Desde las 11 de la mañana no había espacio para nadie más en las gradas del parque 26 de Julio de Artemisa, abarrotado por los aficionados de los Cazadores luego de una jornada sabatina que quedará en las páginas históricas del béisbol cubano. Sin embargo, los Cocodrilos de Matanzas no creyeron en el impulso de los anfitriones ni en la presión de la fanaticada local y se impusieron con autoridad en el quinto partido final de la Liga Élite del Béisbol Cubano.
Con una ofensiva repartida y mucho más productiva que en el cuarto duelo de la definición del campeonato, los yumurinos se llevaron el triunfo 6-1, apoyados también en una gran faena monticular de la dupla Yoenni Yera-Frank Luis Medina, quienes caminaron toda la ruta a ritmo de solo una carrera y seis imparables permitidos.
Yera se presentó en su versión de as, esa que quedaron esperando los parciales matanceros en su primera presentación de la final. El zurdo liquidó siete episodios en los que solo concedió una anotación y cuatro imparables, con par de boletos. Como dato curioso, no retiró a ningún rival por la vía de los strikes, algo sumamente raro en el pitcher más ponchador de la pelota cubana en los últimos años.
“Yo pedí que nadie abriera por delante de mí en esta serie, pero en el primer partido no caminé hasta donde quería. Ahora le dije a la dirección que yo era el hombre, sabía que tenía que echarme el equipo arriba. Hoy avancé más y salió el resultado, que es lo más importante porque nos pone a un paso de ser campeones”, sentenció en conferencia de prensa Yera, sustituido por Medina, quien trabajó el octavo y el noveno sin mayores contratiempos.
El trabajo de Yera fue la clave del partido, porque supo mantener bajo control a un equipo muy inspirado después de igualar el duelo el sábado. “Tuvimos un juego cerrado hasta el séptimo, cuando se abrió. Yera se presentó en muy buena forma y no pudimos conectarle bien a la bola”, precisó tras el encuentro el mentor de los Cazadores, Yuliesky González.
Ciertamente, el choque transcurrió con diferencia de solo dos anotaciones (3-1) hasta el séptimo, cuando los matanceros fabricaron un rally de tres carreras que congeló a los Cazadores y a la tribuna. En esa entrada, un choque desafortunado entre el jardinero Luis González y el segunda base Raúl González intentando capturar un elevado sacó de juego al primero y decretó la explosión del relevista José Ignacio Bermúdez.
Ese fue el punto de quiebre del duelo, porque abrió la pizarra y evitó que Eduardo Blanco se enfrentara por tercera vez a Bermúdez, quien ya lo había ponchado en dos ocasiones. Ante un nuevo lanzador (Israel Sánchez), el jardinero central de los Cocodrilos se sacudió del dominio y pegó un doble de dos carreras que sentenció la velada.
Antes de este desenlace, Matanzas se mantuvo por delante gracias a sencillo remolcador de Blanco (impulsó tres en el partido), un boleto con bases llenas a Erisbel Arruebarrena y un error de Dayán García en la antesala sobre conexión de José Amaury Noroña, también con los ángulos congestionados. Por Artemisa, solo Frederich Cepeda pudo vulnerar el dominio de Yera con su jonrón 360 de por vida, sexto en el listado de todos los tiempos, a solo diez de Romelio Martínez.
Otra nota histórica de este encuentro fue el jit 2000 en clásicos domésticos del patrullero Ariel Sánchez. El yumurino, con 18 temporadas de experiencia en Series Nacionales, se convirtió en el vigesimoséptimo jugador que alcanza esa cifra y el quinto matancero, tras sus tíos Fernando y Wilfredo Sánchez, Eduardo Cárdenas y José Antonio Estrada.
Tras este encuentro, la final regresa al parque Victoria de Girón de Matanzas, donde los Cazadores tendrán que ganar los dos partidos para concretar una remontada que sería histórica. “Ningún juego se parece al otro. Todos los días no se puede batear, pero después de esta derrota hay que seguir peleando, no podemos darnos por vencidos”, sentenció Yuliesky González.
El mentor de los Cazadores anunció al derecho capitalino Raymond Figueredo como su abridor del próximo martes en tierras yumurinas, donde ya dio una excelente demostración en el segundo choque de la final. Además, aseguró que Yunieski García, uno de sus principales brazos durante la temporada, ha recibido el visto bueno de los médicos para trabajar después de sufrir un esguince en la semifinal contra Industriales.
Los Cocodrilos, por su parte, dependerán en el sexto partido del derecho Renner Rivero, quien hasta ahora no ha lanzado en la definición de la corona. Matanzas también debe tener listos a Noelvis Entenza, Armando Dueñas y Frank Luis Medina, los principales rostros de su bullpen, mientras el refuerzo granmense Yoel Mogena podría ver acción de ser necesario.
Armando Ferrer pide disculpas
En nuestro reporte del cuarto partido de la final de la Liga Élite, mencionamos que el mentor matancero Armando Ferrer no había hecho ninguna referencia a la labor de Erlis Casanova, a pesar de que el derecho completó toda la ruta y ganó su juego solo dos semanas después del fallecimiento de su esposa.
“Para mi gusto y para el de muchísimos fanáticos que así lo han expresado en redes sociales, Ferrer faltó al código de deportividad, ética y respeto, ya fuera por omisión, distracción o frustración por la derrota. Esa actitud podría considerarse una mancha importante entre todos los sucesos de la jornada”, escribimos en esa columna.
Solo 24 horas después de esos sucesos, el timonel de los Cocodrilos aprovechó la conferencia de prensa de este domingo para disculparse públicamente. “No tuve la gentileza de felicitar a Casanova por su gran trabajo ante un equipo como el nuestro, después del triste momento por el que está pasando. Pido disculpas a Erlis, a su familia y amigos”, sentenció Ferrer.
El experimentado mentor, que mencionó sus lazos con la familia Casanova por haber sido entrenador de Luis Giraldo en el equipo Occidentales de las Selectivas, dijo que ya le había dado personalmente el pésame a Erlis, además de transmitirle el mensaje de condolencias de todo el equipo matancero antes del partido de este sábado.
Además, dijo que antes de comenzar ese choque se paró fuera del dugout a aplaudir a Casanova en señal de respeto.