Hace poco más de dos meses, la pandemia del coronavirus frenó el ímpetu competitivo en Cuba y en prácticamente todos los rincones del mundo, que vio como la inmensa mayoría de los eventos del músculo quedaron suspendidos, mientras solo unos pocos atrevidos apostaron por seguir en juego.
En este escenario de casi absoluto aislamiento, han ganado protagonismo las competencias virtuales y online, desde un sinfín de torneos de ajedrez hasta lides de salto con pértiga transmitidas en vivo desde los jardines particulares de los mejores exponentes del orbe.
El béisbol no se ha quedado atrás y también ha mutado a las redes para mantener viva la llama de millones de fanáticos, ansiosos por la vuelta a la acción en los diamantes. En Estados Unidos, por ejemplo, se está simulando la temporada 2020 de MLB y también se desarrolló el Dream Bracket, otra lid virtual que involucró a las novenas ideales (históricas) de las 30 franquicias del circuito.
La última de estas propuestas tuvo un éxito rotundo, pues permitió incluir en un mismo torneo a las grandes estrellas del pasado y las luminarias del presente, así como equipos conformados por estelares de las Ligas Negras y los mejores jugadores Sub-25 de la actualidad. Un sueño hecho realidad para millones de fanáticos.
Cuba no está habituada a dichas propuestas digitales, pero el ingenio, la creatividad y la eterna pasión por el deporte nacional ha propiciado el surgimiento de la Serie Virtual de béisbol, evento que lucha por romper la monotonía del aislamiento y mantener el debate sobre pelota en la Isla.
Detrás del sui generis proyecto está Reynier Batista, periodista de la radio y la televisión cubana, quien ha establecido una alianza por la plataforma Deporcuba, enfocada en difundir contenidos muy variados sobre el deporte cubano y sus protagonistas. Ellos, a su vez, se apoyan en la agencia de marketing WIMS, en el grupo Cuban Trail Team y en el restaurant La Fela, patrocinadores de la Serie.
La Serie Virtual de los dados reales
Contrario a lo que pudiéramos pensar, esta iniciativa “Made in Cuba” no es sosa, fría o carente de emoción, más bien se desarrolla por cauces muy originales, pues, a pesar de ser una propuesta virtual, sus resultados no se definen por simulación, sino que se apuesta por el lanzamiento de dados para los desenlaces.
Los encargados de realizar los tiros son personalidades del deporte, peloteros activos, artistas y periodistas. Por ejemplo, en la primera semana del torneo lanzaron los dados los jugadores Yosvani Peñalver y Oscar Valdés, el humorista Otto Ortiz y los reporteros Joel García y Carlos Hernández Luján.
Todas estas sesiones se transmiten en vivo por las redes sociales y el canal de Youtube de Reynier Batista, quien, entre tirada y tirada para definir los resultados, conversa con los protagonistas sobre diversos aspectos de interés vinculados al propio entrevistado y a la actualidad del béisbol cubano.
La esencia del campeonato es bastante sencilla, porque concursan los 16 equipos de la Serie Nacional de Béisbol. Los mismos celebran subseries de tres partidos ante cada contrincante, para un total de 45 en la etapa clasificatoria, dando paso luego a la postemporada con las ocho mejores selecciones, las cuales se eliminan 1ro vs. 8vo; 2do vs. 7mo; 3ro vs. 6to y 4to vs. 5to.
Las reglas y los participantes
Lo más atractivo de la lid, sin dudas, es el lanzamiento de los dados para definir las carreras por encuentros de cada equipo y sus respectivos acumulados de jonrones, apartado que se compila para romper –de ser necesario– empates entre tres o más conjuntos al final de la etapa clasificatoria.
Por ejemplo, en la jornada más reciente, desarrollada este viernes, se jugó el clásico del béisbol cubano entre Industriales y Santiago de Cuba en el parque Guillermón Moncada. Los Azules, como eran visitadores, lanzaron primero los dos dados para definir su acumulado de carreras en el duelo inicial de la subserie.
De la mano de Hernández Luján, presentador del popular programa “Bola Viva”, los Leones lograron seis anotaciones, mientras el disparo de los indómitos quedó en cinco, por lo que los capitalinos se llevaron la victoria por la mínima. En el segundo choque del compromiso, Industriales repitió el éxito 11-7, mientras las Avispas salvaron la honrilla en el cierre con pizarra de 8-7.
Posterior a la definición de los tres partidos, se procede al lanzamiento de un solo dado para conocer la cantidad de jonrones de cada equipo en la subserie. En este caso, los Azules pegaron cinco vuelacercas y los santiagueros uno.
