Entre las penumbras transita la 63 Serie Nacional de Béisbol, que vive sus horas más bajas por el pésimo nivel cualitativo de los equipos, los desmanes organizativos, los repetidos errores del cuerpo arbitral, la indisciplina de los jugadores y las reacciones violentas de una parte de la fanaticada. Todos estos factores se han conjugado para la puesta en escena de un “espectáculo” decadente, muy alejado de los estándares de aquellos torneos sagrados a los que estábamos acostumbrados.
Uno de los puntos críticos ha sido el trabajo de los “hombres de negro”, los encargados de impartir justicia en el terreno. De acuerdo con declaraciones ofrecidas al periodista Evyan Guerra por Luis César Valdés, jefe de los jueces en el campeonato, el arbitraje no pasa por un buen momento.
“No nos podemos sentir bien, no nos podemos sentir felices. Se han cometido errores en jugadas fáciles en las que ha faltado concentración y decisión”, apuntó César, quien aseguró que muchos árbitros no han trabajado con la calidad requerida.
“Tenemos un arbitraje de la media para abajo y para nadie es un secreto que en Cuba los árbitros no tienen cómo prepararse, no hay como juntar criterios, ni siquiera existe una escuela para unificar”, añadió el directivo de la Comisión Nacional.
Y en medio de la catástrofe, hemos presenciado en los últimos días uno de los sucesos arbitrales más polémicos que se recuerden en la historia del clásico beisbolero cubano. La decisión errada de un colegiado en el momento clave de un partido, la reacción agresiva de una parte de los aficionados, la suspensión del umpire y su reaparición en el terreno con identidad falsa han sido las líneas de un hecho que ha removido la credibilidad de la maltrecha Serie Nacional.
En aras de aportar algo de claridad sobre lo sucedido, elaboramos una cronología de los hechos basada en testimonios de la prensa (acreditada e independiente) y las autoridades del deporte de las bolas y los strikes, así como en los reportes de cada partido del campeonato publicados en la página oficial de la Federación Cubana de Béisbol.
16 de abril: el origen de la polémica
El martes de 16 de abril los equipos de Pinar del Río y Matanzas comenzaron su compromiso particular en el parque Capitán San Luis de la capital vueltabajera. Ese primer encuentro se saldó con una ajustada victoria 8-7 de los Cocodrilos, que solo conectaron 4 imparables, pero aprovecharon el descontrol de los Vegueros (regalaron 12 boletos, propinaron un pelotazo y cometieron un wild pitch) para impactar en el marcador.
Fue un partido de altibajos, en el que los anfitriones tomaron la delantera desde el inicio; aunque al cierre del primer tercio permitieron 6 anotaciones en un inning. Más tarde reaccionaron y se pegaron a una carrera en el noveno, justo cuando llegó la jugada más polémica del desafío.
Pinar del Río comenzó esa entrada perdiendo 8-6, pero acortaron distancias por jonrón solitario de Yasser Julio González frente al relevista Armando Dueñas. Ese batazo encendió las tribunas, que luego explotaron con un doble al central del receptor Jorge Yoan Rojas. Con la carrera del empate a 180 pies del plato, Luis Pablo Acosta se ponchó y enseguida el alto mando de los Vegueros mandó a Mario Lázaro Sánchez como corredor emergente en la intermedia.
Al cajón ofensivo entró Yasiel Agete y, en medio de su turno, el corredor de segunda se fue al robo. En un video difundido por el periodista Ernesto Amaya (Radio Guamá) se ve claramente que Mario Lázaro Sánchez llegó con mucho tiempo a tercera, pero el árbitro Ricardo Campanioni, muy mal ubicado para definir la jugada, lo puso fuera de circulación. Se desató entonces la protesta pinareña ante la mirada incrédula de casi 6000 fanáticos en las gradas del San Luis, pero el choque continuó poco después porque no había posibilidad de reclamar al no ser un partido televisado. Agete cedió el out 27 y selló la victoria matancera.
Al margen del video, que se regó como pólvora, los presentes en el estadio quedaron inconformes con el desenlace y algunos lo expresaron de la peor manera posible, con una conducta violenta que requirió la intervención de las autoridades policiales para preservar la integridad física de los árbitros.
