“Si fuera capaz hoy de decirte fechas con esta incertidumbre, sería un mago”. Así de explícito fue Riccardo Fraccari, presidente de la Confederación Mundial de Béisbol y Softbol (WBSC por sus siglas en inglés), al referirse al futuro de los eventos internacionales del deporte de las bolas y los strikes, detenido por completo a raíz de la pandemia del coronavirus.
En declaraciones ofrecidas a Around the Rings, el federativo explicó que “hoy todo es nebulosa” si hablamos de planificación de torneos, en particular los Preolímpicos, que posiblemente sean reprogramados para los primeros meses del 2021.
“Por el momento”, el clasificatorio de las Américas se mantiene con sede en Arizona, Estados Unidos, y Taipéi de China está ratificada como escenario del Preolímpico Intercontinental rumbo a los Juegos de Tokio, donde ya tienen asegurada su presencia Japón, México, Israel y Corea del Sur.
Pero el panorama del calendario internacional del béisbol luce particularmente sombrío ahora que los organizadores del V Clásico Mundial están a punto de cancelar –al menos hasta el 2023– el evento cumbre del béisbol.
“El torneo fue cancelado. No es la prioridad ahora mismo. Básicamente lo único que falta es un anuncio oficial”, dijo una fuente a ESPN, lo cual es el peor de los augurios.
Fraccari no confirmó dicha suspensión, pero dijo que MLB –con quien se mantiene en contacto– será la encargada de emitir un comunicado al respecto, una vez hagan las evaluaciones pertinentes.
La postura de Fraccari, lejos de significar una bocanada de esperanza para los fanáticos del Clásico, es una prueba de que ni el directivo italiano ni la WBSC pintan nada en la organización del evento, en manos de MLB, la Asociación de Jugadores y las ligas profesionales de Japón (NPB) y Corea del Sur (KBO).
Sin el apoyo y la determinación de estos entes, el Clásico se convierte en un torneo flotante, fantasma, sin futuro. Y ahora, lógicamente, tanto NPB, como MLB y la Asociación de Jugadores tienen cuestiones más importantes que atender, como el curso inmediato que tomará la ya afectada temporada del 2020.
Los japoneses fueron los primeros en torpedear la organización del venidero Clásico, pues la reprogramación de los Juegos Olímpicos los obligaría a adelantar su temporada y, por tanto, no podrían enviar a un equipo con todas sus estrellas al torneo mundial.
Además, a todos los organizadores les asiste la coartada de que en el 2021, a causa del propio coronavirus, coincidirán los Juegos Olímpicos y la Eurocopa, eventos que el Clásico ha intentado “evitar”. La posposición para el 2022 tampoco se entraría a valorar, pues ese año tendrá lugar el Mundial de fútbol.
De cualquier manera, la decisión parece precipitada, sobre todo si comparamos la gestión de otros entes deportivos, que han hecho y hacen lo imposible por encontrar nuevas fechas para sus certámenes, buscando afectar lo menos posible los calendarios internacionales.
Este no es el caso del Clásico, que ha quedado en un segundo plano, ninguneado, aplazado hasta 2023 si así se estampa en el nuevo convenio que MLB y la Asociación de Jugadores deben firmar en algún momento antes (o después, quién sabe) de diciembre del 2021, cuando expira el actual Acuerdo Laboral.
Las negociaciones para lograr un nuevo convenio no serán nada sencillas, más si quedan heridas abiertas tras la pandemia del coronavirus, que ya ha puesto a chocar al sindicato con MLB por los términos para comenzar la temporada del 2020. Si a la postre, se fractura todavía más la relación entre las Grandes Ligas y los jugadores, quizás no sepamos en buen tiempo sobre el Clásico.
¿Qué significa para Cuba la suspensión del Clásico?
Justamente cuando se conoció la noticia de que el V Clásico Mundial podía ser cancelado, las autoridades beisboleras de Cuba ofrecían una entrevista online en la que daban a entender que la temporada de la 60 Serie Nacional no podía afectar en ningún sentido la preparación y la participación de la Isla en el Clásico.
No extender la campaña más allá del mes de enero era una de las premisas de las cuatro propuestas para el campeonato antillano, el cual, en el más alentador escenario, solo podría comenzar a mediados de septiembre.
Quizás esto pueda cambiar un poco ahora que se sabe que el Clásico será suspendido, aunque queda la incógnita de la fecha del Preolímpico de las Américas. Si finalmente este se pacta para marzo del 2021, la estrategia cubana con su temporada no cambiaría en lo absoluto: una edición con más de 50 partidos, pero que termine en enero.
¿Cómo y cuándo se jugará la 60 Serie Nacional de pelota en Cuba?
De manera inmediata, la cancelación del Clásico no afecta en lo más mínimo el futuro del béisbol cubano, pero sí puede condicionar los planes individuales de los jugadores. Para los cubanos, el Clásico se ha convertido en una oportunidad para brillar y exhibirse a los ojos del mundo, a los ojos de los cazatalentos de las organizaciones de Grandes Ligas.
Los ejemplos están ahí. Alexei Ramírez, Yadel Martí, Leonys Martín, Aroldis Chapman, Yoennis Céspedes, Yasmany Tomás, José Abreu, Rasiel Iglesias, por solo mencionar algunos peloteros, salieron de Cuba rumbo al profesionalismo luego de mostrar sus cualidades en los Clásicos Mundiales.
Entonces, sin Clásico y sin acuerdo a la vista entre MLB y las autoridades cubanas para regular y normalizar el tránsito de peloteros de la Isla hacia Estados Unidos, lo más probable es que se incremente todavía más la salida de jugadores a probar suerte por los distintos canales establecidos en el Caribe.
La cancelación del Clásico, en otro orden, nos ahorra un nuevo ridículo en la parcela competitiva. Nadie cree que, luego de los sonados descalabros de los últimos años, Cuba pueda corregir el rumbo y conseguir un resultado relevante en la fuerte competición global, compitiendo contra varios de los mejores jugadores de MLB.
En cambio, la suspensión da a las autoridades de la Isla un margen de tiempo para esclarecer y viabilizar el proceso de repatriación de peloteros, así como la negociación con aquellos que están fuera del país y no tienen vínculos con la Federación Cubana. En la medida que se logre avanzar en estas dos direcciones, el país podrá formar selecciones nacionales mucho más fuertes.