La mística rodea a Miguel Borroto. Durante años estuvo perdido del béisbol cubano, pero regresó entre las sombras y hoy no solo lidera a uno de los mejores equipos del certamen doméstico, sino que también ha sido designado manager de la selección nacional de cara al Premier 12.
Todo le ha llegado de golpe al mentor agramontino, a quien se le abrieron las puertas del equipo Cuba tras resurgir a los Toros en el clásico cubano de las bolas y los strikes, amparado en una talentosa generación y algunas figuras establecidas en el deporte nacional de la Isla.
Justo esa fórmula pretende aplicar Borroto en el conjunto de las cuatro letras, al cual comandará en noviembre próximo durante el Premier 12, evento que ofrece una plaza directa a los Juegos Olímpicos de Tokio para el mejor seleccionado de América.
En aras de conocer los puntos de vista del nuevo director del plantel antillano, OnCuba conversó con Borroto en el epílogo de la primera etapa de la 59 Serie Nacional de Béisbol.
¿Qué filosofía de juego pretende implantar en el plantel nacional?
Lo más importante a la hora de formar un equipo es escoger al hombre adecuado para responder a las exigencias y estilo de la dirección en distintas circunstancias de juego. Por eso, no se trata de escoger a los de mejores números, sino a los que puedan cumplir con el plan de juego que nos trazamos.
Otro detalle que intentaremos pulir es la disciplina técnico-táctica para tratar de sacar ventaja al contrario. Tenemos que ser conscientes de nuestras deficiencias y jugar con eso, no salir a buscar batazos porque no abundan ahora los bateadores de fuerza, sino apoyarnos en la velocidad para crear carreras.
En cuanto al pitcheo, defiendo la especialización, pero en un torneo corto como el Premier no podemos dejar que un lanzador sea castigado. Si tenemos que usar a ocho hombres en un juego, pues lo haremos, para eso armamos un staff de 13 tiradores.
¿Cree que le afecte a usted o al equipo el hecho de que lleve mucho tiempo alejado del béisbol cubano y de que reciba al conjunto solo un mes antes de la competencia?
No creo. He dirigido 45 partidos en la 59 Serie, los he visto a todos y también conozco a los que están en Japón y se van a incorporar. En muchas ligas del mundo el manager entra cuando el equipo está hecho y a partir de ese momento debe encontrar las variantes para ganar.
¿Qué información han recopilado sobre los rivales?
Me han dicho desde la Dirección Nacional de Béisbol que los estudios de contrarios ya están hechos, y nuestra misión es valorarlos en colectivo. Es decir, no solo el manager y los entrenadores, sino los atletas, que son quienes salen al terreno y se enfrentan a los rivales.
Vamos a dedicarle horas al entrenamiento en silencio, entrenamiento oscuro, entrenamiento pasivo, entrenamiento teórico, mediante el cual se puedan conocer las debilidades y fortalezas del contrario. Insisto aquí, los peloteros tienen que enfocarse muy bien este sentido, porque no vale de nada que Borroto conozca a los canadienses o a los australianos si los jugadores no interiorizan esa información.
¿Cuáles son los objetivos trazados de cara al Premier 12?
Todo el que dirige un equipo Cuba tiene que ser ambicioso, y eso, ambición, no le va a faltar a nuestra selección. Debo decirle a los fanáticos que van a ver a un conjunto combativo, aguerrido, disciplinado, que no se va a dar por perdido y que siempre va a salir a buscar la victoria.
Pero lo más importante es desarrollar una filosofía y una mentalidad de juego diferente a la que se ha visto en los más recientes torneos internacionales.
¿Ha proyectado ya titulares por posición, alineación, rotación, cerradores?
Todavía no tenemos nada escrito, porque eso no lo decide Borroto en solitario. Antes de determinar esas cuestiones hay que reunirse, todo el colectivo técnico y los peloteros. De hecho, me voy a apoyar mucho en los atletas para confeccionar la alineación, porque es imposible que cinco hombres puedan conocer más que 28.
Otro detalle, tenemos que ver la preparación y el volumen de trabajo con el que llega cada pelotero, pues llevamos varios meses jugando a las dos de la tarde. Han sido 45 partidos con un clima hostil, y quizás algunos necesiten un poco más de descanso para ponerse a punto. Nuestra misión es recuperarlos a todos en función de que rindan y aporten al equipo en la competencia.
Los Toros hacen soñar a Camagüey
Antes de la 59 Serie Nacional, los aficionados se impregnaron de optimismo con el regreso de Borroto a su quinto período al frente de Camagüey. Con él llegaban varios jugadores históricos de la provincia que reclutó bajo su mando.
Sin embargo, no estaba claro si esa fórmula les devolvería la confianza a un público cansado de tantos fiascos, pero unos meses después de su retorno a los clásicos antillanos, “El Jerarca” ha hecho justicia a su mote y los Toros están anclados en la segunda fase.
Los agramontinos culminaron la primera etapa con balance de 29 victorias y 16 derrotas, igualados con Santiago de Cuba en la cima, aunque los indómitos se llevaron el primer lugar de manera oficial al ganar el compromiso particular contra los Toros.
¿Cómo valora su retorno a la Serie Nacional después de varios años alejado?