Pero hay algunas reglas adicionales que también inciden en los desenlaces de los partidos y, a la larga, en las posiciones del campeonato. Por ejemplo, si un equipo lanza un doble cinco, perderá automáticamente el choque y su marcador será una carrera menos que lo conseguido por el oponente.
En cambio, si una novena consigue un doble tres, gana el juego y el marcador será una carrera más que su oponente. En caso de que uno lance el doble cinco y otro el doble tres, gana el que lanzó el doble tres y su seis de total será tomado como referencia. El marcador final será 6-5.
Los jonrones, como ya habíamos dicho, son el primer indicador de desempate entre tres equipos o más, pues si dos selecciones quedan igualadas en su balance de victorias y derrotas, avanzaría a la siguiente ronda el ganador de la subserie particular.
En cuanto a los participantes, no hay límites ni requisitos especiales, solo enviar un correo electrónico (a la dirección deportesbatista@gmail.com) manifestando su interés en competir. Eso sí, cuando se inscriba debe seleccionar un equipo, pues habrá premios al final.
Al cierre del torneo, todos aquellos que hayan elegido al conjunto que subió a lo más alto del podio, serán ganadores y sus nombres serán sorteados también para elegir al único ganador. Esta persona tendrá como premio una recarga internacional, y si vive fuera de Cuba puede elegir un familiar en la Isla que sea beneficiado.
¿Qué dicen los protagonistas?
“Mi tiro de dados fue un desastre. Perdieron todos a los que le fui”, aseguró Otto Ortiz al comentar sobre su experiencia en el lanzamiento. El humorista, en diálogo exclusivo con OnCuba, dijo que sus tiros significaron derrotas de Pinar, Matanzas e Industriales, algunos de los equipos que quería ganaran.
“Fíjate que pienso este año no irle a industriales… va y así ganamos”, bromeó Otto, uno de los más reconocidos parciales de la nave azul.
Pero más allá de resultados, el humorista alentó a los aficionados a seguir apoyando la iniciativa. “El tiempo dirá hasta qué punto la Serie Virtual se aleja o se imbrica con la serie real. ¿Te imaginas que los resultados finales sean los mismos?”, apuntó.
Por su parte, Yosvani Peñalver, uno de los mejores jugadores de los Leones en la pasada campaña y miembro de la preselección nacional, afirmó a OnCuba que la pasó muy bien durante el lanzamiento de dados en la primera jornada del torneo.
“Había un poco de suspenso al principio, pero después todo fluyó súper bien. Creo que es una gran idea que nos saca de la monotonía en estos tiempos de coronavirus”, precisó Peñalver, quien lamentó no conseguir la victoria para los Azules.
“Le puse interés, como mismo lo hago cuando salgo a batear o defender, pero no pude ganar la subserie de Industriales. Por suerte es solo un juego”, comentó entre risas.
Tanto Peñalver como Otto Ortiz se mostraron complacidos por el formato del programa, que da mucho margen para conversar sobre temas personales y de actualidad.
Al respecto, el humorista explicó que las preguntas entre subserie y subserie fueron muy interesantes. “No todos los días se tiene a un comentarista deportivo delante para decirle lo que los aficionados creemos de ellos”, abundó.
Una Serie ¿por amor al arte?
Se pudiera pensar que un torneo de este tipo tiene la única misión de sacarnos del aburrimiento y la monotonía provocada por la cuarentena. Ciertamente, ese es uno de sus objetivos, pero hay mucho más detrás de una iniciativa pensada también para provocar el intercambio de los usuarios en las redes.
“Todo esto levanta polémica, porque la gente empieza a llevar a la vida real los resultados del juego”, consideró Peñalver, consciente del revuelo que prima en las diversas plataformas virtuales entre los fanáticos beisboleros de varios equipos, quienes no quieren perder.
Y, en efecto, las rivalidades salen a relucir, se rescatan números históricos, se reviven episodios gloriosos del pasado y estrellas de todas las épocas. En fin, se desata una espiral de comentarios vinculados a distintas cuestiones de nuestro béisbol, las cuales, si se dan sobre la base del respeto y el civismo, pueden convertirse en un debate constructivo.
De acuerdo con las palabras de Otto Ortiz, esta iniciativa y cualquier otra cosa que se haga por levantar el béisbol cubano, es válido en estos tiempos.
“Ver que Reynier Batista se empeña en crear un evento virtual donde sigamos una serie nacional que se atrasa por razones obvias, nos da una medida de la pasión de un deporte que se bate con el fútbol por lograr el lugar privilegiado de los aficionados”, sentenció Otto.
El humorista alabó el trabajo de Batista y otros periodistas como Yasel Porto, quienes “buscan mecanismos actuales para arrastrar a los aficionados” e involucrar a “deportistas, artistas, comentaristas y pueblo en general” con el único objetivo de que no muera la pasión.