¿Una boxeadora cubana con Estados Unidos? ¿Un pesista cubano con Chile? ¿Un pelotero cubano con República Dominicana? ¿Un luchador cubano en Italia? ¿Un entrenador cubano en Islas Mauricio? ¿Preparadores cubanos en Bulgaria, Portugal, España, Venezuela, Azerbaiyán, México…?
Quizás estas interrogantes suenen raras, pero en el marco de los Juegos Olímpicos de Tokio todas tuvieron respuestas afirmativas. En el evento, decenas de entrenadores y atletas cubanos pusieron en alto el nombre de la Isla, aunque compitieron bajo otras banderas.
Ilustres como Iván Pedroso y Dayma Beltrán, medallistas antillanos en Juegos Olímpicos, formaron parte del colectivo de preparadores que hoy sirven de guía a deportistas de varios países.
Dayma, recordada por su fortaleza en los tatamis y sus dos subtítulos estivales en Sydney y Atenas, fungió como entrenadora principal de la selección femenina de judo mexicana, mientras “El Saltamontes”, monarca bajo los cinco aros en Sydney 2000, vio encumbrarse a la estelar triplista venezolana Yulimar Rojas y a la prometedora española Ana Peleteiro. Dos medallas y un récord mundial fueron el premio que Pedroso se llevó de Tokio.
Pero hay más. Jorge Pichardo acompañó a su hijo —también cubano— Pedro Pablo Pichardo, mientras en el boxeo encontramos una legión de preparadores impresionante: Joel Soler (Bulgaria), Humberto Orta (Azerbaiyán), Dagoberto Rojas (Marruecos), Cirilo López (Ecuador), Manuel Mantilla (Ecuador), Roberto Ibáñez (Islas Mauricio), Carlos Peñate (España), Luis Mariano González (Francia)…
De cualquier manera, los focos siempre están sobre los atletas, y en las arenas olímpicas de Tokio fueron 22 los deportistas antillanos que compitieron en nueve disciplinas, representando a diez naciones. Portugal e Italia, con cuatro exponentes cada uno, fueron las delegaciones que más antillanos incluyeron en sus filas, escoltados por España y Estados Unidos, ambos con tres.
A esa lista podríamos añadir a dos peloteros de padres cubanos que nacieron en Estados Unidos y jugaron en la lid estival con la selección norteña (Eddy Álvarez) e Israel (Danny Valencia).
Desde OnCuba, les proponemos un repaso detallado a la actuación de esa otra delegación de atletas cubanos que defendieron las casacas de otros países en la batalla global de los Juegos Olímpicos.
Portugal
Pedro Pablo Pichardo (Atletismo-triple salto)
Natural de Santiago de Cuba. Nació el 30 de junio de 1993 (28 años)
Solo seis hombres han superado la barrera de los 18 metros en la historia del triple salto y él es uno de ellos. Pichardo se presentó en Tokio como una de las estrellas del atletismo portugués y no defraudó, con salto dorado de 17.98 metros que superó la mejor marca de la temporada (17.92), impuesta por el propio santiaguero en Hungría, a principios de julio.
Pichardo se fue de Cuba en 2017 y se estableció en el país luso, donde se unió al club Benfica. En la Isla, Pichardo había afrontado diversas complicaciones porque no le permitían entrenar con su padre, de hecho, estuvo sancionado en el 2014 por negarse a trabajar con el coach Ricardo Ponce, que le había sido asignado por la Federación Cubana de Atletismo. A la larga, ese fue uno de los motivos principales que condujeron a su salida de la Isla.
“Salí de Cuba por mi familia y para poder entrenar con mi padre. Creo que el objetivo se alcanzó. Siempre que esté con mi familia y entrene con mi padre, estaré bien. El saldo es muy bueno”, dijo en septiembre del 2019.
Alexis Hernández Borges (Balonmano)
Natural de La Habana. Nació el 6 de octubre de 1991 (29 años)
Portugal debutó en el balonmano masculino de los Juegos Olímpicos con tres atletas cubanos en sus filas. Borges, un pivot de 1.96 metros de estatura, fue uno de estos efectivos de la Isla y aportó 14 goles a la causa lusa durante el certamen japonés, donde culminaron en la novena posición.
Borges forma parte de la enorme legión de balonmanistas cubanos radicados en Portugal, muchos de los cuales han llegado a la selección nacional de ese país. Salió de Cuba desde hace casi 10 años y en todo este tiempo ha competido en varios clubes profesionales como el Porto, el Barcelona, el Montpellier y el Benfica.
