Gabriel Rosillo cerró con broche de oro la actuación de Cuba en el Campeonato Mundial juvenil de lucha, que finalizó este domingo en Tallinn, Estonia. El luchador del estilo grecorromano en la division de los 97 kilogramos tuvo un desempeño impecable que lo catapultó hasta la cima de su categoría.
El cubano había llegado hasta la final gracias a sus tres éxitos del sábado, en los que apenas recibió un punto en contra y marcó un total de 26. Tras quedar bye en la ronda clasificatoria, el santiaguero derrotó en octavos de final al chino Houzhi Hao con marcador de 8-0 ; en cuartos venció 9-1 al húngaro Alex Gergo Szoke; y en semifinales dejó tendido 9-0 al turco Beytullah Kayisdag, este último a la postre medallista de bronce junto al bielorruso Uladzislau Pustashylau.
Con este aval, Rosillo enfrentó hoy al alemán Patrick Neumaier, subcampeón juvenil de Europa en esta temporada, quien sumaba cuatro triunfos al hilo. Sin embargo, el germano no pudo con el empuje del de Cuba, que lo derrotó 8-0 y dejó claro que es el mejor luchador de su división entre los juveniles.
En total, el cubano ganó sus cuatro pleitos por superioridad, un performance que lo sitúa entre los más destacados de la cita mundial de Tallinn, y que une a su exitoso desempeño en lo que va de 2019.
Este año, Rosillo suma tres coronas panamericanas –una entre los juveniles y dos entre los mayores, incluida la de los Juegos de Lima– y en septiembre buscará la clasificación olímpica y otra medalla en el torneo universal de mayores de Nur Sultan, Kazajistán.
Su éxito de hoy corona una excelente actuación de los de la Isla en Estonia, donde Milaymis de la Caridad Marín también subió hasta lo más alto del podio, mientras Yonger Bastidas quedó en plata en los 97 Kg de la lucha libre varonil.