Como ha sido tendencia en todas las temporadas de Grandes Ligas desde 2014 hasta la fecha, Cuba volvió a tener más de 25 peloteros en Grandes Ligas durante 2023. Un total de 27 jugadores antillanos vieron acción este año en el mejor béisbol del mundo, la cuarta mayor cantidad de la última década. Lo mejor es que muchos de ellos triunfaron plenamente con premios individuales y colectivos.
Tras finalizar la contienda, llegó el momento de analizar el rendimiento de cada uno de nuestros efectivos. En la tercera y última entrega de este repaso escribiremos sobre la explosión definitiva de uno de los mejores talentos cubanos del negocio, así como de dos hombres que cumplieron con las expectativas en sus nuevos equipos. Además, daremos un vistazo a la campaña de los dos relevistas históricos de la isla en el mejor béisbol del mundo.
Luis Robert Jr. (Chicago White Sox)
* Juegos: 145/ Jonrones: 38/ Impulsadas: 80/ OPS: .857
* Seleccionado al Juego de Estrellas/ Bate de Plata
Si alguien dice que “La Pantera” fue el mejor bateador cubano de 2023, no estaría exagerando. El físico por fin le respondió al avileño, quien jugó 145 partidos y logró imponer, como es lógico, sus mejores marcas en anotadas (90), jits (144), dobles (36), jonrones (38), impulsadas (80) y bases robadas (20). Además, fue el décimo pelotero de las Grandes Ligas que más incrementó su slugging (de .426 a .542) respecto a 2022.
¿La clave? Creo que el éxito de Robert este año se basó en un mejor enfoque en el plato y en ajustes de su suin que le ayudaron a obtener mejores contactos. Por ejemplo, el patrullero logró un 15.4 % de barrels (batazos con una combinación ideal de ángulo y velocidad de salida), lo que supuso un aumento del 6.5 % comparado con el curso anterior. Ese crecimiento fue el segundo más notable de MLB en 2023.
A pesar de estas evidentes muestras de superación, el cubano fue señalado porque en términos de producción de carreras no estuvo entre los mejores del circuito. No obstante, debemos tener un detalle en cuenta: los White Sox fueron el equipo que menos se embasó durante la temporada, con un OBP de .291, casi 30 puntos por debajo del promedio de la liga. Ese detalle perjudicó a Robert, quien no estuvo ni siquiera entre los 50 bateadores que más turnos consumieron con hombres en circulación durante la campaña.
Pero esta no puede ser una mancha. Robert se sentó en la mesa de los mejores bateadores del negocio. De hecho, solo él y Ronald Acuña Jr. lograron pegar 35+ dobles, 35+ jonrones y robar 20+ bases en la temporada. Además, se incluyó en el muy exclusivo grupo de los siete hombres que pegaron al menos 75 extrabases: Freddie Freeman (90), Matt Olson (84), Mookie Betts (80), Ronald Acuña Jr. (80), Shohei Ohtani (78) y Corey Seager (75). De estos seis peloteros, cinco fueron finalistas en las votaciones por el premio de Jugador Más Valioso (MVP) entre la Liga Nacional y la Americana.
Sin exagerar, pienso que Robert demostró que tiene madera de MVP. De todos los cubanos que ahora mismo juegan en Grandes Ligas, él y Yordan Álvarez son los máximos candidatos a aspirar por el galardón en el futuro.
Grandes Ligas: Yandy Díaz y Luis Robert, Jr. ganan el Bate de Plata 2023
Lourdes Gurriel Jr. (Arizona Diamondbacks)
* Juegos: 145/ Jonrones: 24/ Impulsadas: 82/ OPS: .772
* Seleccionado al Juego de Estrellas
Cuando se anunció a finales de diciembre pasado el cambio de Lourdes Gurriel Jr. de Toronto a Arizona, muchos pensaron que el patrullero cubano sería uno de los perjudicados por ir a un equipo sin grandes pretensiones. Sin embargo, los Diamondbacks fueron la gran sorpresa de la temporada y llegaron a la Serie Mundial con un notable aporte de “Yunito”, quien demostró consistencia ofensiva y defensiva.
En un nuevo ambiente, el menor de los hermanos Gurriel respondió con sus totales más altos en extrabases (61) y jonrones (24), y mejoró ligeramente su tasa de Hard Hit (conexiones de 95+ millas de velocidad de salida) respecto a 2022, aunque debe seguir trabajando en los barrels (se ubicó sobre la media de la liga) para subir un escalón más.
Válido reconocer que Lourdes Jr. logró disminuir su tasa de suines fallados, aunque esto no se tradujo en un aumento de los boletos, sobre todo porque persiguió casi un tercio de los picheos que le hicieron fuera de la zona.
De cualquier manera, tuvo pasajes prolongados de mucho brillo, como entre finales de abril y principios de junio, un período de 40 choques en el que pegó nueve jonrones, remolcó 30 carreras y disparó su slugging hasta .615.
