El boxeador cubano Julio César La Cruz (92 kg) deja fuera del cuadrilátero las “difíciles” condiciones en las que entrena en Cuba y se concentra en cada movimiento y práctica de ‘sparring’ que le ordena su entrenador con la mente puesta en lograr en París su tercera medalla olímpica.
“Para nadie es un secreto que los problemas económicos mellan en la preparación, pero con lo que tenemos vamos avanzando, con el fin de luchar por nuestros sueños y por la medalla de oro olímpica, que es para la que nos preparamos hoy”, asegura en declaraciones a la agencia EFE “La Sombra”, como se le conoce a La Cruz por su particular estilo.
Sus entrenamientos en la Escuela Nacional de Boxeo, en las afueras de La Habana, contemplan también ejercicios de cardio y carreras de velocidad controlados por sus entrenadores, que anotan cada detalle cronómetro en mano.
La instalación deportiva, de donde han salido los mejores pugilistas de Cuba y sede de la escuadra cubana de boxeo conocida como Los Domadores, requiere una reparación constructiva, aunque sigue entrenando futuros campeones gracias al esfuerzo de los propios atletas y del cuerpo de técnico de entrenadores.
Boxeo cubano ante París 2024: “Con lo que tenemos vamos avanzando”
Dura realidad
La Cruz y otros deportistas de alto nivel de Cuba chocan con la dura realidad marcada por las dificultades económicas crónicas —y la profunda crisis de los últimos cuatro años— que ha incidido en el rendimiento deportivo en algunos casos e incluso en el número de medallas que cosecha el país en competencias internacionales.
Ese panorama ha afectado duramente el desempeño de los boxeadores, un deporte que acumula 41 títulos olímpicos e históricamente llenaba el medallero de la isla en las citas olímpicas y de otros niveles competitivos. Ello provoca, además, la marcha al extranjero de atletas clave, como el pugilista Andy Cruz.
Cuba terminó en la quinta posición en el medallero de los Juegos Panamericanos de Santiago 2023, su actuación más discreta en décadas en esta cita regional, en la que acostumbraba a quedar entre los tres primeros.
Es por ello que en este año olímpico y de otras competencias deportivas importantes, el Gobierno cubano informó que elevaba un 27 % la partida presupuestaria del estatal Instituto Nacional de Deporte, Educación Física y Recreación (Inder) que controla ese tipo de actividades.
El diario deportivo oficial Jit informó que el Inder recibiría más de 1.750 millones de pesos cubanos (cerca de 73 millones de dólares, al cambio oficial) para respaldar “la celebración de los campeonatos nacionales y otros eventos principales contemplados en la ruta crítica hacia París 2024” y la recuperación de instalaciones.
Al anunciar la subida en enero, el ministro cubano de Finanzas y Precios, Vladimir Regueiro, manifestó su “certeza” de que en 2024 Cuba va “a volver a compartir la alegría de los éxitos del deporte”.
Agregó que el Inder es “una de las instituciones con alta responsabilidad en la prestación de servicios a la población” y que, con esta decisión presupuestaria se pretende “diferenciar la prioridad que se ofrece desde el Gobierno a lo que representa el deporte”.
Según la Oficina Nacional de Estadísticas e Información (ONEI), la partida presupuestaria que recibieron las esferas de Cultura y Deportes en 2023 ascendió a 1.806,7 millones de pesos (75,3 millones de dólares) el 1,9 % del total de la inversión estatal.
Se desconoce el dinero que desembolsan en Cuba los patrocinadores, aunque varias empresas relacionadas con el mundo del deporte tienen contratos de equipamiento con distintas federaciones y el Inder.
Laura Bécquer / EFE