Shea Langeliers, receptor de los Athletics, solo se había enfrentado una vez en su carrera a Aroldis Chapman. Fue en mayo de 2024, cuando el cubano vestía el uniforme de los Pirates, y la historia acabó con un ponche sin tirarle. Desde aquel momento, mucho han cambiado las cosas para los dos peloteros, que con el tiempo han logrado superar escalones y ascender en el mejor béisbol del mundo.
Por una parte, Langeliers es uno de los 13 jugadores que han pegado al menos 30 jonrones en 2025, mientras Chapman se ha consolidado como el mejor relevista de Grandes Ligas con 37 años de edad y 16 temporadas de servicio entre varias organizaciones. Entonces, cuando ambos se cruzaron este miércoles en Sacramento, era de esperar que saltaran chispas…
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El “Misil Cubano”, que no permitía un jit desde el 23 de julio con los Red Sox, retó mayormente con sliders al receptor de los Athletics y este aprovechó uno de los rompientes en la zona exterior para mandar un largo batazo entre el jardín izquierdo y el central. La bola cayó en territorio de nadie a 368 pies del plato y rompió el encanto de Chapman, quien sumaba 17 partidos consecutivos sin que le conectaran ni un imparable.
Durante su cadena, la tercera más larga en la historia de MLB, el zurdo enfrentó a 50 bateadores y solo se le embasaron cinco, cuatro de ellos por boletos y uno por un wild pitch después de un ponche. En esos 17 encuentros sumó 14.2 entradas sin que le anotaran carreras, con 12 salvados, una victoria y 21 ponches.
Pero nada dura para siempre, mucho menos en un deporte tan impredecible como el béisbol. Eso lo sabía bien Shea Langeliers, quien, lejos de presionarse, se paró en el cajón de bateo a divertirse y consiguió un doblete crucial en el desenlace final del partido, en ese momento empatado a cuatro carreras.
“No pensaba en la racha, pero sí sabía que iba a un turno contra uno de los mejores. En un momento así, uno simplemente tiene que ser constante, a ser el mismo, a no esforzarse demasiado y a simplemente disfrutar del momento”, apuntó Langeliers al medio local The Sacramento Bee.
Hasta ese batazo, Chapman había dado la impresión de ser invencible, o al menos esa era la sensación de los contrarios luego de cuatro meses fabulosos. Desde el 9 de mayo hasta el 9 de septiembre, el relevista de Cayo Mambí acumuló 46 salidas en las que retiró a 63 rivales por la vía de los strikes y solo permitió tres carreras limpias en 42.2 innings, para efectividad de 0.63.
“Hay que pasar página, es parte del juego. En un momento dado le iban a conectar y simplemente sucedió, fue hoy”, dijo el mentor Alex Cora al Boston Herald.
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Después del doble de Langeliers, Chapman sacó el primer out del noveno y se colocó en posición de llevar el partido a extrainnings, pero Lawrence Buttler le pegó sencillo y los Athletics dejaron al campo a los Red Sox. El patrullero cazó una recta de 100 millas y logró una conexión débil pero bien ubicada.
Este fue un desenlace inesperado, porque Buttler bateaba .181 contra zurdos, con solo siete impulsadas en más de 100 turnos oficiales, mientras al taponero antillano le promediaban menos de .130 los mal llamados bateadores de la mano equivocada.
A pesar de la derrota, Chapman mantiene unos números impresionantes en 2025. Su efectividad es de 1.14 y su promedio de corredores embasados por entrada (WHIP) es de 0.669, lo mejores indicadores de su carrera. Además, suma 81 ponches en 55.1 entradas, 29 salvados y cuatro victorias.