Para una franquicia que gasta más de 300 millones de dólares en una temporada por concepto de salarios, tener a un chico que solo gane 770 mil dólares al año y que conecte diez imparables en una serie de tres partidos es una verdadera ganga. Ese es el caso de los Dodgers y el cubano Andy Pagés, la gran revelación del último fin de semana en Grandes Ligas tras batear sin control frente a los Pittsburgh Pirates.
El chico de Mantua se robó los focos en Los Ángeles y se paseó por Chavez Ravine como una verdadera estrella de Hollywood, un desafío mayúsculo en un equipo de por sí plagado de luminarias. Pero ni Shohei Ohtani, ni Mookie Betts, ni Freddie Freeman, ni Yoshinobu Yamamoto, ni Teoscar Hernández pudieron opacar el brillo del cubano, completamente desatado madero en ristre.
Desde que los Pirates desembarcaron en el Dodgers Stadium el viernes, Pagés se colocó la capa de superhéroe y despachó diez jits en 12 viajes al plato, con cuatro remolques, par de anotadas, tres dobles, un cuadrangular y una base robada.
“A veces, los chicos se suben a un árbol, y Pagés está en un árbol ahora mismo, haciendo muy buenos swings. Es una de esas situaciones en las que todo lo que le lances, lo batea”, aseguró Derek Shelton, mentor de los Pirates, quien utilizó todas las cartas posibles para frenar a Pagés.
De hecho, el viernes envió a la lomita al sensacional Paul Skenes y el joven candidato al premio Cy Young no pudo poner out al pinareño, quien le conectó par de tubeyes. Ahora, tras cuatro enfrentamientos entre sí, Pagés suma cuatro imparables, tres de ellos extrabases.
Su OPS en ese lapso fue de un fantasioso 2.167, el segundo más alto en Las Mayores, únicamente superado por Eugenio Suárez (2.861) tras su choque de cuatro jonrones el sábado. Precisamente, el venezolano de los Diamondbacks y el pinareño de los Dodgers fueron escogidos este lunes como los Jugadores de la Semana en la Liga Nacional.
En estos choques, Pagés eslabonó una cadena de tres partidos con al menos tres imparables, algo que solo habían logrado otros 12 cubanos en la historia de Las Mayores:
* Luis Robert Jr. (White Sox): 2022
* Yuli Gurriel (Astros): 2017
* Aledmys Díaz (Cardinals): 2017
* Kendrys Morales (Mariners): 2013
* Alex Sánchez (Tigers): 2004
* José Canseco (tres veces con tres equipos): 1988 con Oakland, 1994 con Texas y 1996 con Boston
* Rafael Palmeiro (Texas): 1991
* Tony Oliva (tres veces con Minnesota): 1966 y dos en 1969
* Cookie Rojas (Phillies): 1965
* Tony González (dos veces con los Phillies): ambas en 1962
* Orestes Miñoso (Indians): 1959
* Gil Torres (Washington): 1944
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Además, se unió al exclusivo grupo de 11 antillanos que han pegado diez imparables o más en un lapso de tres encuentros. El primero en lograr semejante producción fue el gran Orestes Miñoso en 1954, durante su etapa inicial con los Chicago White Sox. Después lo emularon Tony González (11 en 1962), Tony Oliva (lo hizo tres veces en 1967, 1969 y 1974), Bert Campaneris (1974), Rafael Palmeiro (1991), José Canseco (1994 y 1996), Alex Sánchez (2004), Kendrys Morales (11 en 2013), Aledmys Díaz (dos veces en 2016 y 2017), José Abreu (2017) y ahora Pagés.
El record absoluto de MLB de más jits en un período de tres partidos está en poder de Mike Benjamin, quien disparó 14 cohetes entre el 11 y el 14 de junio de 1995. Con la camiseta de los San Francisco Giants, el antesalista produjo sin reparos en dos choques contra los Cubs y otro frente a los Expos. Primero se desató con seis imparables ante Chicago y después hilvanó par de encuentros con cuatro cohetes.
Resurrección
Este ha sido el despertar definitivo de Andy Pagés, quien a principios de mes tenía un OPS de .451 y hace escasos nueve días su promedio ofensivo era de .159. En un abrir y cerrar de ojos esas estadísticas se han transformado totalmente: su OPS ha aumentado.400 puntos hasta .851 (tercero entre los regulares de los Dodgers) y su average es de .276.
“Había estado intentando ver la mayor cantidad de lanzamientos posibles, algo que nunca me ha ayudado en mi carrera porque me vuelvo demasiado pasivo. Si los picheos están en zona, yo necesito batear”, dijo Pagés este domingo, justo después de completar el primer partido de cuatro imparables y cuatro impulsadas para un jugador de los Dodgers en la presente campaña.
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El mentor Dave Roberts elogió la capacidad del cubano y destacó que su transformación ha sido más mental que mecánica, algo que suele suceder en chicos jóvenes con ansias de hacer el trabajo. “Desde el principio de temporada me he sentido bien, pero ahora le he estado pegando a la pelota hacia donde no hay gente, así que está saliendo mejor”, precisó el cubano.
Uno de sus grandes valedores en el clubhouse de los Dodgers es el dominicano Teoscar Hernández, quien ha estado pendiente todo el tiempo de su evolución y ayudando para que saliera del slump: “Sé que puede ser difícil. Pasé por eso y no fue divertido. Pero, al mismo tiempo, hay que vivir esos baches para llegar a los buenos momentos, por los que él está pasando ahora mismo”, apuntó.
Por si fuera poco, el cubano también ha brillado a la defensa. El sábado capturó un largo batazo de Bryan Reynolds que llevaba intenciones de irse más allá de los límites. Y esta misma semana robó un jonrón a Corey Seager en Texas, algo que había hecho antes sobre una conexión de Michael Busch (Cubs). Además, puso out en la goma a Ian Happ en Chicago con un potente disparo de 97.7 millas desde el bosque izquierdo, la segunda asistencia más rápida de un jardinero en la presente temporada.