Ante la imposibilidad de mantener vínculos con los circuitos profesionales del béisbol en Estados Unidos, las autoridades cubanas del deporte de las bolas y los strikes luchan por colocar a sus mejores jugadores en diversas ligas rentadas, de las cuales Japón y México parecen tener ahora mismo la prioridad.
Así se ha podido comprobar esta semana, en la que Alfredo Despaigne y Yurisbel Gracial extendieron sus vínculos con los Halcones de Softbank, donde también militará el relevista Liván Moinelo, quien entra en el último año de su contrato.
También firmaron extensiones Ariel Martínez y Raidel Martínez con los Dragones de Chunichi, club que se ha llenado los ojos con el derecho camagüeyano Yariel Rodríguez, quien debutará esta campaña en el continente asiático por poco más de 130.000 dólares.
Además, dos clubes aztecas manifestaron su intención de contar con los servicios de César Prieto, Raico Santos, Yoenni Yera, Lázaro Blanco y Carlos Juan Viera, aunque en estos casos todavía no hay anuncio oficial de la parte cubana.
Dichas firmas e intenciones marcan una clara tendencia para las autoridades del béisbol en la Isla, quienes mantienen a Japón como el mercado de mayor nivel, pero buscan una válvula de escape secundaria que supere en calidad y remuneración económica a Canadá e Italia, los dos destinos más recurrentes de los últimos años.
Esta última variante parece ser la Liga Mexicana de Béisbol (LMB), o lo que es lo mismo, el circuito azteca de verano, torneo de larga duración –este año el calendario tendrá 102 partidos– con salarios nada despreciables y un nivel cualitativo que perfectamente supera a la Liga Canam o al certamen profesional italiano.
En los últimos años allí ya han jugado peloteros que mantienen vínculos con Federación Cubana, como Frederich Cepeda, Alfredo Despaigne, Yordanis Samón, Pedro Luis Lazo o Michel Enríquez, mientras que otros de los que han salido del país por su cuenta, también han encontrado en la LMB un escenario ideal para seguir en los diamantes cuando se le han cerrado las puertas en Estados Unidos o Asia.
Los mexicanos, por su parte, tienen las mejores referencias de los jugadores antillanos, de ahí que vean a Cuba como un mercado idóneo para explotar. No extraña entonces el interés que han despertado César Prieto, Raico Santos y Yoenni Yera en los Olmecas de Tabasco, donde el pasado año se desempeñaron tres exponentes de la Isla: Roel Santos, Ronnier Mustelier y Daniel Carbonell (ahora en Campeche).
De concretarse el interés del equipo verde por Prieto, Raico y Yera, se llevarían a tres elementos fundamentales del reciente campeonato logrado por los Cocodrilos de Matanzas. Además, sumarían efectivos con horas de vuelo en eventos internacionales con la camiseta de las cuatro letras.
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Los otros aztecas que se frotan las manos con el potencial cubano son los Saraperos de Saltillo, quien han manifestado su interés en contratar a los derechos Lázaro Blanco y Carlos Juan Viera, los principales abridores de la selección nacional en la actualidad.
Estos serpentineros se incorporarían a una notable legión cubana, integrada por el también lanzador Raudel Lazo, el infielder Josuán Hernández, y los jardineros Dariel Álvarez y Henry Urrutia, estos últimos con experiencia en MLB con los Orioles de Baltimore. Además, Blanco y Viera se encontrarían con el veterano slugger Joan Carlos Pedroso, quien actualmente funge como entrenador de los Saraperos.
Además de estos cinco jugadores, Frederich Cepeda también podría integrarse al contingente cubano de la LMB. El espirituano, cuya ficha estaba en poder de los Olmecas, fue traspasado a los Piratas de Campeche en diciembre último, y es posible que también juegue en México si se solucionan los problemas de visado que le impidieron sumarse a Tabasco el verano pasado.