Exiquio Jesús Echarte Leyva es uno de los tres cubanos exaltados al Salón de la Fama de la Federación Internacional de Softbol, mérito alcanzado por el exatleta avileño quien militó por más de 20 años en la selección nacional de ese deporte alcanzando importantes resultados foráneos.
Echarte, uno de los máximos exponentes del softbol en la Isla, forma parte de la generación dorada de la disciplina en Cuba. Y durante su extensa carrera, concluida en 2005 con su retiro del deporte en activo, acumuló numerosos trofeos de relevancia como tres títulos y una plata en Juegos Centroamericanos y del Caribe; cuatro metales bronceados en Panamericanos; además de un respetable cuarto escaño en la Copa del Mundo y un bronce en Campeonatos Mundiales.
En nueve de estos eventos Echarte integró el conjunto Todos Estrellas en su posición de inicialista, y lideró en varias ocasiones el casillero ofensivo al promediar por encima de los 350 de average; todo lo cual habla a las claras de su altísima calidad como deportista y justifica con razones sobradas el galardón que recibe.
El avileño, merecedor del anillo que lo acredita como miembro del selecto grupo de jugadores que por su calidad y aporte a la disciplina son exaltados cada años, aseguró a medios de su natal provincia que este premio no significa le fin, sino un incentivo para seguir trabajando con los nuevos jugadores.
Actualmente Chuchi, como le apodan, tiene bajo su mando el equipo provincial de Ciego de Ávila, vigente campeón nacional.
El estelar primera base de los equipos Cuba durante las décadas de los ´80 y ´90 del pasado siglo se integra a la excepcional jugadora de softbol Luisa María Medina, quien por más de dos décadas integró también la selección nacional desempeñándose como receptora regular del conjunto.
Para completar el trío de los premiados, fue igualmente reconocido por el organismo internacional el señor Miguel Acosta, presidente de la Federación Cubana de Softbol, y quien tendrá su espacio en el Salón de la Fama como federativo.
Pierre de Cubertin en tierras avileñas
Otro suceso inédito tuvo espacio entre los nacidos en Ciego de Ávila, cuando por primera vez en Cuba el Comité Olímpico Internacional (COI) galardonó al activista deportivo Joaquín Pulgarón Rodríguez con la estatuilla del Barón de Cubertain.
El reconocimiento, otorgado por el COI en el 150 aniversario de su fundación dentro de la categoría “el deporte como escuela de vida”, recayó en quien por décadas ha dedicado su existencia promover las prácticas deportivas dentro de su localidad.
En 1965 Pulgarón estableció su residencia en el poblado de Vicente, sitio que hoy, y gracias a su trabajo continuo, ostenta la condición de centro deportivo de referencia nacional con 15 instalaciones en funcionamiento.
Esta cifra para muchos podría resultar insignificante si no se conocen los problemas enfrentados durante los años 90 y las carencias de insumos que acusa el movimiento deportivo cubano en las comunidades. Súmele a esto las características propias de los pueblo de campo en la Isla y se entenderá entonces cómo es que el COI vino a poner los ojos en un hombre sencillo como este avileño.