El antillano juega con la escuadra portuguesa en eventos internacionales desde el 2017 y su mejor resultado fue un sexto puesto en el Campeonato Europeo del 2020. Este año fue convocado al Mundial de Egipto, donde los lusos culminaron en la décima posición. En total, el antillano suma 46 apariciones con la camiseta de Portugal, con la que ha anotado 84 goles.
Cuba no clasifica a su equipo de balonmano masculino en los Juegos Olímpicos desde la edición de Sydney 2000, cuando terminaron a la oncena posición.
Daymaro Salina (balonmano)
Natural de La Habana. Nació el 1 de septiembre de 1987 (33 años)
Primera experiencia olímpica para este veterano de mil batallas. Salina es uno de los sobrevivientes de la última aventura mundialista de Cuba en el lejano 2009, cuando su equipo terminó en la posición 20. Ahora se ganó por fin la oportunidad de competir bajo los cinco aros y ayudó a Portugal con ocho goles y cuatro asistencias.
Salina juega como profesional en el Porto desde el 2011, año en el que salió de Cuba, aunque solo se unió a la selección portuguesa en el 2017. Desde dicha fecha, el pivot de 2.02 metros de estatura ha disputado 44 encuentros con la escuadra nacional y ha marcado 79 goles. Salina, ganador de seis títulos de Liga en el circuito luso, además de dos Copas e igual cantidad de Supercopas, también estuvo en el Campeonato Europeo del pasado año y en el Mundial de enero último.
Víctor Iturriza (balonmano)
Natural de La Habana. Nació el 22 de mayo de 1990 (31 años)
No vio mucha acción en Tokio, pero igualmente ha recibido el premio de poder competir en Juegos Olímpicos. En sus esporádicas apariciones en la cancha anotó cuatro goles, dio una asistencia y no pudo influir mucho en el desenlace de los partidos de Portugal, que ganó un duelo (contra Bahréin) y perdió cuatro (vs. Egipto, Suecia, Dinamarca y Japón).
Iturriza debutó con la selección nacional portuguesa el pasado año en un duelo del Campeonato Europeo contra Israel, y en 13 partidos ha marcado 46 goles. Iturriza salió de Cuba en el 2014 y comenzó a jugar profesional con Artística de Avanca, aunque después pasó al Porto, club en el que milita desde el 2016.
Italia
Yadisleidy Pedroso (atletismo-400 vallas)
Natural de La Habana. Nació el 28 de enero de 1987 (34 años)
Segundos Juegos Olímpicos para Pedroso, que en Río 2016 no pasó de semifinales. Ahora corrió con la misma suerte, pues fue quinta en su heat de semis con crono de 55.80 segundos y no pudo colarse entre las ocho finalistas.
En Campeonatos Mundiales tampoco ha logrado incluirse entre las ocho finalistas. Su resultado más relevante fue un quinto puesto en el Europeo del 2018 celebrado en Berlín, en ambos casos representando a Italia, donde se estableció tras casarse con Massimo Matrone, quien ha sido su entrenador durante todo este tiempo.
Quizás muchos no la recuerden, pero Pedroso compitió en Cuba hasta el 2010, fundamentalmente en eventos organizados en la Isla como el Memorial Barrientos, el Rafael Fortún o la Copa Cuba. No obstante, sus mejores resultados han llegado defendiendo la bandera italiana, al punto de que es la recordista nacional de ese país europeo en los 400 metros con vallas. En Shanghái, hace ya ocho años, la antillana registró tiempo de 54.54 segundos.
Osmany Juantorena (voleibol)
Natural de Santiago de Cuba. Nació el 12 de agosto de 1985 (35 años)
El cierre de su carrera en Juegos Olímpicos no fue el soñado, tras caer en los cuartos de final de Tokio ante la inspirada selección argentina, a la postre medallista de bronce. Juantorena otra vez se erigió como una de las figuras trascendentales del plantel transpalpino, cuya irregularidad en el desempeño colectivo les impidió avanzar.
El santiaguero es uno de los íconos del voleibol de los últimos 15 años. Su carrera ha tenido de todo. Primero triunfó en Cuba con un bronce en la Liga Mundial del 2005; en el 2006 fue sancionado por consumo de sustancias prohibidas; regresó a las canchas para convertirse en uno de los jugadores más laureados del planeta a nivel de clubes; comenzó a jugar por Italia en el 2015 y logró el subtítulo olímpico en 2016…
No exageramos si decimos que Juantorena es el voleibolista cubano más laureado de la historia sumando su trayectoria profesional en Rusia, Italia y Turquía. En su palmarés resaltan cinco ligas, nueve Copas nacionales, tres Champions, cinco Mundiales de Clubes y 14 premios MVP en todos estos torneos, Para ponerle la tapa al pomo, el subtítulo olímpico de Río de Janeiro 2016 reafirmó su grandeza en la arena internacional.
