imponerse sin dificultad al ghanés John Myles-Mills (6.59) y al italiano Pierfrancesco Pavoni (6.61).
Iván Pedroso
Han pasado 19 ediciones del Mundial de atletismo bajo techo y el cubano Iván Pedroso es el único que ha logrado cinco coronas seguidas en el evento, un récord que es casi imposible de romper y muy difícil de igualar.
Para que se tenga una idea, únicamente 10 competidores han logrado al menos tres títulos consecutivos en la lid y solo cuatro de ellos consiguieron cuatro cetros en fila:
* Mikhail Shchennikov (Unión Soviética-Rusia): cuatro títulos seguidos en 5000 metros marcha (prueba descontinuada) entre 1987 y 1993.
* Maria de Lurdes Mutola (Mozambique): cuatro títulos seguidos en 800 metros entre 2001 y 2006.
* Meseret Defar (Etiopía): cuatro títulos seguidos en 3000 metros entre 2004 y 2010.
* Valerie Adams (Nueva Zelanda): cuatro títulos seguidos en la bala entre 2008 y 2014.
De todos los atletas activos, la mayor racha de coronas está en poder de la venezolana Yulimar Rojas, quien suma tres cetros en línea. Sin embargo, la estelar triplista no podrá continuar su seguidilla, pues no se presentará en Glasgow este año. Así que el récord de Pedroso no corre peligro.
“El Saltamontes” estableció su reinado de 1993 a 2001, período en el que también ganó cuatro coronas del orbe al aire libre, más el título olímpico de Sydney 2000.
Su historia dorada en los Mundiales bajo techo comenzó cuando solo tenía 20 años, en la cita de Toronto 1993. Allí dominó la prueba con estirón de 8.23.
Iván Pedroso: Cuando te estás jugando un título tienes que olvidarte de las marcas
Pero lo mejor vino en citas posteriores. En Barcelona 1995 y en París 1997, Pedroso impuso récord para la competencia con idénticos registros de 8.51. Esta marca caería en Maebashi 1999, con un espectacular brinco de 8.62. Y lo de espectacular no es solo por la marca, sino porque el cubano la logró en el último intento para superar al español Yago Lamela (8.56).
El ibérico de 22 años rompió el récord europeo del soviético Robert Emmiyan en la ronda final y parecía que lograría quebrar la racha de títulos consecutivos de Pedroso, pero el antillano sacó fuerzas para un estirón decisivo que se convirtió en la segunda mejor marca de todos los tiempos en el salto de longitud bajo techo, solo por detrás del 8.79 de Carl Lewis en 1984. Ese fue el preámbulo de lo que sucedería un año más tarde en la gran final de los Juegos Olímpicos de Sydney, donde también superó en el último intento al australiano Jay Taurima.
Ya con el cartel de leyenda colgado en el pecho hasta la eternidad, Pedroso sumó otro título mundial bajo techo en Lisboa 2001, una competencia mucho más tranquila en la que ganó con comodidad (8.43) por delante de Kareem Streete-Thompson (8.16), representante de Islas Caimán.
Aliuska López
La kazaja Olga Shishigina no había perdido una carrera en 1995, por lo que se esperaba que ganara los 60 metros con vallas del Mundial bajo techo de Barcelona sin ninguna dificultad. Pero la cubana Aliuska López, que ya se había colgado un bronce en Sevilla 1991, modificó por completo el guion y derrotó dos veces en cuestión de horas a la recordista asiática.
La vallista antillana fue puntera en las semifinales contra Shishigina, aunque ambas cruzaron la meta en idéntico crono de 7.91 segundos. Para demostrar que no había sido un accidente o una casualidad, Aliuska repitió la dosis en la final, en la que también terminaron con el mismo tiempo (7.91). Todo se decidió por milésimas y López se convirtió en la primera mujer cubana con una medalla de oro en Mundiales bajo techo.
Anier García
Aunque se recuerdan muchas de sus grandes actuaciones en Juegos Olímpicos, no se puede negar que Anier García fue un corredor muy consistente, con una trayectoria que trasciende el evento de los cinco aros. En los Mundiales bajo techo dejó su huella con tres medallas, dos de ellas de plata en las citas de 2001 y 2003. Pero su momento cumbre llegó en la lid de Paris 1997, cuando superó por estrecho margen al británico Collin Jackson y al estadounidense Tony Dees.
