La campaña de Grandes Ligas en Estados Unidos está en marcha. Como se ha vuelto habitual en los últimos años, varios peloteros cubanos con cartel de estrella tenían su puesto seguro, incluso, desde antes de comenzar los entrenamientos de primavera. Otros se reafirmaron precisamente en la pretemporada, y un grupo más pequeño necesitaba demostrar que podían iniciar la contienda en el máximo nivel.
Justo sobre los que generaban más incertidumbre tratará la primera entrega de Strike Tres en la temporada de 2023, enfocada en lo que sucedió durante marzo. El período fue crucial para muchos jugadores, que debían lucir para ser incluidos en el roster de 26 de sus respectivas franquicias. En el caso de los cubanos, quedaron varias historias destacadas. Sin más, cantamos Play Ball!
Oscar Colás se ganó un puesto como se esperaba
La historia del santiaguero Oscar Colás viene creciendo después de su primera temporada profesional en los Estados Unidos. Luego de salir de la isla, romper su contrato con la Federación Cubana de Béisbol y los Halcones de Softbanck (Japón) y atravesar asuntos legales, logró firmar con los White Sox, y ha aprovechado muy bien el tiempo.
El indómito fue mejorando a medida que escalaba niveles. Colás sorprendió a muchos scouts y varios directivos de la organización. Tiene un gran potencial. Entre sus cualidades destacan el bateo para la banda contraria (40 % de sus conexiones en Clase A+ y Doble A), aunque los especialistas aseguran que puede utilizar todo el campo.
Desde noviembre de 2022 el gerente general de los White Sox, Rick Hahn, había dejado entrever las pretensiones que tenía con Colás. “Estará en la carrera por el puesto de titular en el jardín derecho”, apuntó Hahn a la prensa, algo que después recalcó el nuevo manager de Chicago, Pedro Grifol.
“Él viene aquí a trabajar. Está compitiendo por un trabajo. Él lo sabe. Esto es lo que le encanta hacer y se enorgullece de ello. Hace muchas buenas preguntas. Es extremadamente detallado para ser un niño pequeño. Obviamente tiene habilidad. Tengo muchas ganas de verlo progresar esta primavera”, afirmó Grifol a NBC Chicago.
Después de 26 juegos en este Spring Training, Colás dejó una línea ofensiva (Average/Promedio de embasado/Slugging/OPS) de .270/.281/.444/.725 en 64 comparecencias al plato, además, conectó 3 cuadrangulares y remolcó 6 carreras, lo que le valió para ser incluido en la lista activa del equipo.
Algo que gustó de Colás en los entrenamientos de primavera fue que solo se ponchó el 14 % de sus viajes al rectángulo. Llama la atención, debido a que fue retirado por la vía de los strikes en un 24 % de los turnos en Doble A, indicador que tiende a subir cuando llegas a MLB.
Con 24 años (edad un poco pasada para debutar), el santiaguero disfruta su gran oportunidad en el Grandes Ligas y lo hace con cartel de prospecto estelar en una organización que ama a los cubanos.
Yuli Gurriel logró el objetivo
La noticia me tomó por sorpresa: Yuli Gurriel no había cerrado un contrato garantizado con los Marlins por 3 millones de dólares para jugar en la temporada 2023. Escribí entonces que la decisión de cada jugador debe respetarse y que nadie mejor que ellos para establecer su valor; pero, en el caso de Yuli, pensé que no era una gran elección.
Yuli cumplirá 39 años en junio próximo y viene de su peor temporada desde que debutó en MLB. Para colmo, pasó gran parte de la temporada muerta esperando que le llegaran más propuestas; pero no sucedió. Ni siquiera los Astros, el equipo que lo vio debutar, apostaron por tenerlo de vuelta y, en cambio, se decantaron por su compatriota José Abreu.
Pero la vida dio las vueltas necesarias y el espirituano terminó con la camiseta de los Marlins. Luego de no responder a la propuesta de 3 millones, la franquicia del sur de la Florida la retiró, y solo mes y medio después accedieron a volver a sentarse a negociar para firmar un acuerdo de Ligas Menores por una cantidad de dinero no especificada.
Miami es un equipo que viene como anillo al dedo para Yuli. Cultura del clubhouse (muchos latinos, igual que en Houston), la comunidad cubana y una organización que le dará la oportunidad de compartir el tiempo con Garret Cooper, quien solo ha jugado 183 partidos en la inicial en 6 temporadas, ninguna de ellas con más de 73 duelos en esa posición.
Junto con Gurriel llegó a los Marlins otro experimentado cubano en Grandes Ligas, el torpedero José Iglesias. Al final, “Candelita” no hizo el roster de 26; pero, en vez de ejercer la exclusión de su contrato, fue enviado a las Menores.
El movimiento es comprensible debido a la gran profundidad que tiene Miami en el campo corto, con Jon Berti y Joey Wendle como piezas fundamentales para el inicio de la campaña. Además, cuentan con Jordan Groshans, Jacob Amaya y Garrett Hampson en Triple A.
En términos generales, Yuli e Iglesias solo disputaron 7 partidos en los entrenamientos de primavera luego de la firma tardía de ambos. El espirituano dejó una línea ofensiva de .227/.261/.273/.534, mientras el habanero quedó en .200/.250/.333/.583, números que no impresionan, aunque la muestra es muy pequeña.