Juantorena intentó jugar por Cuba nuevamente a principios de la pasada década, pero se encontró con el muro de contención de las autoridades de la Isla. “Envié una carta a la Federación expresando mi voluntad de jugar por Cuba, pero me pidieron que abandonara Italia. No pude satisfacer su demanda, no podía abandonar mi carrera y todo lo que había logrado”, dijo el indómito en entrevista con OnCuba en el 2015.
Frank Chamizo (Lucha libre-74 kg)
Natural de Matanzas. Nació el 10 de julio de 1992 (29 años)
Estuvo a las puertas de repetir la medalla de bronce que ganó en Río 2016, pero cayó ante el estadounidense Kyle Dake y quedó fuera del podio en Tokio. Hasta cierto punto, este es un resultado decepcionante para Chamizo, quien también perdió el trono europeo hace solo unos meses.
El matancero es una de las joyas perdidas de la lucha en Cuba, donde fue sancionado en el 2011 por problemas con el control del peso. “Había ganado una medalla de bronce en el Mundial del 2010 en Rusia con tan solo 18 años. Yo era el futuro de la lucha libre en Cuba, pero de repente algo se rompió. Tuve que perder 10 kilogramos para bajar hasta la categoría de 55 kg, en la que querían que compitiera, pero no pude llegar al peso de 100 gramos y me descalificaron”, contó Chamizo hace un tiempo.
Tras aquella decisión que lo obligaba a estar fuera de competición por dos años, el matancero se casó con la también luchadora Dalma Caneva y se radicó en Italia. Allí recibió la nacionalidad y el permiso para reaparecer en los escenarios internacionales.
Su hoja de ruta es impecable desde que se unió a la selección nacional italiana. En los últimos seis años ha obtenido dos títulos y cuatro medallas mundiales, tres reinados europeos y cinco podios en estos eventos continentales. Además, en el 2015 se convirtió en el primer exponente transalpino del estilo libre con una corona del orbe, y en el 2017 pasó a ser el único luchador italiano (entre la libre y la greco) con dos cetros mundiales.
Abraham Conyedo (Lucha libre-97 kg)
Natural de Villa Clara. Nació el 7 de octubre de 1993 (27 años)
En una de las divisiones más competitivas de los Juegos de Tokio, con el fenómeno ruso Abdulrashid Sadulaev y estadounidense Kyle Snider como máximos favoritos, Conyedo obtuvo una meritoria medalla de bronce en su primera experiencia bajo los cinco aros.
El cubano-italiano solo perdió con Snyder en cuartos de final, pero después obtuvo dos victorias en el repechaje y se coló en el podio, justo al lado de su compatriota Reinieris Salas, quien también obtuvo el bronce.
Conyedo, subcampeón olímpico de la juventud en la cita de Singapur 2010, era una de las grandes promesas de la lucha cubana, pero decidió probar suerte lejos de su país. En el 2017 se estableció en Roma y al año siguiente comenzó a competir por Italia, nación con la que logró el bronce mundial en el 2018 y también el tercer lugar en Europa el pasado año.
España
Enmanuel Reyes (boxeo-91 kg)
Natural de La Habana. Nació el 14 de diciembre de 1992 (28 años)
Comenzó fuerte en Tokio al dejar fuera de combate al kazajo Vassily Levit, subcampeón olímpico de Río 2016. El triunfo le dio alas y dijo que había ido a los Juegos a “arrancar cabezas”. Esa sentencia calentó el duelo contra el capitán de la selección cubana, Julio César La Cruz, quien al final lo derrotó por estrecho margen y siguió su camino al bicampeonato estival.
Reyes no estuvo de acuerdo con el veredicto y señaló a los jueces, al igual que sus entrenadores, probablemente frustrados tras un combate en el que La Cruz se les escurrió como una sombra por el cuadrilátero.
“A lo mejor pesó el palmarés o que le conocen más que a mí. No lo sé. Eso no es justificación. La justificación es lo que pasa encima del ring y ahí se vio quién estaba mandando. Los árbitros lo vieron al revés. Felicidades por ellos. Quería el oro, pero por culpa de los jueces no se pudo. Ellos sabrán por qué”, reclamó Reyes tras la pelea, que adquirió también un matiz político.
