El equipo cubano cedió este domingo ante el anfitrión México en el duelo final del Campeonato Panamericano de béisbol, categoría sub-23, celebrado en el estado de Aguascalientes, según informan medios oficiales en la Isla.
Ante una agradable concurrencia en el estadio principal Romo Chávez, el elenco local se impuso con pizarra de 4-0, apoyado en notable faena del derecho Jordan Suárez, quien toleró apenas dos jits y concedió un boleto y un pelotazo en 5.1 entradas de labor, de acuerdo con una nota publicada en el sitio web especializado Jit.
Medallas de plata y coraje en Panamericano Sub-23 de #Beisbol No hubo conformismo con la clasificación y la seguridad de las medallas, mas las acciones rompieron difíciles y algunos errores a la defensa inclinaron la balanza hacia los aztecas. #Cuba https://t.co/XbREAMZypu pic.twitter.com/DQGA7kzXEM
— JIT Deporte Cubano (@jit_digital) June 20, 2022
Suárez lanzaba juego de cero jit cero carreras cuando en la ventana baja del sexto episodio pudieron conectarle hacia zona de nadie los zurdos cubanos Yoendri Guibert y Dany Oramas. Los restantes imparables de los caribeños llegaron en el acto conclusivo, salidos de los bates de Yuri Fernández y Andrys Pérez, con dos outs en la pizarra y justo antes de la jugada que decretó el final del partido, añade el medio.
Los dueños de casa marcaron de a poco sus anotaciones: una en el segundo inning, dos en el tercero y la última en el sexto, con bagaje ofensivo de ocho imparables, incluidos dos tubeyes.
En la apertura del segundo acto Víctor Ruiz pegó doblete, Carlos Pacheco se ponchó y Cristopher Escarrega roleteó por el inicialista cubano Javier Carabeo, quien tiró mal al lanzador que entraba a la base y la bola se escapó, permitiendo la anotación que rompió el celofán del home plate, apunta detalla la fuente.
En la entrada siguiente, Elmer López recibió transferencia y Javier Sánchez se sacrificó para adelantarlo, en toque al lanzador que eligió tirar a segunda base y no sacó a nadie. A continuación el tercer bate del equipo, José Zepeda, también se sacrificó en toque y adelantó a sus compañeros a las almohadillas de las esquinas del diamante.
Con un out en la pizarra, el mando cubano decidió bolear a Víctor Ruiz y llenar las bases, antesala del cañonazo impulsor de una carrera hacia el jardín derecho a la cuenta de Carlos Pacheco. La siguiente anotación llegó por imparable al torpedero de Escarrega, una rolata de malas intenciones que fue desviada por el lanzador abridor cubano Oscar Hernández, zurdo villaclareño (2.1 ENT, 3H, 3C, 2BB, 3K) que navegó con poca suerte en esta salida.
Los anfitriones no volverían a marcar hasta la sexta casilla de la pizarra, cuando Ángel Camacho pegó sencillo, se robó la segunda almohadilla, pasó a la antesala con rolata por el cuadro y anotó traído por imparable de Sánchez a la pradera derecha.
Armando Johnson apeló al bullpen para mantener cerrado el pleito y lo logró mediante las faenas de Randy Cueto (2.1 ENT, 2H) y Marlon Vega (1.1 ENT, 1H, 1K). Sin embargo, los zurdos Alex Guerra y Naykel Cruz no pudieron evitar la carrera que funcionaría como clásica puntilla. La victoria, por supuesto, correspondió a Suárez y la derrota a Hernández, subraya Jit.
Las medallas de bronce del torneo fueron a los pechos de los nicaragüenses, vencedores cerradamente sobre los venezolanos con pizarra de 4-3.
Béisbol: jugadores cubanos fugados en México estarían otra vez con el equipo
Entre los mejores jugadores del evento resaltaron dos cubanos, el mayabequense Javier Carabeo (líder en jonrones con tres) y el granmense Francisco Venecia (mejor center field). Además del segundo lugar en el torneo, el equipo cubano había conseguido ya la clasificación para la cita universal de la categoría, que se celebrará el próximo mes de octubre en Taiwán
El paso del elenco cubano por tierras mexicanas estuvo marcado por el intento de fuga de los jugadores Alfredo Fadraga y Yosvany Ávalos, quienes en la noche del miércoles abandonaron el hotel donde se encontraba la delegación, pero un día después fueron regresados a la concentración por autoridades mexicanas, y luego enviados a Cuba antes de concluir el torneo.