El Gran Maestro noruego Magnus Carlsen, campeón mundial de ajedrez desde hace cinco años, expone en Londres su corona en un match de 12 partidas sin matices políticos frente al italo-estadounidense Fabiano Caruana, quien sueña con emular a Robert Fischer, último monarca norteamericano (1972-1975).
Desde que el genial y excéntrico Bobby Fischer, en plena “guerra fría”, obtuvo el título en la histórica batalla de Reikiavik contra el soviético Boris Spassky, ningún otro estadounidense ha vuelto a ceñir la corona mundial del juego ciencia.
Caruana, de padres italo-estadounidenses (Lou y Santina), será el tercer retador del campeón noruego, que destronó en 2013 a Vinwanathan Anand, luego volvió a vencer al indio en su primera defensa del título (2014), y en el último Mundial (2016) batió al ruso Sergey Karjakin en un duelo que llegó hasta el desempate.
Carlsen piensa que Caruana es el “peor rival posible” para él en este momento porque, explica, “calcula muy bien y profundo, está muy bien preparado y le encanta el centro. Sacrifica peones con frecuencia, da a su rival peones pasados y acepta ataques contra su rey para controlar el centro”.
Las referencias de Carlsen son muy claras. Sabe que Caruana es un “monstruo” en el medio de las partidas, tal cual lo ha caracterizado el excampeón mundial Veselin Topalov en diálogo con el diario Marca, donde precisa también que el noruego es un genio en los finales.
“Mis últimas experiencias frente a él han sido buenas, pero será un poco más difícil en el encuentro por el título”, precisó Carlsen, quien reconoce el buen momento de su rival y su baja individual de los últimos tiempos.
“Ha jugado bien, aunque no contra mí, y yo no he jugado tan bien, pero lo he hecho bien contra él”, confiesa Carlsen en una reciente entrevista publicada por el medio noruego Sjakksnakk.
So this is what my World Championship preparation looks like…
There will be more WC match material coming up on the @PlayMagnus Facebook page. pic.twitter.com/qP15mo61R9— Magnus Carlsen (@MagnusCarlsen) 26 de octubre de 2018
https://platform.twitter.com/widgets.js
Del 9 al 28 de noviembre, la sala de teatro de The College in Holborn, Londres, con capacidad para 400 espectadores, será escenario del encuentro, que se jugará a un ritmo de dos partidas seguidas y a continuación una jornada de descanso. El 26 se jugará la duodécima y si para entonces no se ha resuelto el duelo, se reserva el 28 para los desempates.
Por primera vez desde 1990, cuando se jugaron el título los rusos Gari Kaspárov y Anatoly Kárpov, se enfrentan los números uno y dos del mundo, y en esta ocasión separados por solo 3 puntos en el ránking (2 835 para el campeón, 2 832 para el aspirante).
El propio Kárpov, que tuvo la corona durante 16 años, considera ligeramente favorito a Carlsen, en quien se ve, de alguna forma, reflejado.
“Va a ser un match apasionante entre dos jugadores de estilos diferentes que actualmente son los mejores del mundo. Carlsen, como el cubano José Raúl Capablanca, ha conseguido ser campeón en un país sin mucha tradición en el ajedrez”, afirmó Kárpov en su reciente visita a Getafe (Madrid).
Kárpov recordó que Caruana recibió desde niño formación de la famosa escuela soviética con el Gran Maestro Boris Zlotnik y “tiene una gran profundidad en la apertura, pero Carlsen es muy competitivo, tranquilo y capaz de improvisar para solucionar sus problemas incluso en la fase de la apertura. En general, Carlsen tiene una pequeña ventaja.”
Carlsen, de 27 años, gana al aspirante –un año menor– en profundidad estratégica y, como Kárpov en sus buenos tiempos, es capaz de extraer pequeñas ventajas en posiciones áridas hasta convertirlas en victorias retorciendo la posición y sometiendo a sus rivales durante horas a un verdadero calvario. Cuando ha mordido, nunca suelta la presa.
Será una ruda prueba para Caruana, un “buen chico” –así lo define Carlsen– que nació en Miami y creció en Brooklyn. En 2005 se trasladó a Italia y representó al país transalpino hasta 2015, cuando regresó a América, donde se instaló en San Luis (Missouri).
The opening of the World Chess Championship takes place here in #London today. Over the next few days 🇺🇸 Fabiano Caruana will play 🇳🇴 Magnus Carlsen for the title of World Chess Champion – good luck @FabianoCaruana! #carlsencaruana2018 https://t.co/xNd6rs1I5Z pic.twitter.com/Bu2nYD3nwE
— U.S. Embassy London (@USAinUK) 8 de noviembre de 2018
https://platform.twitter.com/widgets.js
En los seis últimos años Carlsen y Caruana se han enfrentado en 29 partidas de ajedrez clásico, de las que el noruego ha ganado nueve (31 %), el estadounidense cinco (17 %) y las 15 restantes (52 %) terminaron en tablas.
Si el match se dilucida en el desempate, como ocurrió en el último Mundial frente a Karjakin, Carlsen tiene un 85 % de posibilidades de ganar, de acuerdo con la estadística, dado su mejor rendimiento en partidas rápidas y relámpago (blitz).
El encuentro por el título tiene una bolsa garantizada de un millón de euros libres de impuestos que puede aumentar en función de patrocinios y venta de entradas. El 60 % será para el ganador si el encuentro acaba en 12 partidas, y si hay desempate, el campeón recibirá el 55 por ciento.
El reglamento del duelo establece un control de tiempo de 100 minutos para los primeros 40 movimientos, 50 para los 20 siguientes y 15 minutos para el resto de la partida, más 30 segundos de añadidura por movimiento desde el primero.
El desempate se jugaría a cuatro partidas rápidas (25 minutos por jugador con incremento de 10 segundos por movimiento). Si persiste la igualdad, dos partidas relámpago, a razón de cinco minutos con tres segundos de incremento.
Si continúa el empate, otras dos blitz y, por último, una muerte súbita (el ganador del sorteo elige color). Las blancas tienen cinco minutos, las negras cuatro y a partir del movimiento 60 incremento de tres segundos. Con tablas ganan las negras.