A veces (muchas veces), las historias desembocan en aguas donde nunca se bañaron los especialistas y sus cálculos. Justamente de eso se trató hoy en la décima ronda del Grand Prix de Ajedrez con sede en la ciudad rusa de Khanty-Mansiysk.
Allá, Leinier Domínguez jugaba contra Baadur Jobava, el trebejista de ELO más bajo en el evento. El cubano vivía invicto hasta ese momento –victorias incluidas sobre Peter Svidler y Dmitry Jakovenko–, iba en cabeza y los presagios indicaban que podía agenciarse cuando menos medio punto y continuar lidiando por el cetro. Sin embargo, perdió.
Cierto: Domínguez está en muy buena forma -como lo prueba la calidad de sus producciones más recientes-, al tiempo que el georgiano transitaba opacamente por la lid con tres derrotas sin éxito alguno. Pero ocurre que hay estilos que encajan y rivales que se tornan complicados, como le sucedía al gran Stevenson con Igor Visotsky, y como a todas luces le sucede al ídolo de Güines con Jobava.
Digámoslo de un golpe: el de Gali ha sido un verdugo para el nuestro. Casi tanto como el campeón del mundo, Magnus Carlsen, quien lo ha vencido cinco veces sin sufrir un descalabro. En el caso de Jobava, lleva cuatro estocadas mortales y jamás ha derramado la más elemental gota de sangre ante el criollo.
Una década atrás, en el mismísimo escenario del Memorial Capablanca, el georgiano sacudió par de veces el orgullo de Domínguez. Entonces no volvieron a verse las caras hasta el año pasado, cuando pactaron tablas durante la Olimpiada de Tromso, y hace muy poco tiempo, en la parada de Grand Prix de Tbilisi, el fracaso volvió a posarse en la cabeza del mejor ajedrecista de Latinoamérica.
¿Quién es Baadur Jobava? Seguramente, uno de los jugadores más agresivos de estos tiempos, en cuyo palmarés sobresalen victorias en el campeonato de su país, el europeo de semirrápidas y el fortísimo Abierto Aeroflot, la medalla de oro en el cuarto tablero de la Olimpiada 2004 y triunfos notables a costa del propio Carlsen, Sergey Karjakin, Shakriyar Mamedyarov y Teimour Radjabov. Un hombre de 31 abriles con un coeficiente de 2699, quien llegó a ser el número 19 del planeta al alcanzar los 2734 puntos en el año 2012.
El doloroso patinazo rebajó a Domínguez hasta la cuarta posición con 5,5 rayitas, aventajado por la mínima por el trío que componen Jakovenko, Fabiano Caruana e Hikaru Nakamura. De manera que en la jornada decisiva de mañana el objetivo ante Alexander Grischuk no será ya garantizar el muy remoto trono del certamen, sino consolidar una actuación digna (otra más) de su categoría ajedrecística.
Blancas: B. Jobava. Negras: L. Domínguez.
1.e4 e5 2.Cf3 Cc6 3.Ac4 Ac5 4.c3 Cf6 5.d4 exd4 6.e5 d5 7.Ab5 Ce4 8.cxd4 Ab6 9.h3 0–0 10.0–0 f6 11.Axc6 bxc6 12.Ae3 fxe5 13.Cxe5 Una casilla ideal para el caballo blanco. 13…Ab7
[13…Aa6 14.Te1 Dh4 15.Dg4 Dxg4 16.Cxg4] 14.Cd2 c5 15.Cxe4 cxd4 16.Axd4 dxe4 17.Db3+ Ad5 18.Dc3 Dg5 19.Ae3 Dh5 20.Tad1 Ae6 21.Tde1 Ad5 22.a4 Aa5?
[22…Tae8!? y el Negro se aferra a la partida 23.Cg4 Te6=] 23.Dxa5± Dxe5 24.Tc1 Tac8 25.Tfd1 c6 26.b4 De6 27.b5 Ab3 28.Td2 cxb5 29.Txc8 Dxc8 [29…Txc8!? 30.Td8+ Txd8 31.Dxd8+ Rf7 32.axb5 De7±] 30.axb5+- Ac4 31.Tc2 De6 32.Dxa7 Dd5 33.Ad4 Tf7 34.Db8+ Tf8 35.Dc7 Dxd4 36.Dxc4+ [36.Txc4?! Dxf2+ 37.Rh2 Te8=] 36…Dxc4 37.Txc4
37…Tb8 38.Tb4 Rf7 39.Rf1 Re6 40.Txe4+ Rd6 41.Td4+ Re6 42.Tb4 Rd5 43.Th4 h6 44.Tg4 g5?
[44…Tb7!?+-] 45.Tb4 [45.h4 y el Blanco puede ir relajándose 45…Txb5 46.hxg5 Tb1+ 47.Re2 hxg5 48.Txg5+ Re4 49.f3+ Rf4 50.Tg4+ Rf5+-] 45…Rc5 46.Tb1 Rb6 [46…Tb6 47.Re2+-] 47.Te1 Rc5 48.Te6 Rd5
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