Como lunar, podría decirse que le faltó combustible para afrontar la segunda mitad de la temporada. Su rendimiento tras la pausa por el Juego de Estrellas dejó valores mucho más terrenales, con algunos baches muy pronunciados. No obstante, tomó un segundo aire en la postemporada, sobre todo a partir de la Serie Divisional, y registró un OPS de .811, con tres jonrones y diez remolques en sus últimos 15 partidos.
Además, mantuvo la línea de la campaña regular en cuanto a su rendimiento defensivo, sobre todo por la potencia y precisión de su brazo. Sin demasiados lujos, fue un seguro en el jardín izquierdo y dejó algunas atrapadas espectaculares.
José Abreu (Houston Astros)
* Juegos: 141/ Jonrones: 18/ Impulsadas: 90/ OPS: .680
Cuando los Astros firmaron a “Pito” Abreu en noviembre del pasado año, estaban convencidos de que el cienfueguero iba a recuperar su poder, luego de terminar su peor temporada en cuanto a producción de jonrones (15) y de impulsadas (75) desde que llegó a Grandes Ligas en 2014.
Sin embargo, el inicio de la actual campaña fue caótico para el cubano, quien atravesó por una larguísima racha de 67 partidos y 280 comparecencias al plato sin pegar cuadrangulares, sumando su cierre de 2022 con los dos primeros meses de 2023.
Entre abril y mayo, el sureño solo empujó 20 anotaciones y su OPS se desplomó a un impensado .535, suficiente para encender las alarmas en la casa de los campeones de MLB. Afortunadamente, el mentor Dusty Baker tuvo plena confianza en el inicialista y le dio la oportunidad de levantar.
Aunque Abreu no alcanzó los niveles de producción del pasado, logró recuperarse y fue decisivo en el último mes de la temporada, cuando los Astros se jugaban un puesto en los playoffs. En septiembre, remolcó 28 anotaciones, la segunda mayor cantidad entre todos los peloteros de MLB, solo superado por Juan Soto (29).
“Pito” terminó el año con OPS de .680, el más bajo de su carrera, pero logró 90 impulsadas y 18 cuadrangulares, cifras superiores a las de 2022. La mejor noticia para los Astros es que en la postemporada rindió a la altura de su calidad, con cuatro bambinazos, 13 empujadas y slugging de .591.
Aroldis Chapman (Kansas City Royals/Texas Rangers)
* Juegos: 61/ Efectividad: 3.09/ Holds: 14/ Ponches por cada nueve entradas: 15.9
Existían dudas sobre cuál sería el destino de Aroldis Chapman tras terminar de la peor manera posible su paso por los Yankees. ¿Quién lo firmará? ¿Logrará un contrato de largo plazo? ¿Podría volver a ser cerrador en un equipo de Grandes Ligas? Esas interrogantes tardaron en despejarse, específicamente hasta finales de enero, cuando llegó a un acuerdo con los Royals para trabajar en Kansas City durante una temporada.
El hecho de ir a un equipo sin opciones de avanzar a la postemporada dejaba algo claro: casi con total seguridad los Royals utilizarían al cubano como moneda de cambio a mitad de campaña. Obviamente, para que esto ocurriera, Chapman tenía que dar muestras de recuperación y rendir.
Su respuesta fue inmediata: en el primer mes de la temporada ponchó a 19 de los 41 bateadores que enfrentó y el OPS de los rivales quedó en un pobre .404.
En sentido general, el holguinero cumplió con Kansas y hasta junio consiguió cuatro victorias, dos salvados y ocho holds, además de retirar a 53 contrarios por la vía de los strikes, para una altísima tasa de 16.3 ponches por cada nueve entradas, aunque presentó problemas con el control. Eso le dio la oportunidad de ser canjeado a los Texas Rangers, un plantel involucrado en la lucha por la postemporada.
Allí también dejó huella con cuatro rescates, seis holds y par de victorias, pero le conectaron con mayor facilidad (el OPS rival subió de .483 en su etapa con Kansas a .627 en tres meses con los Rangers) y siguió embasando muchos corredores por boletos.
En la postemporada continuaron sus dificultades y recibió mucho menos protagonismo del que se esperaba para un lanzador de su experiencia, aunque lanzó dos veces en la Serie Mundial y superó a Mike Cuéllar como el cubano con más apariciones en dicha instancia. Además, consiguió el segundo anillo de su carrera.
El balance de la temporada de Chapman es positivo, y no solo por el éxito colectivo, sino porque dio muestras de recuperación. Por ejemplo, el zurdo aumentó su velocidad, uno de los factores más importantes en su desempeño:
* Velocidad media de su recta de cuatro costuras: 99 millas en 2023/97.5 en 2022
* Velocidad media de su slider: 88.1 millas en 2023/85.7 en 2022
* Velocidad media de sinker: 101.1 millas en 2023/100.2 en 2022
* Velocidad media de su splitter: 90.4 millas en 2023/88.1 en 2022
Con 35 años, Chapman demostró que sus habilidades y su potencia están intactas. Así llega a la agencia libre, donde debe encontrar ofertas más temprano que tarde.