Anier fue el segundo que peor arrancó entre todos los finalistas, pero impuso un ritmo endemoniado en la carrera y remontó para colgarse el metal dorado con crono de 7.48. Fue la mejor manera de festejar su cumpleaños 21 el 9 de marzo.
Yoel García
El 1 de marzo de 1997, el cubano Aliecer Urrutia rompió el récord mundial bajo techo de triple salto, en poder de Leonid Voloshin desde 1994. El villaclareño clavó los pichos en los 17.83 metros y dejó atrás la marca de 17.77 estampada por el soviético en Grenoble, Francia.
Con semejante desempeño, Urrutia partía como máximo favorito para escalar a la cima del Mundial bajo techo de París, que se celebraría solo una semana después de su récord en Sindelfingen, Alemania. Y en efecto, el triplista antillano marcó diferencias en la clasificación con registro de 17.45, muy superior al resto de los contendientes.
Sin embargo, sufrió una lesión en la final parisina y ahí terminó su sueño de ser campeón mundial. Urrutia no pudo realizar ninguno de sus dos últimos intentos y tuvo que conformarse con una marca de 17.27, válida para la medalla de plata. Lo llamativo es que Cuba no perdió la medalla de oro, pues el pinero Yoel García salió al rescate y dominó la prueba con estirón de 17.30.
No puede decirse que la irrupción de Yoel fue sorpresiva, porque una semana antes del Mundial, también en la ciudad alemana de Sindelfingen, había estampado su mejor registro personal (17.62).
Yargelis Savigne
Cuando se habla de últimos saltos ganadores en la historia del atletismo cubano, todo el mundo se remite a Iván Pedroso y a su espectacular victoria en los Juegos Olímpicos de Sydney. Sin embargo, como ya vimos, hay otros ejemplos de victorias extremas, tanto del propio Pedroso como de otros especialistas de la isla. Tal es el caso de Yargelis Savigne, quien se quedó con la corona del Mundial bajo techo de Valencia 2008 con una imponente marca en la ronda final.
La triplista guantanamera había comenzado fuerte en la urbe española con registro de 14.89, pero enseguida la griega Hrysopiyí Devetzí se puso al frente con 14.93. Así la transcurrió competencia hasta que en el cuarto intento la helénica llegó a 15 metros exactos, una marca que la cubana nunca había alcanzado en lides bajo techo.
Con ese peso sobre sus hombros, Yargelis sacó a relucir su clase en un último intento brillante, en el que clavó los pinchos en 15.05 metros, récord cubano en competencias bajo techo. “Arriesgué todo en el último salto”, aseguró Savigne, quien se convirtió en la primera mujer cubana con una corona en pruebas de campo en estos Mundiales.
Dayron Robles
Campeón olímpico y recordista del mundo en las vallas cortas desde 2008, podría decirse que Dayron Robles era la figura a batir en la lid del orbe bajo techo de 2010 en Aspire Dome de Doha, Qatar. El guantanamero cumplió con los pronósticos, aunque afrontó muchos problemas con sus arrancadas, que siempre fueron su punto más débil.
No obstante, Robles se recuperó y en la final, pese a ser el último en salir, logró un excelente crono de 7.34 segundos para batir a los estelares estadounidenses Terrence Trammell y David Oliver. El cubano consiguió el segundo mejor registro de su carrera bajo techo (había hecho 7.33 en Dusseldorf en 2008) y el tercero de la historia en aquel momento, solo por detrás de Collin Jackson (7.30 en 1994).
Yamilé Aldama
Entre los campeones cubanos en Mundiales bajo techo no podemos dejar fuera a la triplista Yamilé Aldama, quien se coronó en Estambul 2012 bajo la bandera de Gran Bretaña, aunque en dos ediciones anteriores del certamen —Budapest 2004 y Moscú 2006— logró una plata y un bronce, respectivamente, representando a Sudán.
Aldama compitió por Cuba hasta que en 2001 emigró, tras casarse con un productor de televisión escocés. Se pensaba que pronto podría competir por el Reino Unido, pero afrontó dificultades para obtener el pasaporte británico y decidió buscar otra opción para participar en los Juegos Olímpicos de Atenas 2004.