17 y 18 de abril: desaparición
Luego de la polémica decisión arbitral en el primer duelo entre Cocodrilos y Vegueros, todas las miradas giraron a Pinar del Río, pero el nombre de Ricardo Campanioni desapareció de las hojas de anotación en los partidos de miércoles y jueves. En esos 2 choques fue sustituido por el local Maikel García, quien no figura en ninguno de los 8 grupos de trabajo ni entre los jueces suplentes de la 63 Serie Nacional.
Luis César Valdés informó a Evyan Guerra, periodista de Tele Rebelde, que la ausencia de Campanioni en esos 2 encuentros fue por un castigo: “Se le sancionó por 2 partidos y esos días no fue al estadio. Se reincorporó el sábado (20 de abril) y trabajó en segunda base”, apuntó el jefe de los árbitros.
Dicho castigo nunca trascendió en medios de prensa o en comunicaciones oficiales de la Comisión Nacional de Béisbol hasta este sábado 27 de abril. Este último detalle se explicaría con unas declaraciones de Luis César Valdés, jefe de los árbitros en el torneo, quien aseguró que prefieren proteger la integridad de los colegiados: “Hemos sancionado 7 árbitros más las amonestaciones. A veces somos más rigurosos con nuestros árbitros aunque la gente piense lo contrario. Lo que a veces por ética no hacemos públicos los nombres. Las personas creen que los árbitros no se van a equivocar”.
20 y 21 de abril: identidad suplantada
Después de 2 partidos fuera, pocos imaginaron que Ricardo Campanioni regresara a la grama del parque Capitán San Luis para volver a trabajar en el enfrentamiento entre Vegueros y Cocodrilos, pero quienes deciden en el béisbol cubano tenían preparada una sorpresa: el umpire espirituano no solo saltó al terreno, sino que lo hizo con una identidad falsa.
De acuerdo con el relato de Osbel Benítez, periodista de Tele Pinar, Campanioni fue el árbitro de segunda en los juegos del sábado 20 y el domingo 21 de abril, y en ambos casos el locutor local lo presentó como Roberto Rodríguez, nombre falso que no está incluido entre los 48 oficiales (titulares y suplentes) del evento.
Por el contrario, en los reporte de los choques publicados en el sitio de la Federación Cubana de Béisbol, sí colocaron a Ricardo Campanioni como árbitro de segunda en los partidos del 20 y 21 de abril.
El público en el estadio se percató de la “pifia” y la prensa denunció el hecho en las transmisiones en vivo de los mencionados duelos, pero ninguna autoridad se refirió al tema.
Del 22 al 25 de abril: la calma antes de la tormenta
El grupo de árbitros que trabajó en Pinar del Río durante los pleitos del 16 al 21 de abril emprendió viaje a Matanzas el lunes 22. En aparente calma, Ricardo Campanioni y el resto de sus compañeros fueron a impartir justicia en el duelo entre los Cocodrilos y los Piratas de Isla de la Juventud, donde les correspondía según el calendario de la competencia.
Campanioni no estuvo en el primer choque (martes 23 de abril) de esa subserie, pero en el segundo partido (miércoles 24) fue el árbitro principal y en el tercero (jueves 25) trabajó en segunda base.
Para ese momento, probablemente pensara que no se hablaría más de lo sucedido en Pinar del Río, pero la tormenta estaba a punto de estallar.
26 de abril: la explosión
El silencio no siempre es síntoma de tranquilidad, al contrario, muchas veces precede un gran escándalo. Y más o menos eso es lo que sucedió con el “caso Campanioni”, que explotó el viernes 26 de abril, cuando el periodista Michel Contreras (Cubanet) debatió en su espacio La esquina caliente sobre la presentación del árbitro espirituano en Pinar del Río con un nombre falso.
Contreras confirmó la descabellada movida por testimonios de varios integrantes del equipo de Pinar del Río, de asistentes asiduos al estadio, de un profesional de los medios de comunicación y de una fuente de la Comisión Nacional. En cada caso, reclamaron el anonimato.
La noticia de que un árbitro había trabajado en un partido de la Serie Nacional con una identidad falsa enseguida corrió por las redes y replicada, entre otros sitios, en la página Por la Goma, especializada en béisbol y con más de 100 mil seguidores. Precisamente en esa publicación, el árbitro Ricardo Campanioni se pronunció por primera vez sobre lo ocurrido: “si se sale con otro nombre es para que los fanáticos no siguieran con su mala actitud”, apuntó.