Yasmani Grandal (Chicago White Sox)
* Juegos: 118/ Jonrones: 8/ Impulsadas: 33/ OPS: .647
Volvió a jugar más de 100 partidos por primera vez desde 2019, pero registró el segundo OPS más bajo de su carrera y los peores indicadores de velocidad de salida y hard hit (conexiones de 95 millas o más). Eso se tradujo en una baja producción de poder, otra evidencia de lo que parece ser una curva descendente irreversible para el receptor antillano.
La ofensiva de Grandal simplemente ha desaparecido, al punto de que ni siquiera ha logrado conservar ese instinto que le permitía exprimir a los lanzadores y negociarles muchos boletos. Por ejemplo, hace solo dos años el máscara logró un 23.2 % de bases por bolas, pero en esta campaña ese indicador se desplomó hasta el 8.9 %, lo más bajo de su recorrido en MLB desde 2017.
A la defensa, Grandal se mantiene como un receptor por encima del promedio en cuanto al framing, una métrica que mide la capacidad o las veces en que el cátcher es capaz de convertir las bolas en strike. No obstante, ese parece un aporte muy pobre para un hombre que ha cobrado más de 18 millones de dólares en 2023.
Aledmys Díaz (Oakland Athletics)
* Juegos: 109/ Jonrones: 4/ Impulsadas: 24/ OPS: .616
Aquella versión de Aledmys Díaz que vimos en 2017, cuando fue hasta el Juego de Estrellas en su temporada de debut, parece estar ahora muy lejos, y no precisamente por el tiempo que ha pasado. El villaclareño ha perdido la chispa con su bate y, aunque se mantiene como un jugador apreciado por su versatilidad, necesita recuperar algo de su producción ofensiva.
Sin contar la campaña de 2020 —recortada por la pandemia—, Díaz tuvo sus peores números este año en anotadas (25), jonrones (4), impulsadas (24), average (.229), promedio de embasado (.280), slugging (.337) y OPS (.616), mientras su tasa de ponches volvió a subir (de 16.2 % el pasado curso a 19.2 % en este).
En Oakland, Aledmys ha estado por debajo del radar, bastante alejado del foco mediático por formar parte de un equipo de mercado pequeño. Eso no va a cambiar de cara a 2024 (su último año de contrato), por lo que necesita mejorar considerablemente para abrirse nuevas oportunidades en MLB.
José Barrero (Cincinnati Reds)
* Juegos: 46/ Jonrones: 2/ Impulsadas: 17/ OPS: .619
El capitalino tuvo dos meses y medio para asentarse como titular de los Reds en el campo corto o en el jardín central, pero su fragilidad ofensiva le impidió sostenerse en MLB. Barrero registró una bajísima tasa de golpes fuertes (27.6 %), el promedio de velocidad de salida de sus batazos fue de solo 87.5 millas —entre los más pobres de la liga— y tuvo un alto índice de suines fallados (35.2 %).
Además, su rango de cobertura defensiva quedó por debajo de la media y ni siquiera pudo compensarlo con la potencia de su brazo.
Por si fuera poco, Cincinnati le dio entrada a su principal prospecto (Elly de la Cruz) para que se encargara a tiempo completo del campo corto, mientras TJ Friedl vivió una explosión como jardinero central. De esta forma, Barrero vio su camino de vuelta a Grandes Ligas bloquearse completamente, por lo que desde mediados de junio tuvo que conformarse con jugar con los Louisville Bats en Triple-A.
El cubano dominó ese nivel sin grandes dificultades: su OPS fue de .873 en 80 duelos, con 19 jonrones y 57 remolques. Entre julio y agosto impulsó 40 carreras, dio 12 batazos más allá de los límites, 27 extrabases y su línea ofensiva se disparó a .291/.353/.598. Sin embargo, nada de eso fue suficiente para recibir un llamado de vuelta a Las Mayores.
Adrián Morejón (San Diego Padres)
* Juegos: 8/ Efectividad: 7.00/ Ponches por cada nueve entradas: 8.0
Comenzó la temporada en la lista de lesionados y no pudo salir a flote en todo el año. Lanzó sus primeras entradas a finales de mayo en las Menores y luego ascendió a MLB, pero su estancia con el principal equipo de San Diego duró menos de un mes porque presentó una inflamación en la rodilla derecha.
Después de eso, no logró un nuevo llamado a Grandes Ligas y pasó el resto del curso en Triple A, donde tampoco brilló: en sus últimas 14 apariciones entre agosto y septiembre su efectividad fue de 8.62, con una línea oponente de .333/.432/.464 ante 81 bateadores que enfrentó.
Morejón tiene mucho por corregir si desea regresar a la Gran Carpa en 2024, aunque con 24 años de edad le sobra tiempo para reencontrarse y demostrar por qué fue catalogado como uno de los mejores talentos del picheo cubano en el último lustro.