Yariel Rodríguez ha tenido un meteórico ascenso en el béisbol japonés. En muy poco tiempo, el derecho camagüeyano ha pasado de estar en la reserva de los Dragones de Chunichi a convertirse en uno de los abridores del principal elenco, amparado en estelares presentaciones que han cautivado a los directivos nipones.
La prueba definitiva de Yariel llegó este domingo en la madrugada, cuando recibió la bola para realizar su primera apertura en el máximo nivel del circuito asiático, nada más y nada menos que contra los Gigantes de Yomiuri, el equipo de mejores resultados históricos en el béisbol japonés.
Y el Gallero de San Serapio, como ha sido bautizado por la prensa y la fanaticada agramontina, respondió a las mil maravillas frente a casi 5.000 espectadores e, incluso, diría que se fue por encima de las expectativas de sus más fervientes parciales.
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Como todo un consagrado, el diestro se encaramó en la lomita del Nagoya Dome y retiró seis capítulos sin permitir jits ni carreras, rendimiento superlativo para un novato sin recorrido profesional. Desde el mismo primer episodio sus compañeros le dieron ventaja de 2-0, y el antillano supo gestionarse a la perfección, con ocho ponches y tres boletos.
Ya en el séptimo episodio, Yariel sacó el primer out de la entrada, pero luego permitió dobles consecutivos de Takumi Ohshiro y el estadounidense Zelous Wheeler, el cual decretó su explosión. El camagüeyano dejó la carrera del empate en segunda y los relevistas no pudieron impedir que anotara.
El primer apagafuegos fue el zurdo Toshiya Okada, quien transfirió a Gerardo Parra. Después entró en acción el derecho Daisuke Sobue y permitió sencillo de Takumi Kitamura, con el cual se llenaron las almohadillas.
Quedó servida la mesa entonces para que Yoshiyuki Kamei, autor de un largo batazo de foul que pudo ser un grand slam, consiguiera un elevado de sacrificio al jardín central que niveló la pizarra 2-2, justo como terminó el partido luego de diez episodios, según las reglas especiales de NPB.
Aunque se fue sin decisión, la faena de Yariel fue elogiada por la prensa de los Gigantes, maniatados durante casi todo el partido por la velocidad del cubano, quien sostuvo sus pitcheos por encima de 150 kilómetros por hora (93 millas), con máximas de hasta 155 (96,3 millas).
De acuerdo con la página Toros de Camagüey, que sigue la actualidad de los peloteros agramontinos en las redes sociales, Rodríguez realizó 86 lanzamientos, de los cuales 52 fueron strikes. Además, el serpentinero tuvo que consumir dos turnos ofensivos (en la Liga Central no hay bateador designado) y falló con sendos rodados al infield.
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En el partido vio acción toda la armada cubana de los Dragones. El pinareño Raidel Martínez no permitió carreras en una entrada, el máscara Ariel Martínez no consumió turnos ofensivos, mientras Dayán Viciedo pegó un cohete en cuatro turnos para dejar en 28 su racha negativa de 28 comparecencias consecutivas sin jits, la más larga desde que llegó al circuito asiático en 2016, según reporta Béisbol Japonés.
El propio sitio informa que el zurdo vueltabajero Liván Moinelo permitió un jit sin carreras y ponchó a dos rivales en el triunfo de 5-0 de los Halcones de SoftBank sobre las Águilas de Rakuten. El antillano se mantiene líder absoluto de hold en la Liga del Pacífico y redujo su efectividad a 2,05, mientras su tasa de ponches es de 17,59. ¡Imponente!
Por último, Leonys Martín pegó jonrón por tercer partido consecutivo y llegó a 11 vuelacercas en la campaña, con 29 impulsadas. El villaclareño remolcó la carrera de la diferencia en el triunfo de 4-0 de los Marinos de Lotte sobre los Búfalos de Orix.