El umpire espirituano dijo que cualquiera puede cometer errores en su ejercicio profesional: “Por equivocarse no se puede quitar a nadie de su trabajo, si no cuántos estuvieran sin trabajar y que tire la primera piedra quien no se ha equivocado. Solo el que está afuera no se puede equivocar”.
Todo esto sucedió en la tarde del viernes 26 de abril, pero la Federación Cubana de Béisbol tardó casi 24 horas en pronunciarse por primera vez sobre el caso.
27 de abril: desmentidos
Este sábado 27 de abril, poco después del mediodía, la Federación Cubana de Béisbol, a través de su cuenta en X, afirmó que “es falso que algún árbitro actuara con nombre falso en la 63 SNB. No ha sucedido ni sucederá, aunque algunos se empeñen en afirmarlo, faltando, intencionalmente, al más elemental sentido de la ética”.
Solo 25 minutos después de este desmentido, el umpire Ricardo Campanioni escribió en su perfil personal de Facebook que su cuenta había sido hackeada y que alguien estaba escribiendo con su nombre, lo cual da entender que el comentario en la mencionada publicación de Por la Goma no lo hizo realmente él. En la tarde, el espirituano no trabajó en el duelo entre Isla de la Juventud y Matanzas.
Es falso que algún árbitro actuara con nombre falso en la #63SNB. No ha sucedido ni sucederá, aunque algunos se empeñen afirmarlo, faltando, intencionalmente, al más elemental sentido de la ética. #Cuba #BeisbolCubano pic.twitter.com/8BZgxMbviH
— Federación Cubana de Beisbol y Softbol (@CubanaBeisbol) April 27, 2024
Ante esta situación, el periodista pinareño Osbel Benítez convocó a la Federación Cubana de Béisbol a realizar una investigación sobre el tema.
“Cómo narrador comentarista deportivo de la emisora Radio Guamá, como periodista miembro de Cubaperiodistas #UPEC, como cubano digno y ajeno a la mentira, convido a la Federación a realizar una investigación sobre el tema. Los medios de comunicación Tele Pinar y Radio Guamá ofrecimos detalles del lamentable hecho sucedido. Sí se mencionó en la amplificación local un nombre falso, sí se engañó por esa misma vía al pueblo, aunque en la página (la oficial del béisbol cubano) pusieran otro”, precisó.
“Los convido a abrir una investigación, que se entrevisten con nosotros, con el pueblo que estuvo ahí y escuchó otro nombre. Que no engañemos a Cuba con este tuit que cuando menos es ofensivo a los que amamos el béisbol y lo defendemos, porque carece de elementos probatorios que expongan la verdad como escudo, como nos ha enseñado la Revolución”, añadió el reportero pinareño.
Estas denuncias, secundadas por otros periodistas pinareños como Ernesto Amaya, narrador de béisbol en Radio Guamá y testigo de todo lo sucedido en el Capitán San Luis con el “caso Campaneoni”, generaron una enorme tensión en redes sociales. Muchos reclamaron una respuesta de la Federación Cubana de Béisbol, la cual llegó en horas de la noche de este sábado.
Exactamente a las 7:50 p.m., la entidad rectora del deporte de las bolas y los strikes en la isla reconoció en X que habían recibido “opiniones contrarias a nuestra afirmación de que no se utilizó un nombre falso para el árbitro Ricardo Campanioni, los pasados sábado y domingo en Pinar del Río, durante la 63 SNB”.
Hemos atendido opiniones contrarias a nuestra afirmación de que no se utilizó un nombre falso para el árbitro Ricardo Campanioni, los pasados sábado y domingo en Pinar del Río, durante la #63SNB.#Cuba #BeisbolCubano pic.twitter.com/B1rWVyuViY
— Federación Cubana de Beisbol y Softbol (@CubanaBeisbol) April 27, 2024
“Mientras sumamos todos los elementos, aseguramos que, más allá de su objetivo, rechazamos cualquier iniciativa que hubiera provocado mentir, dando la espalda a lo reflejado en las hojas oficiales de anotación”, añadió la entidad en X.
Después de esa comunicación no ha trascendido nada más sobre el tema, pero estamos seguros que todavía restan capítulos por escribir de esta lamentable novela. ¿Cómo terminará?