Justo ahí apareció la opción de Sudán, nación a la que representó durante varios años, hasta que obtuvo su ciudadanía británica en 2010. Inmediatamente fue reclutada por el país europeo, con el que ganó el Mundial bajo techo de 2012 en Turquía.
En el Ataköy Athletics Arena de Estambul, Aldama reinó con marca de 14.82 metros, por delante de la kazaja Olga Rypakova (14.63) y de la también cubana Mabel Gay (14.29). De esta manera, se convirtió en la segunda atleta más longeva en conquistar una corona en Mundiales bajo techo.
Yarisley Silva
El 9 de marzo de 2014, en el Ergo Arena de Sopot, Polonia, cuatro pertiguistas pudieron ganar la medalla de oro tras pasar la varilla por encima de los 4.70 metros. La rusa Anzhelika Sidorova, la checa Jiřina Svobodová, la brasileña Fabiana Murer y la cubana Yarisley Silva superaron esa altura y dejaron todo abierto para una definición en los 4.75, que no se produjo.
En realidad, ninguna de ellas sabía que ya su orden había quedado establecido desde rondas anteriores por la cantidad de fallos acumulados, apartado en el que la pinareña sacó ventaja pues logró rebasar los 4.70 en su primer intento. Esta fue la única vez que Yarisley logró escalar al podio de los Mundiales bajo techo.
Ernesto Revé
La final del triple salto del Mundial bajo techo de 2014 en Sopot, Polonia, no fue la mejor para el cubano Ernesto Revé. El guantanamero apenas tuvo dos saltos válidos y uno de ellos fue de solo 15.78 metros, aunque logró otro de 17.33 que, a la postre le dio la medalla de plata, únicamente superado por el ruso Lyukman Adams (17.37).
Cinco años más tarde, en enero de 2019, la presea de Ernesto Revé cambiaría de color, porque la Corte de Arbitraje del Deporte encontró culpable a Adams por consumo de sustancias prohibidas y lo suspendió. Además, invalidaron todos sus resultados entre julio de 2012 y septiembre de 2014, lo cual implicó la pérdida de la corona obtenida en el Mundial bajo techo de Sopot.
De esta forma, Revé se convirtió en el tercer cubano con un título mundial bajo techo en el triple salto, tras Yoel García y Yargelis Savigne.
Juan Miguel Echevarría
Adolescente. Esa es la palabra que aparece en todos los reportes del título del saltador camagüeyano Juan Miguel Echevarría en el Mundial bajo techo de Birmingham, en 2018, cuando se convirtió en el campeón más joven (19 años, 6 meses y 19 días) de estas citas en competencias de campo.
El agramontino dominó la longitud con salto de 8.46 metros, suficiente para desbancar al sudafricano Luvo Mayonga, subcampeón olímpico de Río de Janeiro 2016, y al estadounidense Marquis Dendy, monarca defensor de la lid bajo techo.
Echevarría se dio a conocer al mundo con un rendimiento ascendente durante la cita de Birmingham, donde registró cuatro saltos por encima de los ocho metros. Su mejor marca la logró en el quinto intento, poco después de que Mayonga y Dendy se separaran del resto de los contendientes con sendos estirones de 8.44 y 8.42. El 8.46 del joven cubano le heló la sangre a los favoritos, que no pudieron responder en la ronda final.
Lázaro Martínez
Cual ave fénix, Lázaro Martínez resurgió de sus cenizas en 2022 luego de un período de cinco años en el que solo logró saltar por encima de los 17.20 metros en una ocasión. Esa línea de resultados no invitaba al optimismo, pero el guantanamero recuperó el rumbo y volvió a la cima global en la cita del orbe bajo techo de Belgrado, Serbia.
En su periplo por las categorías menores, Lázaro apuntaba a estrella, pues consiguió tres títulos mundiales en la lid Sub-18 de Donetsk 2013 y en las Sub-20 de Eugene 2014 y Bydgoszcz 2016. Sin embargo, su luz se apagó temporalmente y no brilló otra vez hasta su corona de 2022 en la urbe balcánica.
Allí el cubano se impuso con marca de 17.64, lo mejor de la temporada hasta ese momento, por delante de su compatriota Pedro Pablo Pichardo (17.46), quien ya competía bajo la bandera de Portugal.