El torneo de Clubes Campeones del béisbol cubano regresó a la escena competitiva tras 15 años de ausencia y cumplió con las expectativas de los fanáticos, que disfrutaron al máximo desde las rondas eliminatorias hasta la gran final, disputada desde el pasado sábado en Matanzas.
En la instancia decisiva, los Tiburones de Trinidad (Sancti Spíritus) derrotaron 2-1 a las Locomotoras de Unión de Reyes (Matanzas) en una serie que se extendió al máximo de tres encuentros, con un desenlace de pura tensión.
Este lunes, los espirituanos remataron la faena en el parque 16 de abril del municipio yumurino, donde derrotaron a los anfitriones en el choque decisivo con cerrada pizarra de 7-6. El partido había sido sellado el domingo a causa de la lluvia con paridad en el marcador a la altura del noveno capítulo, pero menos de 24 horas después lograron terminar las acciones con la victoria para los trinitarios.
Un lanzamiento descontrolado del matancero Reiniel Mijenes con hombre en la antesala les dio la carrera decisiva a los Tiburones, que luego se apoyaron en su apagafuegos Yanielquis Duardo (mejor relevista de la 62 Serie Nacional y de la segunda Liga Élite) para sellar la primera corona de un equipo espirituano en la historia de este evento.
Trinidad estuvo delante casi todo el tiempo en el duelo definitorio, aunque Unión de Reyes supo venir de atrás en par de ocasiones para dar mucha más emoción al pleito. Los visitantes golpearon primero en el mismo episodio de apertura con un cuadrangular de tres carreras de Dunieski Barroso, miembro habitual de los Gallos espirituanos en la Serie Nacional.
Ese batazo decretó la explosión del abridor matancero, el zurdo David Monzón, quien solo pudo sacar un out. No obstante, el festival trinitario no se detuvo y Rodolexis Moreno, otro con sobrada experiencia en los clásicos domésticos, también sacó la pelota más allá de los límites y se apuntó par de remolques.
A la mitad del choque llegaron los Tiburones con ventaja de tres (5-2), pero Unión de Reyes reaccionó y logró igualar las acciones en el sexto, con aporte crucial de Eduardo Parreira (doble, impulsada). Después Trinidad se fue arriba por sencillo remolcador del máscara Osmani Llorente, pero Yoandry Jiménez (dos imparables en el choque) puso de nuevo las tablas para los locales.
Con seis carreras para cada bando, apareció la lluvia. En la parte alta del noveno, dos outs y corredores en las esquinas para Trinidad, el choque fue detenido y no se reanudaría hasta este lunes luego de un intenso trabajo para acondicionar el terreno.
En esa situación límite, Reiniel Mijenes no pudo sacar el último out de la entrada y se convirtió en villano al lanzar un envío salvaje que le abrió las puertas del plato a la anotación decisiva de los Tiburones. Del resto se encargó Duardo, con la maestría y la experiencia suficiente para dominar en este nivel.
Béisbol en Cuba: Torneo de Clubes Campeones regresa al calendario
Los trinitarios obraron la remontada, porque habían perdido 0-6 el primer juego de la serie, en el que fueron dominados por el zurdo Andy Quesada, autor de siete ponches y solo un boleto en toda la ruta. Pese a la dura derrota, los visitantes se levantaron e igualaron las acciones en el segundo encuentro con un ajustado triunfo de 4-3, en el que fue decisivo un sencillo remolcador de Javier Martínez que dejó al campo a los matanceros.
La escena quedó lista entonces para el desenlace final, en el que los Tiburones aguantaron mejor la presión y supieron salir a flote para jugar en patio ajeno. De esta forma, consiguieron el primer título en el torneo de Clubes Campeones y le dieron también a su provincia la primera corona de su historia, en la que resaltaban tres subcampeonatos: 1998 y 2008 con Sancti Spíritus y 2002 con Yaguajay.