Estuve trece años fuera: tres en Italia y diez en México. El pueblo camagüeyano nos pidió y esos atletas querían que regresara. Por eso estoy llegué al frente del equipo. Calidad y talento tenemos para conseguir los resultados, y por eso regresamos. Me he adaptado bien al torneo, y tratando de suplir los años de ausencia con el colectivo técnico que me rodea.
¿Por qué llamó a jugadores que estaban desligados del máximo nivel?
Traje a Marino Luis, Vicyohandri Odelín y Leslie Anderson, quien regresó a Cuba, y lo hice con doble propósito. Primero porque jugaron conmigo y fueron grandes peloteros, con excelente disciplina en el terreno. Merecen, por sus resultados, ser la continuidad de nosotros como entrenadores.
Y segundo, particularmente necesitaba contar en el equipo con jugadores que conocieran mi sistema de dirección y que sirvieran de apoyo para transmitir a los más jóvenes todas las ideas.
Camagüey tiene grandes talentos, sobre todo en el área del pitcheo, pero no llegaban los resultados…
El equipo está cuajado de grandes prospectos. No es llegar y ser campeones porque eso lleva un proceso. Cuando ellos conozcan y sepan lo que es ganar, van a luchar campeonatos porque el cambio de mentalidad en un conjunto es muy importante.
¿Qué le falta a Yariel Rodríguez y Yosimar Cousín para dar ese salto de calidad que todos esperan?
Yariel es un gran lanzador. Va encaminado a convertirse en un grande. Lo tiene todo para triunfar. Cousín está mejor este año, y demostrará su calidad en lo que resta de campaña. Creo que si mejoran el control serán de los mejores lanzadores de Cuba.
¿Por qué utilizó a Yariel como relevista en algunos juegos?
Comenzamos con una rotación de cinco abridores, pero producto de la lluvia a veces se fue de rotación, y entonces decidimos sustituir su bullpen para que actuara ante bateadores. Ya no debe relevar más, es nuestro primer abridor.
No se habla mucho de Frank Madam, pero siempre cumple desde la lomita…
Ganó seis partidos y casi siempre camina los juegos, algo muy importante en un béisbol sin mucha profundidad en el relevo. Lo que pasa con Madam es que está a la sombra de grandes talentos, pero es uno de nuestros lanzadores más estables y creo que es muy merecida su inclusión en el equipo nacional.
¿Le preocupan los fallos defensivos que tuvo el equipo en juegos importantes?
La defensa nos traicionó sobre todo por la noche en Camagüey. Perdimos dos subseries ante Pinar del Río y la Isla de la Juventud por errores al campo. Se debió, en gran medida, a que los muchachos no habían jugado de noche y ese cambio brusco los afectó considerablemente. Regresamos a jugar de día y no afrontamos más problemas.
El público camagüeyano no ha dejado de apoyarlos en ningún momento…
Hemos jugado con presión, pero presión de nuestra parte. Siempre hemos contado con ese décimo pelotero que es la afición. Camagüey es una ciudad muy culta, sin menospreciar a las restantes de Cuba, pero mi ciudad tiene una cultura natural con un sentido hacia el béisbol enorme. Lo más bonito que pueden hacer los aficionados es cumplirle a sus peloteros. Hay una fusión entre veteranos, jóvenes, equipo y el público que ha funcionado muy bien.
Siempre pondera su cuerpo de dirección…
Tengo un cuerpo de dirección excelente. Soy honesto. Tuve la inmensa suerte de que llegaron hombres hacia mí como Felipe Sarduy, el avileño Darío Cid, Pedro Luis Lazo, quien ha sido uno de los mejores lanzadores de Cuba, y Alexander Infante, un gran entrenador de pitcheo. Mi cuerpo de dirección es excepcional. No conozco a los restantes, pero puedo hablar por el mío. Es el mejor cuerpo de dirección que he tenido.
Justamente, ¿cuál es la planificación para la dirección de Camagüey en este tiempo que usted estará al frente de la selección nacional?
Eso realmente no lo vemos como un problema, porque Sarduy va a quedar al frente del equipo y Luis Campillo estará por Pedro Luis Lazo en el área del pitcheo. El problema está en que perdemos al torpedero titular y cuarto bate del equipo, así como los tres principales lanzadores, es decir, cuatro de los hombres fundamentales en nuestra clasificación.
Suplir ausencias de este tipo resulta casi imposible, por eso creo que la manera de escoger los refuerzos no es la más justa. Allí van a salir más fuertes los equipos que no aportan nada o que aportan muy poco a la selección nacional.
Considero que lo más justo sería completar la nómina de los conjuntos afectados y después pedir normalmente los cinco refuerzos que están establecidos. Insisto, primero deberíamos los afectados cubrir las posiciones de quienes se van al equipo Cuba.
¿Futuro y objetivos de Camagüey en la Serie?
Yo soy muy objetivo, y no puedo decirte ahora que vamos a clasificar a los play off o que vamos a bajar el rendimiento. No puedo decírtelo porque ahora mismo no sé cuál va a ser mi equipo. Prefiero no hablar por hablar, pues durante 18 juegos no tendremos a varios de nuestros mejores hombres y es una incógnita lo que pueda pasar en ese tiempo.
¿Contento con el regreso y con la mística que rodea su figura?
Lograr que la afición recobre la confianza en el equipo, y que el estadio se llene es la alegría más grande que he recibido. Ese era el primer objetivo, y lo hemos cumplido. Estamos muy felices con eso.