Arrasar con todas las medallas de oro es el objetivo del boxeo cubano en los Juegos Panamericanos Toronto 2015. Una armada compuesta por diez pugilistas que llegan con un amplio volumen de combates de exigencia, tras alcanzar la segunda posición en la V Serie Mundial (WSB, por sus siglas en inglés), cita donde salían como favoritos.
La idea del grupo y del colectivo técnico es tributar en grande a la delegación antillana de 459 atletas, que busca algo tan peliagudo como es mantener el segundo lugar que ostenta nuestro país desde la cita de Cali 1971. Sin embargo, cumplir la meta se avizora en extremo difícil.
Cuba jamás ha podido arrollar de esa manera en un certamen multideportivo hemisférico. Nunca ha ocurrido y no debe suceder ahora. No por carencia de deseos, más bien por las limitaciones visibles en la categoría de los 49 kilogramos, si bien dejamos por sentado que las restantes poseen hombres de calidad y que, según cuenta el jefe de entrenadores, Rolando Acebal, el equipo se encuentra en óptimas condiciones físicas y psicológicas.
Tampoco que el nivel continental –de manera general- es muy alto, como para que no se pueda fantasear. Hace cuatro años la supuesta quimera estuvo muy cerca de dejar de serlo. Guadalajara 2011 dejó botín de ocho reinados y un subcampeonato, cuando se viajó con solo nueve representantes. “Desaprobó” el examen Yosbany Veitía, por aquel entonces como minimosca, frente al mexicano Joselito “El Huracán” Velásquez. La pelea se recuerda muy cerrada, y, a la postre, definió la condición de anfitrión del vencedor.
Creo que lo más sensato es colocar a todos nuestros estilistas en el podio y como mínimo alcanzar entre seis u ocho coronas. Existen individualidades de naciones como Brasil, México, Puerto Rico, Ecuador y Argentina que pueden dar sorpresas. La mayoría de esos elementos –el propio Velázquez o el boricua Jeyvier Cintrón, por mencionar dos nombres- poseen experiencia y resultados positivos dentro de la WSB.
Los cubanos lograron sus boletos a Toronto 2015 en la quinta edición de la lid semiprofesional. Dominaron todas las divisiones entre los pugilistas de América. Solo el campeón olímpico de Londres 2012, Roniel Iglesias, concluyó segundo en los 69 kilogramos.
Finalmente, la selección quedó conformada por el camagüeyano Jhoanys Argilagos (49), el espirituano Veitía (ahora en 52 kilogramos), el matancero Andy Cruz (56) –el boxeo clasifica el nombre no la división, de ahí la ausencia de Robeysi Ramírez-, y los pinareños Lázaro Álvarez (60) e Iglesias.
Completan la legión de gladiadores los igual agramontinos Yasniel Toledo (64), Julio César La Cruz (81) y Leinier Peró (más de 91), así como los guantanameros Arlen López (75) y Erislandy Savón (91).
Cinco premios áureos universales, un título bajo los cinco aros y más de una decena de preseas en torneos planetarios conforman el abultado palmarés de los inscritos. Una selección repleta de estrellas, con la que se pretende amasar lo inédito.
Del 18 al 25 de julio, el Oshawa Sports Centre, instalación ubicada a 60 kilómetros de la Villa Panamericana, será sede de una competencia esperada e importante. El boxeo, junto al atletismo, la lucha, el remo, el tiro deportivo y el judo, será la disciplina que ubicará o no a la mayor de las Antillas en el segundo escalón de la tabla por medallas, en momentos convulsos para el movimiento deportivo.
Cuba escolta a Estados Unidos en el medallero histórico, con 1932 podios, divididos en 839 títulos, 566 segundos lugares y 527 preseas de bronce. El llamado “buque insignia” tiene en su palmarés buena parte de esos números –sobre todo los que indican liderazgos. Ahora tiene otra vez una enorme faena por delante. Cumplirla a cabalidad será engorroso, aún cuando el desafío a la Historia ya fue lanzado.
no creo que lleguemos a barrer ojala