Un gran total de 31 lanzadores en la historia de Grandes Ligas han logrado alcanzar la cifra de 300 juegos salvados en el mejor béisbol del mundo, pero de ellos, solo seis han escalado al siguiente nivel completando los 400 rescates. Los privilegiados son tres inmortales de Cooperstown como Mariano Rivera, Trevor Hoffman y Lee Smith, escoltados por Francisco Rodríguez, John Franco y Billy Wagner.
El cubano Aroldis Chapman, miembro de los New York Yankees, superó los 300 salvamentos durante la pasada temporada, y en el actual curso subió al puesto 24 de todos los tiempos con nueve rescates en los dos primeros meses de la contienda. Sin embargo, una lesión en el tendón de Aquiles y su desempeño inestable podrían poner en riesgo sus pretensiones de avanzar al Top-15 de los mejores cerradores de MLB.
Chapman necesita 26 salvados más en su empeño de alcanzar a todo un miembro del Salón de la Fama como Rollie Fingers en el puesto 15 del listado histórico. A priori, no es una cifra prohibitiva para el holguinero, quien podría completarla esta misma campaña si tenemos en cuenta que ha registrado más de 30 salvados en ocho de sus 11 temporadas en funciones de cerrador.
La cuestión en este punto es su salud y su rendimiento, dos aspectos que preocupan. En principio, Chapman solo tiene una inflamación en el tendón de Aquiles, pero necesita cuidarse con extremo cuidado y fortalecer ese plano a fin de evitar roturas. Los Yankees lo han colocado en la lista de lesionado por espacio de 15 días, pero no está claro si necesitará más tiempo de recuperación.
Al margen de esto, el zurdo afrontó un bajón en su rendimiento que, según sus propias palabras, no estuvo asociado a la lesión. Durante sus primeras 12 salidas de la campaña los rivales le batearon para un pobre línea ofensiva de .111/.256/.139 (Average/Promedio de embasado/Slugging) , pero después lo bombardearon en sus cinco presentaciones siguientes, en las que aceptó nueve hits (dos jonrones), seis anotaciones, con un OPS rival de 1.469.
A todo esto debemos añadir un detalle al que ya nos hemos referido antes: sus promedios de velocidad. Tomando como referencia la presenta temporada, Chapman ha bajado su media de velocidad con la recta de cuatro costuras (96.8 millas), la sinker (100.2) y la slider (84.2), indicadores que son, por mucho, los más bajos de su carrera. En gran medida, esto ha provocado que los rivales logren contactos más efectivos, como lo evidencia el hecho de que el 39% de los batazos permitidos por el zurdo son considerados Hard Hit (95 millas o más), el segundo peor registro de su trayectoria tras el 40% del pasado año.
Por si fuera poco, Chapman tiene competencia en los Yankees, un detalle que no podemos obviar. El derecho Clay Holmes ha sido el mejor relevista de la temporada en la Liga Americana, con efectividad de 0.36, 26 ponches y solo dos boletos frente a los 89 bateadores que ha enfrentado.
Holmes suma 24 entradas consecutivas sin permitir carreras este año, la mejor racha de las Mayores. En total, ha lanzado en 23 partidos, y en 21 de ellos los Yankees han terminado ganando, por lo que se presenta como una especie de talismán para los Bombarderos del Bronx. El apagafuegos ha tomado el puesto de Chapman tras confirmarse su lesión y está por ver si lo conservará cuando el zurdo regrese.
Néstor Cortés es candidato al Cy Young
Es un hecho, todas las semanas tendremos que hablar sobre Néstor Cortés Jr., el mejor lanzador cubano en Grandes Ligas durante la presente temporada. El zurdo de los Yankees es líder en WAR entre los pitchers (2.3) y tiene el más bajo promedio de jits permitidos por cada nueve entradas (5.604), sin obviar que marcha segundo en efectividad (1.70) y en promedio de corredores embasados (WHIP) con 0.849.
El antillano dibujó su última joya el pasado jueves frente a Tampa en el Tropicana Field, donde silenció a una multitud de 14 mil fanáticos. Ocho entradas, cuatro jits, una carrera, un boleto y cinco ponches fue el gasto de Cortés, quien obtuvo su cuarta victoria de la temporada y se reafirmó como sorprendente candidato al premio Cy Young.
