El próximo 22 de febrero, en Florida, la selección masculina cubana de baloncesto afrontará un complicado debut ante Estados Unidos en la primera ventana clasificatoria para la AmeriCup 2025.
De esta manera, arrancará el ciclo de Onel Planas (presentado oficialmente en septiembre de 2023) al frente de una selección que bajo el mandato de su antecesor, Eduardo Moya, consiguió un sorpresivo desempeño ante los norteños en 2021, cuando cayeron 90-95. Lamentablemente, ese performance no se pudo sostener y el juego de Cuba, aunque en ocasiones demostraba mejorías, fue decayendo hasta volverse demasiado estático e inestable.
Baloncesto: selección cubana se alista para clasificatorio de la AmeriCup 2025
Esto, en buena medida, fue consecuencia del poco tiempo que disponían para juntar en el entrenamiento a la plantilla completa, la poca efectividad de cara al canasto desde todas las distancias, dificultades defensivas, desconcentración, la no convocatoria de varias figuras de un rendimiento superior al de los integrantes de los distintos llamados y otras variables que atentaron contra los buenos resultados.
Durante este nuevo proceso clasificatorio que cuenta con tres ventanas (febrero, noviembre y febrero de 2025), Cuba, ubicada en el grupo D, se enfrentará, aparte de Estados Unidos, a rivales conocidos como Puerto Rico y Bahamas con el objetivo de obtener el boleto. Para ello, debería quedar en el tercer lugar de la llave y, obviamente, erradicar varias de las recurrentes dificultades.
Por el momento, ha sido un gran paso de avance la convocatoria del base organizador Reynaldo García, del club japonés Saga Ballooners, y el alero del UCAM Murcia español, Howard Sant Roos, quienes completarían posiblemente el mejor quinteto regular que puede presentar una selección cubana, junto a Karel Guzmán (U-Banca Transilvania Cluj Napoca/ Rumanía), Yoanki Mencía (Casademont Zaragoza/ España) y Jasiel Rivero (Maccabi Tel Aviv/ Israel).
Baloncesto: Cuba con tres “debutantes” al clasificatorio continental
Con este grupo abridor, más otros contratados como Pedro Bombino (Unión Santa Fe/ Argentina), Marcos Chacón (Gimnasia y Esgrima de Comodoro/ Argentina), Yoel Cubillas (Metapán BC/ El Salvador) y Sigfredo “Tito” Casero (Okapi Aalstar/ Bélgica) la escuadra de la Mayor de las Antillas debería paliar varias de sus limitaciones y conseguir mayor acierto en los lanzamientos, una mejor fluidez en las transiciones ofensivas, así como una defensa más estable.
Sin embargo, todavía resulta posible elevar el caché de la nómina, si finalmente se concreta la presencia del alero Yunio Barrueta (Club Basquet Coruña/ España) y del experimentado Yorman Polas (MHP Riesen Ludwisburg/ Alemania), quien decidió no ir más con la selección a finales de la etapa de Moya.
Según comentó en conferencia de prensa la comisionada nacional de baloncesto, Dalia Henry, ha mantenido conversaciones con Polas para negociar su posible vuelta en las próximas ventanas. No obstante, declaraciones de Planas a Trabajadores dejan leer entre líneas que se apostará por basquetbolistas jóvenes como Joan Carlos Gutiérrez y Michel Rodríguez.
“Con Yorman personalmente no he hablado… Nosotros estamos insertando atletas jóvenes que ya han tenido su resultado a nivel internacional. El masculino tiene talento y hay que trabajar muchísimo”, dijo el técnico en la citada entrevista.
Donqueo cubano: Mencía se adapta a España y Polas se sale en Alemania
Sobre el caso de Barrueta, Planas adelantó en la conferencia de prensa donde reveló la convocatoria que se ha hablado con el representante del jugador y están a la espera de que se entregue la documentación necesaria, tras el interés mostrado por Barrueta.
Aun así, es prudente señalar que el tema de la convocatoria no resuelve por sí solo otros aspectos que pueden ser tenidos en cuenta a la hora de analizar los resultados de la escuadra.
Uno de los contras que tiene el nuevo director técnico es que sólo ha podido contar con la mitad del conjunto en los entrenamientos, lo cual, como sucedió en eventos anteriores, se nota en las dinámicas de juego, por lo que será un reto resolver esta problemática a la que se enfrentan también los rivales.
Asimismo, otro elemento que no se debe pasar por alto es el trabajo psicológico, ya que la selección tiende a tener sus peores presentaciones como local y esto, evidentemente, actúa en contra de los objetivos, cuando tendría que ser un plus para los atletas.
En cuanto a la estrategia, las intenciones del cuerpo técnico, según han declarado a la prensa oficial, son las de apegarse a tendencias modernas, con cuatro perimetrales y un pívot, haciendo énfasis en la efectividad defensiva que permita generar canastas de contragolpe.
Por lo pronto, en el primer cotejo ante los estadounidenses el nivel de dificultad será aún mayor para los cubanos, que no podrán contar con Sant Roos y Mencía por temas de visado, ni con Karel Guzmán a causa de una lesión, lo cual trastocará mucho los planes del conjunto antillano.
Con una nómina diezmada y frente a un Estados Unidos que jugará de local y que cuenta con basquetbolistas con experiencia en la NBA como Jordan Bell (Campeón con los Golden State Warriors en 2018) y Michael Carter-Williams (novato del año de la NBA en 2014), Cuba deberá esperar al día 25, cuando reciba a los estadounidenses en el Coliseo de la Ciudad Deportiva de La Habana para intentar demostrar casi todas sus potencialidades.
De cualquier forma, este camino apenas comienza y las aspiraciones del conjunto de las cuatro letras no pasan, ni de cerca, por vencer a Estados Unidos en esta primera ventana, sino por derrotar a Bahamas y plantar batalla contra los de Borinquen.
Las cartas ya están sobre la mesa: ventana de esperanzas y retos para Cuba, que en un inicio deberá resistir algunas ráfagas de viento en contra.