La última vez que Industriales había ganado un duelo de postemporada en la Serie Nacional de Béisbol, mi abuelo no estaba jubilado y aguantaba las tensiones de un partido de vida o muerte; Aroldis Chapman solo tenía un juego salvado en Grandes Ligas; José Dariel Abreu no se había marchado del país; Ciego de Ávila y Granma no sumaban ni una corona doméstica y los hermanos Gurriel todavía eran Gourriel y jugaban en Sancti Spíritus.
Mucho había llovido desde la última victoria de los Leones en una serie de la siempre candente zona de playoff, hasta que este lunes consiguieron romper un maleficio que los persiguió durante 11 años y 2 meses. Siete duelos directos de postemporada (2 con Ciego de Ávila y Granma y 1 frente a Las Tunas y Camagüey) perdieron los azules de manera consecutiva desde 2012 hasta la fecha, la segunda racha más larga en la historia de las Series Nacionales.
Anteriormente, Sancti Spíritus estuvo 8 duelos consecutivos sin victorias en postemporada entre 2008 y 2021, mientras Isla de la Juventud también perdió 7 enfrentamientos en línea de 1999 a 2009.
En cuanto a Industriales, su último triunfo había sido el 17 de mayo de 2012, jornada que recuerdo a la perfección. En el parque Victoria de Girón, los Cocodrilos recibieron a los azules para el séptimo partido de una semifinal de infarto, que se definió esa noche con un soberbio relevo de Antonio Romero, jonrones de Rudy Reyes, Serguey Pérez y Carlos Tabares, y 4 imparables de Irait Chirino.
Ninguno de esos jugadores milita ya en las filas capitalinas, de hecho, solo 4 hombres (Oscar Valdés, Juan Carlos Torriente, Yamil Rivalta y Yasmani Tomás) de aquel equipo se mantienen activos en la actual nómina industrialista, renovada casi en su totalidad tras muchos años de éxodo y retiros.
Pero el curso de la historia siempre se puede alterar, aunque sea con nuevos protagonistas sobre el diamante. En este caso, Industriales encontró a una de sus víctimas favoritas en pleitos decisivos y aprovechó para acabar con la mencionada maldición. Sancti Spíritus, que había forzado un séptimo choque en los cuartos de final de la 62 Serie, no pudo completar la remontada y cayó por quinta ocasión antes los citadinos en 6 duelos directos de postemporada, territorio en el que no logran hacer la cruz frente a los Leones desde 2005.
Los Gallos quedaron a las puertas de un regreso estelar, pero una atrapada de altos quilates de Yosvani Peñalver en el bosque derecho certificó su eliminación en el final del noveno, con el empate en tercera y la carrera de la victoria en primera. Desplazamiento espectacular, seguimiento milimétrico de la bola y máxima concentración fueron las claves del fildeo salvador del patrullero azul, quien celebró efusivamente el engarce sobre la grama del José Antonio Huelga.
“Si me preguntan cómo pasó… ¡Ni idea! Solo sé que esa bola no podía tocar el suelo”, escribió Peñalver en Facebook poco después de un partido electrizante, en el que Industriales borró una desventaja mínima y tomó la delantera entre los 2 últimos episodios. En el octavo, Walter Pacheco vino de emergente y remolcó el empate, y en el noveno, con las bases llenas, el lanzador espirituano Yanielquis Duardo cometió un wild pitch que le abrió las puertas del plato a Jorge Alomá con la carrera de la victoria.
Peñalver, que tenía solo 20 años y no había debutado en Series Nacionales cuando Industriales ganó su último duelo de postemporada en 2012, fue el gran héroe de la noche, pero no el único. El joven Rafael Perdomo, nombrado Novato del Año de la actual temporada unas horas antes del juego, avanzó hasta el sexto episodio en rol de abridor con 3 limpias en su cuenta, mientras los relevistas Frank Herrera y Juan Xavier Peñalver retiraron a 6 de los 12 bateadores que enfrentaron por la vía del ponche y solo 2 se embasaron.
“Que orgullo de mis compañeros, todos, los que están aquí y lo q están fuera. El cuerpo y el alma lo dejamos en el Huelga… Mis respetos para los Gallos se batieron duro duro… A la afición, GRACIAS. El reto sigue”, añadió Peñalver en las redes sociales, donde recibió muchos mensajes de apoyo y felicitación tras una temporada que ha sido un auténtico carrusel de emociones para el equipo capitalino.
Para tener una idea, Industriales estaban en el fondo de clasificación luego de los primeros 25 partidos del campeonato, con decepcionante récord de 8 victorias y 17 derrotas. En ese momento, a finales de abril, muy pocos apostaban por una recuperación del plantel. Sin embargo, encontraron las fuerzas para resurgir, salir a flote y convertirse en el equipo más ganador (34 sonrisas) de los últimos 50 desafíos del torneo.
La victoria sobre Sancti Spíritus le permite a Industriales cortar la mala racha, pero también puede ser una buena señal teniendo en cuenta los antecedentes. Según el analista Yirsandy Rodríguez, de las 5 veces que los Leones han eliminado a los Gallos, en 3 han logrado salir campeones: 2004 y 2006 con Rey Vicente Anglada de mánager, y 2010 con Germán Mesa al mando.
Pero antes de pensar en campeonatos, los azules tendrán un examen de rigor en semifinales contra Santiago de Cuba, el gran clásico de la pelota cubana. Los indómitos superaron a Camagüey en 6 desafíos con buenas actuaciones de sus lanzadores y una ofensiva que, si bien no produjo mucho, supo aprovechar las brechas de los agramontinos. El partido decisivo fue una maratón de 12 entradas en la que los 2 abridores (José Ramón Rodríguez y Wilber Reina) completaron al menos 10 innings por primera vez en la historia de los playoff.
Como versa un viejo adagio beisbolero, estos choques tan largos y cerrados se definen por un error o un jonrón, y así fue. Con la opción del cuadrangular casi descartada por jugarse con una pelota que no cumple con los parámetros requeridos, era más probable un desenlace por una falla defensiva, que llegó tras un roletazo al cuadro sobre el que el torpedero agramontino cometió error en tiro. Boleto directo al club de los 4 grandes para Santiago, que no llegaba tan lejos en la Serie desde hace 15 años.
Por la otra llave de semifinales tendremos choque de trenes entre los Cocodrilos matanceros y los Leñadores tuneros, que jamás han derrotado a sus rivales de turno en 3 enfrentamientos directos de postemporada. Pero recuerden, el curso de la historia se puede alterar y siempre queda espacio para romper una maldición.