Aunque todavía resta mucho camino por recorrer, el zurdo de los Yankees ha puesto a soñar a los seguidores cubanos, que solo han celebrado un Cy Young en la historia, hace más de medio siglo. El protagonista de aquella hazaña fue Mike Cuéllar, en 1969, cuando ganó 23 partidos y dejó efectividad de 2.38 en 290 entradas de labor.
Pero si comparamos los primeras nueve salidas de Cuéllar en el 69 con las nueve presentaciones de Cortés este año, nos daremos cuenta que el chico de los Yankees lleva un ritmo mucho más consistente. Por ejemplo, el promedio de limpias de “Nasty” Néstor es de 1.70, mientras el zurdo de los Orioles tenía efectividad de 2.62 en dicho lapso.
Cortés también lleva ventaja sobre Cuéllar en ponches propinados (61 por 37) y su WHIP igualmente es superior (0.849 por 1.056). Entre todos los abridores cubanos de la historia, solo tres han logrado mejor efectividad que el zurdo de los Bombarderos del Bronx en sus primeras nueve aperturas: Luis Tiant (1.11 en 1968), Diego Seguí (1.51 en 1970) y Mike Cuéllar (1.59 en 1968).
Por cierto, desde Dave Righetti en 1981, ningún otro lanzador de los Yankees había logrado un promedio de limpias inferior a 1.70 luego de sus primeras nueve salidas como abridor. Cortés, definitivamente, está rompiendo todos los moldes.
El sistema Soler
Desde que el sistema Statcast se implementó en todos los estadios de Grandes Ligas en el 2015, un total de 35 cubanos han conectado al menos un jonrón, y 33 de ellos lograron que alguno de esos batazos fuera más allá de los 400 pies. Los únicos que quedaron por debajo de esa marca fueron Dariel Álvarez y Henry Urrutia, pero ellos tuvieron muy poco tiempo en las Mayores para demostrar su verdadero poder.
Aunque a veces este tema del tiempo es engañoso, como quedó demostrado con Rangel Ravelo. El habanero consumió menos de 85 turnos en MLB, pero en ese lapso se anotó el jonrón más largo de un cubano en la era Statcast, con un estacazo de 487 pies ante el lanzador Tim Melville, quien vio volar la pelota en el Coors Field de Colorado, el 12 de septiembre del 2019.
Ni siquiera Jorge Soler, José Abreu o Yordan Álvarez han podido acercarse a la marca de Ravelo, quien ha jugado en Japón durante los dos últimos años. Estos tres hombres son los máximos referentes de poder para Cuba en las Mayores tras el retiro de Kendrys Morales, otro que se destacaba por sus bambinazos descomunales.
De ellos, Soler le ha tomado el gusto a los cuadrangulares kilométricos, de hecho, lidera a toda la armada cubana de Grandes Ligas en vuelacercas de más de 400 pies si tomamos como referencia los jonrones conectados del 2019 hasta la fecha. En estas cuatro campañas, el chico de Melena del Sur ha despachado 68 pelotas a más de 121.92 metros, sumando los dos que consiguió esta semana frente a Charlie Morton (413) y Drew Rasmussen (425).
Soler es el segundo jugador de Grandes Ligas con más batazos de vuelta completa superiores a los 400 pies, justo por detrás de Pete Alonso (75). Ellos dos, junto al dominicano Nelson Cruz (64) y Mike Trout (60), conforman el exclusivo grupo que han superado dicha distancia al menos en 60 ocasiones desde el 2019.
Pero la magnitud del show de Soler es mucho mayor. Si buscamos a los bateadores que más veces han superado la marca de 440 pies, el cubano lidera la lista junto a Alonso, ambos con 19, seguidos de cerca por C.J. Cron (17), Fernando Tatis Jr. (16) y Trout (16).
Estos datos dan la medida del poder de un hombre que tiene como récord un jonrón de 468 pies el pasado 29 de abril. ¿Logrará irse por encima de esa marca en el futuro? Asumo que no será fácil, pero el él quien dicta las leyes en el sistema Soler.
