El slugger cubano Jorge Soler fue canjeado en las últimas horas de los Atlanta Braves a Los Angeles Angels, que se convertirá en el sexto equipo de su carrera en Grandes Ligas desde que debutó en 2014 con los Chicago Cubs.
Los angelinos y los Braves llegaron a un acuerdo para la movida del antillano poco tiempo después de que cayera el último out de la Serie Mundial con la victoria de los Dodgers. A cambio, el lanzador derecho Griffin Canning llegará a Atlanta, donde presumiblemente pasará a ocupar un puesto en la rotación para la temporada de 2025.
El canje permitirá a los Braves liberar espacio en su nómina, pues debían afrontar el pago de 26 millones de dólares a Soler en las dos siguientes campañas que le restan en su contrato. Además, añaden algo de profundidad a su picheo y evitan tener dos jugadores con altos salarios peleando por el puesto de bateador designado.
Soler, aunque comenzó su carrera como jardinero, ha tenido muy poco volumen de juego en las praderas desde su irrupción en MLB, al punto de que en 11 campañas en Las Mayores solo en dos ha participado en más de 60 partidos como guardabosques. Esto suponía un conflicto para Atlanta, pues cuentan como designado con el dominicano Marcell Ozuna, uno de los mejores productores de la Liga Nacional en 2024.
Para los Angels, la llegada de Soler es la primera de varias que pretenden acometer en la presente temporada baja, según declaró Perry Minasian, gerente general de la franquicia californiana.
“Fue un movimiento que sentimos que necesitábamos hacer más temprano que tarde. Pasamos las últimas tres semanas analizando nuestro club, sus fortalezas y debilidades. Identificamos a Jorge como alguien que realmente encajaría. Es un bateador derecho de poder, alguien que puede cambiar un juego con un solo golpe y puede jugar en los jardines si es necesario”, precisó Minasian.
Los angelinos tuvieron el tercer promedio de slugging (.369) más bajo de MLB en 2024, únicamente por delante de los Rays (.366) y los White Sox (.340). En principio, la llegada de Soler les ofrecerá mejores opciones en el bateo de fuerza, pues el cubano ha despachado 191 pelotas más allá de los límites desde su estreno hace ya una década.
Soler conectó 48 jonrones en 2019 con los Royals, lo que representa el récord antillano para una temporada. Después, coleccionó 27 cuadrangulares en 2021, 36 en 2023 y 21 en 2024, las campañas en las que ha podido estar de manera estable en el diamante sin lesiones de gravedad.
El cubano se sumará a un grupo de jardineros en Los Ángeles compuesto por Taylor Ward, Jo Adell, Mickey Moniak y Mike Trout. Este último es la gran estrella del equipo, pero también la mayor incógnita, pues en cuatro de las cinco temporadas más recientes no ha podido jugar más de 82 encuentros.
Probablemente, Trout consuma más turnos como bateador designado que como jardinero, lo cual obligaría a Soler a pasar más tiempo en las praderas. “No tengo problemas donde sea que me pongan. Voy a estar listo para lo que el equipo quiera de mí”, sentenció el caribeño poco después de conocer sobre su cambio a los Angels.
A su favor, en la franquicia californiana se encontrará con el manager Ron Washington, quien era uno de los coaches de Atlanta en 2021 cuando ganaron la Serie Mundial con Soler como MVP del Clásico de Otoño. “Tuve una gran relación con él cuando estábamos en Atlanta y espero que continuemos esa relación durante mi tiempo con los Angelinos”, precisó el slugger de 32 años.
Cubanos en los Angels, una historia de más de 60 años
Jorge Soler se convertirá en el cubano número 25 que vista la camiseta de los Angelinos en Grandes Ligas desde la creación de la franquicia en 1961. El primer antillano en el plantel fue Julio Bécquer en esa misma temporada de debut, pero solo participó en 11 encuentros y consumió nueve comparecencias al plato sin jits y un boleto.
Posteriormente, José Cardenal fue un activo importante de los Angelinos entre 1965 y 1967, lapso en el que acumuló 94 extrabases, 132 remolques y 71 bases robadas en 396 desafíos. También pasaron por el plantel otros ilustres del béisbol cubano como Jackie Hernández, Joe Azcue, Tony González, Leo Cárdenas o Bert Campaneris, aunque ninguno logró números relevantes en California.
Entre los lanzadores, Luis Tiant o Mike Cuéllar, dos de los mejores serpentineros cubanos en la historia de Las Mayores, cerraron sus respectivas carreras con los Angels, pero lo hicieron con más penas que glorias. De los tiradores antillanos en la franquicia, el mejor fue Marcelino López, quien ganó 14 partidos en 1965 con efectividad de 2.93.
En realidad, la primera gran estrella cubana con los Angelinos fue Kendrys Morales, a quien pertenecen la mayoría de los récords ofensivos de antillanos para una temporada. En 2009, cuando quedó quinto en las votaciones por el MVP de la Liga Americana, el estelar bateador ambidiestro pegó 173 jits, 43 dobles, 34 jonrones, impulsó 108 carreras, anotó 86 y dejó una línea (Average/Promedio de embasado/Slugging/OPS) de .306/.355/.569/.924.
Kendrys apuntaba a consolidarse como uno de los mejores bateadores de MLB, pero una grave lesión en 2010 cortó su progresión y lo dejó casi dos años fuera de los diamantes. No obstante, con los Angelinos logró 179 extrabases, 79 jonrones, 265 impulsadas, 216 anotadas y OPS de .823 en 464 partidos.
Tras Kendrys, otros cubanos como Yunel Escobar y Raisel Iglesias también han tenido un paso destacado por la organización en el presente siglo, en el que también han vestido la camiseta roja el pinareño Yoslán Herrera, el habanero Odrisamer Despaigne, el matancero José Miguel Fernández, el mayabequense José “Candelita” Iglesias y el villaclareño Víctor Mederos.