El boxeador cubano Erislandy ‘The American Dream’ Lara aseguró en una entrevista a la agencia Efe que está en condiciones “perfectas” para revalidar el título de campeón mundial de peso superwelter de la Asociación Mundial de Boxeo (AMB), en un combate que se disputará este sábado en Los Ángeles.
Lara (Guantánamo, Cuba, 1983), afincado en EE.UU., se enfrentará al boxeador estadounidense Greg Vendetti, un rival que el cubano dice no haber analizado antes de la pelea: “Yo no estudio a los rivales, no miro cómo pelean; cuando estamos en el ring yo saco todas mis conclusiones”.
La pandemia del coronavirus obligará a que la final se celebre sin público, una medida que Lara considera que no le afectará porque se tomará la lucha “como si fuera un entrenamiento más”.
¿Por qué un cubano se hace llamar “The American Dream”?
Es un nombre para todos los latinos e inmigrantes que llegan a este país para luchar por una mejor vida, para su familia y para ellos. Elegimos este nombre mi mánager y yo porque a eso vine yo: llegué a este país sin nada, a luchar, para darme a conocer en el boxeo y en mi carrera.
Estados Unidos representa mucho para mí, me lo ha dado todo. Oportunidades para seguir en mi carrera, una mejor vida y una mejor educación.
¿Y cómo llegó al país? ¿Cómo desertó?
Sinceramente, en 2007 en mi primer intento en Río de Janeiro se me dio la oportunidad y me fui, decidí desertar, pero las cosas salieron mal y tuve que regresar a Cuba.
En la segunda oportunidad, todo fue mejor (el boxeador salió de la Isla en una lancha rápida hacia México y luego firmó por una empresa en Alemania, antes de recalar en EE.UU.).
Fue muy duro dejar a mi madre, dos hijos, hermana, familia, amigos del barrio… Pero ellos entendieron que era para yo darle mejor vida a mis hijos y mi mamá; y luego ya he podido regresar a estar con ellos y están muy orgullosos de lo que hice.
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¿Cómo llega a la pelea contra Vendetti, en medio de la pandemia del coronavirus?
La preparación ha ido perfectamente bien, todo ha salido genial en el campo de entrenamiento. Llego perfecto para ganar el título.
A pesar de este virus que hay en el ambiente, nos hemos tomado esta pelea igual de serio. Había más restricciones en el gimnasio, hemos ido con más cuidado, tanto yo como los entrenadores, y no hemos permitido que viniera más gente a los entrenamientos.
A nivel mental no me ha afectado nada. Voy a pelear el sábado como si él fuera un esparrin en un campo de entrenamiento, sin público. Vamos a afrontarlo de esa forma, va a ser parecido a un entrenamiento.
¿Cuáles son las debilidades de su rival? ¿Cree que va a ganar?
Si te digo la verdad, siempre respondo lo mismo cuando me hacen esta pregunta: yo no estudio a los rivales, no miro cómo pelean. Solamente el día de la pelea, en la primera ronda cuando ya estamos en el ‘ring’, yo saco todas mis conclusiones y ya se cómo tengo que pelear. Lo que sí que sé es que el muchacho es más joven, tiene su talento y va a venir por todas.
Ahora tiene 37 años, aunque no lo parezca. ¿Qué se plantea de cara al futuro?
Hasta que yo no vea que las cosas se me complican en el cuadrilátero, seguiré peleando. Pero llevo cogiendo golpes desde los 12 años, y tampoco puedo estar así toda la vida.
Primero hay que llegar y luego mantenerse. Creo que es más difícil mantenerse porque hay muchos boxeadores muy buenos que quieren estar en tu mismo lugar. Yo siempre he trabajado muy duro para estar entre los primeros.
Ahora y como siempre, la preparación física y la alimentación son vitales, junto con mi entrenador ‘Jack’ Jackson. Llevo casi 18 años en la misma división, desde Cuba, y nunca he tenido problemas en ese sentido. No me siento con 37 años. De hecho, en estos entrenamientos me he sentido mucho mejor que por ejemplo hace seis años. Estoy súper bien mentalmente, gracias a Dios, y con tremenda salud.