La noticia no deja de causar conmoción. La Asociación Internacional de Boxeo, AIBA, por sus siglas en inglés, valora profundamente la posibilidad de que pugilistas profesionales, en toda la extensión y sentido de la palabra, participen en representación de sus respectivos países en Juegos Olímpicos (JJ.OO.). El designio, bienvenido por algunos, vilipendiado por la mayoría, excede lo imaginado, pues el presidente de la entidad, el taiwanés Ching Kuo Wu, reveló que su plan puede comenzar en solo días, cuando en agosto Río de Janeiro acoja la próxima cita de los cinco aros.
De acuerdo a Wu, la idea es que la AIBA se abra totalmente al profesionalismo – que no de forma parcial como desde hace unos años. “Es una política del Comité Olímpico Internacional tener a los mejores atletas en los Juegos, y de las Federaciones Internacionales, la AIBA es probablemente la única que no tiene atletas profesionales en los Olímpicos”, manifestó el asiático en febrero pasado durante la reunión de comisiones del organismo mundial.
La decisión definitiva la conoceremos a finales de mayo venidero cuando en Lausana, Suiza, las federaciones nacionales afiliadas sean quienes tomen la decisión en un Congreso Extraordinario de la entidad. Ello significa que si deciden dar luz verde al tema -como todo parece indicar- cualquier boxeador del planeta, con experiencia en el ámbito profesional, o no, tendrá la posibilidad de ser elegible para los JJ.OO.
“Hemos recibido una respuesta muy sólida y positiva de nuestros miembros. Todos están emocionados por la posibilidad de verlo”, refirió Ching Kuo Wu, quien parece concentrado en hacer realidad su sueño, y, de paso, romper la histórica separación entre boxeadores profesionales y amateurs. Ese mismo alejamiento que resultó, a fines de los años setenta, uno de los principales impedimentos –no el único, tal vez tampoco el principal- para que no se diera la pelea entre los campeones olímpicos Muhammad Ali (1960) y Teófilo Stevenson (1972, 1976 y 1980).
Viéndolo desde el punto de vista objetivo, la AIBA dejó, hace un buen tiempo, de ser una entidad netamente amateur, como antaño. Hoy en día presenta pugilistas sin cabeceras, sin camisetas, con un sistema de pago y publicidad que nada se parecen a los de hace un par de décadas atrás. Sin embargo, el peso de la afirmación recae, sobre todo, en las dos competencias principales que organiza, la AIBA Pro Boxing, donde rivalizan incluso hasta 10 rounds, y la Serie Mundial (WSB), donde pelean hasta cinco episodios. Ambas muy semejantes a las carteleras que presentan HBO, Showtime u otras televisoras.
La noticia ha caído como una especie de bomba expansiva en el círculo de las entidades profesionales. “El chiste” no le hizo gracia a nadie en ese ambiente y los principales dirigentes del Consejo Mundial (CMB), la Asociación Mundial (AMB), la Federación Internacional (FIB) y la Organización Mundial (OMB), aun cuando tendrán la posibilidad de enviar a sus peleadores a una olimpiada, siempre que se ajusten a las reglas de la AIBA, no han mostrado interés alguno.
El primero en lanzar la piedra fue el presidente del CMB, Mauricio Sulaimán. “Sería una acto criminal, el campeón del CMB es el número uno del mundo y sería un acto criminal enfrentar a niños sin la preparación física y mental para estar en el ring con un señor campeón. No lo permitiría”, dijo, contrariado, a la cadena ESPN.
Hasta ahora, una de las voces que se ha escuchado en Cuba al respecto, es la del jefe entrenadores del equipo nacional, Rolando Acebal. El reconocido preparador fue tajante al señalar que nuestro país “no teme a la inclusión de los boxeadores profesionales en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro´16”.
En conferencia de prensa de la VI Serie Mundial de Boxeo –antes del duelo frente a los Otamans de Ucrania, el pasado 30 de marzo–, Acebal explicó que los púgiles rentados gozan de gran capacidad física y técnica para lidiar 10, 12 y 15 asaltos, pero que sus muchachos pueden sobresalir en tres rounds. “Es el mismo boxeo, pero con características diferentes, donde hay más intensidad en los combates y nosotros venimos peleando en ese sistema hace muchos años”, ahondó después en exclusiva a ZonadeBoxeo.com, para apoyar su criterio.
Nada. Se imaginan una final olímpica entre el mexicano Saúl “Canelo” Álvarez ante el pinareño Roniel Iglesias, o el kazajo Gennady Golovkin frente al guantanamero Arlen López, o el ruso Sergey Kovalev versus el camagüeyano Julio César la Cruz, o el filipino Nonito Donaire contra el cienfueguero Robeysi Ramírez; en fin, se dibujan en sus mentes un Pacquiao-Mayweather Jr. II –que regresen ambos– en la final de los 64 kilogramos en la Ciudad Maravillosa, lejos de los grandes escenarios de Las Vegas o Nueva York. Suenan a broma estos hipotéticos combates, ejemplos, al menos por ahora.
OnCuba actualmente indaga sobre la postura oficial de la Federación Cubana al respecto, y se prepara para entrevistar a los principales regentes de este deporte en el país. Así, a la espera de sus opiniones, la pregunta está planteada: Profesionales en Río, ¿sí o no? Justifique su respuesta.
Siga usted soñado,los cubanos tiene muy pocas posibilidades,sobre todo contra Canelo y Donaire.
Estoy de acuerdo,,si ya en la serie mundial se pelean como profesionales ,porque no en las olimpiadas, quieran o no reconocerlo ,el deporte profesional tiene mas calidad que el amateur,ahi es donde se demuestra si el atleta tiene calidad o no,asi que los boxeadores cubanos a prepararse que alli no van a coger mangos bajitos,ya se acabo esa etapa donde el boxeo cubano en una olimpiada alcanzaba un chorro de medallas de oro
esta equivocado sulaiman si cree que sus campeones pelearan contra niños
Apoyo 100% la desicion, aunque estoy convencido que los mejores exponentes del boxeo profesional no tendrán participacion, ya que no les reportara nada económicamente y sus manejadores no lo permitirán lamentablemente, como tampoco veremos a rigondeaux buscar otra corona por cuba aunque hasta el mismo Acebal y su tropa lo desee.
Yo vi al chacal Rigondeaux darle una soberana paliza a Nonito Donaire, no lo veo posible porque los “monstruos” no pelean a menos que vean una bolsa con varios millones delante de ellos, esa es la razón por la que no van a ir, pero no es tan de león pa´mono peleando tres asaltos, cuatro o cinco peleas en 10 o 12 días, la cosa se empareja bastante.
Se equivocan rotundamente, el que piense que los profesionales tendrán ventaja sobre los boxeadores olímpicos, una vez que el boxeador haya clasificado y pasado por todos los filtro para obtener la clasificación, está fraguado en madurez biológica y boxística con no menos de 8 años de entrenamiento ininterrumpido capaz de ganarle a cualquier campeón mundial profesional, el tiempo sera testigo y pasara a los anales de la historia.