De cualquier manera, no quisimos pasar por alto estas estadísticas para explicar lo siguiente: en el Spring Training hay decisiones que no se toman por el rendimiento; más bien, en casos como estos, se atiende a factores de necesidad en la lista. Claro, todo depende del modus operandi de cada franquicia, pero no siempre responden a lo que reflejen los números.
Vargas tuvo un comienzo difícil pero logró sobreponerse
Ha sido una pretemporada rara para Miguel Vargas, desde jugar sin poder hacer swing por una leve fractura en el dedo meñique hasta perder la que sería su pareja de alrededor del segundo saco: Gavin Lux. A pesar de los contratiempos, el mánager de los Dodgers, Dave Roberts, no lo pensó mucho y decidió ponerlo a jugar sin batear.
Vargas pasó 7 partidos viajando al home plate sin hacer swing. En ese lapso, lo asombroso es que recibió 10 ponches y 6 boletos ¿Cómo que 6 boletos sin hacer swing? Bueno, la mayoría de los picheos en MLB no son al centro de la zona; más bien se lanzan a los bordes. De todos modos, es llamativo que haya negociado media docena de bases por bolas de esa manera.
Desde el 9 de marzo, fecha en que fue autorizado para hacer swing, Vargas logró conectar 8 jits en 35 veces al bate. Al mismo tiempo, tomó 9 pasaportes adicionales, mientras era retirado 14 veces por la vía de los strikes. No obstante, lo importante es que participó en 18 duelos como intermedista.
Viendo la manera en que Roberts manejó a Vargas en la primavera, no fue extraño ver al hijo del mítico Lázaro Vargas como como segunda base en el Opening Day, el primero de muchos.
Cionel Pérez tuvo otra buena pretemporada
Hace unos días, mi colega Yussef Díaz, quien me mantiene al tanto de lo que pasa con los cubanos, me puso a investigar cuando publicó que Cionel Pérez solo ha permitido 3 carreras limpias en sus últimos 3 entrenamientos de primavera. Se traduce en una efectividad de 1.11 en 24.2 innings de labor.
Sabemos que el valor de las estadísticas en esta época del año no llama mucho la atención, pero no por gusto hay lanzadores que se ganan el puesto en la primavera. En caso del propio Cionel, su Spring Training de 2021 le permitió entrar en el roster de Cincinnati, aunque finalmente no pudo consolidarse.
El año 2022 fue un respiro para el matancero, al punto de que se convirtió en uno de los mejores relevistas de la Liga Americana y en pieza fundamental del bullpen de los Orioles. El zurdo se ubicó entre los 6 relevistas con al menos 50 innings lanzados y un promedio de limpias inferior a 1.50. Los otros fueron Edwin Díaz, Ryan Helsley, Evan Phillips, Emmanuel Clase y Ryne Stanek.
Los ingredientes de su temporada se basaron en seguir induciendo una tasa de rollings por encima de la media (51 % a 42.8 %), una tasa de ponches sobre la media (23.5 % a 22.8%) y una de bases por bolas cercana (9.0 % a 8.5 %). Estos factores, unidos a su mezcla de recta de cuatro costuras y slider, fueron fundamentales para llevarlo por la senda del éxito.
La tendencia se mantuvo durante la presente pretemporada, en la que su slider volvió a mostrar un efecto de caída y barrido significativo, siempre por encima del promedio, como sucedió en la pasada campaña. Le falta mejorar en la localización, pero es una herramienta sólida para enfrentar a los rivales.
Debe sumarse que los contrarios le conectaron solo .214 contra su recta, con un pobre slugging de .314. Fue posible, en gran medida, porque su envío rápido incrementó considerablemente la velocidad de giro.
En la primavera, Cionel retiró 8 entradas, a ritmo de 11 ponches, 3 boletos y 1 carrera limpia permitida, línea que espera mantener durante la temporada como uno de los líderes del bullpen de Brandon Hyde.
Lourdes Jr. on fire
Cuando los Diamondbacks hicieron el canje por Daulton Varsho que forzó la mudanza de Lourdes Gurriel Jr. de Toronto al desierto de Arizona, sabíamos que el cubano tenía grandes posibilidades de jugar en los jardines, incluso, en un equipo con mucha profundidad en esa zona del campo.
En la primavera, Lourdes lució muy bien, al igual que Kyle Lewis, Novato del Año en 2020 y también recién llegado a los Dbacks desde Seattle por la vía del cambio. Además, en la pretemporada brilló el prospecto número 1 de la organización, Corbin Carroll.
El menor de los Gurriel ligó 12 imparables en 40 turnos, con la particularidad de que casi la mitad de esos cohetes fueron extrabases (4 dobles y 1 jonrón). Por otra parte, remolcó 5 carreras y anotó en 7 ocasiones, recibió 6 boletos, se tomó 9 ponches y se robó una base (el año pasado robó 3 en 124 juegos).
Después de esto, Yunito se convirtió en el tercer jugador de posición cubano que juega con los Dbacks. Antes, Yasmany Tomás (309 partidos y 48 jonrones) y Juan Miguel Miranda (65-7) vistieron la camiseta de la franquicia. Lanzadores como Liván Hernández y su hermano Orlando también sumaron varias comparecencias al plato con Arizona en los tiempos de la antigua regla que obligaba batear a los serpentineros en la Liga Nacional.