Adolis García, indomable en los epílogos
Durante la última semana, el patrullero cubano Adolis García ha pegado al menos dos imparables en cuatro partidos diferentes, con un remolque en cada uno de esos encuentros. En total, sumó ocho jits —de ellos cuatro dobles— entre el 21 y el 27 de mayo, con promedio de .333 en ese lapso.
A simple vista, es un rendimiento de lo más normal, sin detalles extraordinarios, pero si profundizamos un poco llegaremos a la conclusión de que Adolis es un monstruo muy peligroso en las postrimerías de los partidos. Si tienen dudas, los invito a observar estos datos:
* El pasado 21 de mayo, en el duelo entre Texas y Houston, Adolis remolcó una carrera en la octava entrada con un sencillo al central.
* El pasado 24 de mayo, en el duelo entre Texas y los Angels, Adolis remolcó una carrera en la novena entrada con doble al derecho.
* El pasado 26 de mayo, en el duelo Texas y Oakland, Adolis García remolcó la carrera de la ventaja para su equipo en la novena entrada con un doble al izquierdo.
* Anoche, en otro duelo entre Texas y Oakland, Adolis remolcó la carrera del empate para su equipo en la octava entrada con un doble al central.
Podríamos pensar que la producción del avileño esta semana entre octavo y noveno inning no es más que una coincidencia, pero de nuevo estaríamos subestimando su capacidad para batear en la recta final de los encuentros.
Para situarnos en perspectiva, les digo que desde el 2021 hasta la fecha, Adolis es el jugador de Texas que más carreras impulsa (35) en el tercio conclusivo (del séptimo al noveno) de los partidos. Su producción en estas circunstancias lo ubica entre los 20 mejores de Grandes Ligas en el mismo lapso, lo cual no es poca cosa.
El antillano también es líder en empujadas de los Rangers en el noveno capítulo (nueve) y en extrainnings (ocho) desde el pasado curso. Por cierto, en entradas extras ha sido el mejor de las Mayores junto Jeimer Candelario y Kevin Pillar.
Una vez en la historia
Brian Serven, un chico de 27 años natural de Palm Desert, debutó en Grandes Ligas el pasado 18 de mayo en el duelo entre Colorado y San Francisco. Solo consumió dos turnos sin nada más que un rolling a segunda y un elevado al derecho. Pero el máscara de los Rockies estaba a tiempo para hacer historia en el inicio de su carrera, y así sucedió tan pronto como en su segundo partido en el Big Show.
Tres días más tarde, en un choque contra los New York Mets, Serven se sacudió de todos los fantasmas y los fallos de su anterior presentación quedaron en el olvido. En su primer turno, pegó un cuadrangular de dos anotaciones frente a Trevor Williams, y en su tercer viaje al plato repitió la dosis con otro bambinazo de dos carreras, ahora contra los envíos del relevista dominicano Adonis Medina.
¿En qué consiste la exclusividad? Pues les contamos que ninguno de los más de 22 mil hombres que han desfilado por las Mayores había pegado dos jonrones de dos o más carreras en un mismo partido para sus primeros imparables de por vida.
“Ha sido un buen día (…) Aunque bastante surrealista. Buddy Black (su manager) y todos me decían que es el mismo juego que has jugado desde que eras un niño pequeño. Así que sigue haciéndolo. Y diviértete”, relató Serven en un reporte de MLB.
El receptor de Colorado siguió las instrucciones al pie de la letra y se convirtió en el segundo jugador de la franquicia en conseguir que sus dos primeros jits en Grandes Ligas fueran vuelacercas. Antes lo había hecho el torpedero Trevor Story en el 2016, aunque –a diferencia de Serven–uno de sus bambinazos fue con las bases limpias.
La actuación mereció los elogios de personajes como Vinny Castilla, una referencia de los Rockies. “Eso ha sido hermoso, hombre”, le dijo el mexicano a Serven, quien considera que la fortaleza mental ha sido clave en su éxito.
“Tengo mucha confianza en mi capacidad, la he tenido durante años. Por eso fui a Arizona State. Por eso me reclutaron. Por eso he seguido mejorando. Con la mejora continua, hay confianza en lo que haces y en lo que crees. Tengo esa constante necesidad y el deseo de mejorar, lo cual me ayuda a seguir motivado por más”.