Por una parte, Reyes había dicho que la situación en Cuba “estaba un poco jodida” y alentó a la gente de la Isla a seguir luchando por su libertad, mientras La Cruz espetó un sonoro “Patria o Muerte” después de vencer al hispano-cubano.
Enmanuel Reyes es producto de la Escuela Cubana de Boxeo, pero decidió emigrar debido a las pocas oportunidades de competencias internacionales al estar bloqueado por Erislandy Savón, medallista olímpico, mundial y líder de los pesos pesados en la Isla. Su travesía hasta España no fue sencilla; incluyó cruces de fronteras, paso por campos de refugiados y estancias inciertas en Rusia, Austria y Alemania.
Finalmente, Reyes se estableció en La Coruña en el 2017 junto a su tío y a principios del 2020 obtuvo la ciudadanía española. “Salir de Cuba fue difícil porque dejé a muchos seres queridos y no sabía cómo llegaría a España. Fueron meses difíciles, saltando fronteras, siempre con miedo a ser detenidos sin papeles. Pasé cuatro meses encerrado en una casa, después en campos de refugiados y en centros de migrantes. Pero al final de todo, pude llegar a mi familia”.
Lois Maikel Martínez (atletismo-disco)
Natural de La Habana. Nació el 3 de junio de 1981 (40 años)
Como le sucedió en los Juegos Olímpicos de Atenas 2004 y Río 2016, no pudo pasar de la fase clasificatoria. Un disparo de 54.69 metros y dos faltas fue el saldo que se llevó Martínez de la capital japonesa, donde vivió su segunda aventura estival representando a España tras la experiencia de la cita brasileña hace cinco años.
Lois Maikel compitió por Cuba al inicio de su carrera profesional y hasta llegó a competir por la Isla en Campeonatos Mundiales y Juegos Olímpicos sin grandes resultados, hasta que en el 2007 se estableció en Castellón, España. Sin embargo, demoró casi ocho años en obtener la nacionalidad española y por ello no volvió a competir en grandes citas atléticas hasta la lid del orbe de Beijing 2015.
Con 40 años, es muy probable que los Juegos de Tokio hayan sido la última oportunidad para Martínez de competir en escenarios de máximo calibre.
Orlando Ortega (atletismo-110 vallas)
Natural de Artemisa. Nació el 29 de julio de 1991 (30 años)
El subcampeón olímpico de Río 2016 y bronce mundial en Doha 2019 no pudo competir en Tokio por una lesión en los isquiotibiales. El vallista sintió molestias durante los entrenamientos en la capital japonesa y automáticamente quedó sin opciones de buscar una segunda presea bajo los cinco aros.
Ortega llegaba con mucha ilusión a la cita asiática luego de superar otra lesión que había limitado su preparación desde febrero hasta junio último, pero aparecieron nuevas dolencias y se esfumó cualquier posibilidad de verlo volando sobre las vallas.
El antillano ha logrado la mayoría de sus éxitos internacionales con España, luego de que decidiera no regresar a Cuba tras el Mundial del 2013 en Moscú. “Fue una decisión extremadamente difícil y dura, pero la tomé y no miro atrás”, reveló hace unos años.
Estados Unidos
Ariel Torres (karate-katá)
Natural de Pinar del Río. Nació el 6 de noviembre de 1997 (23 años)
Estaba fuera del radar de los atletas cubanos que compiten por otros países, pero en Tokio su nombre ha sonado entre los seguidores del deporte en la Isla. Y no es para menos. Torres dio una gran demostración en el concurso de katá tras vencer en la discusión del bronce al venezolano Antonio José Díaz, doble titular mundial y ocho veces medallista en lides del orbe.
El cubanoamericano fue superando las rondas de eliminación codo a codo con el estelar español Damián Quintero, líder del ranking global, quien a la larga lo superó y lo dejó a las puertas de la final. Pero el duelo por el bronce también tenía un sabor especial, no solo porque estaba una medalla olímpica en juego, sino porque el rival de Torres era justamente su verdugo en los Panamericanos de Lima 2019.
Pero la vida le dio revancha al joven de 23 años, quien dio una excelente demostración para derrotar al experimentado Díaz (41 años). Con esta victoria, Ariel Torres pasará a la historia como el primer medallista de Estados Unidos en la historia del karate en Juegos Olímpicos.
La familia de Torres emigró a Estados Unidos cuando él tenía cuatro años. De entrada, se establecieron en Newark, New Jersey, para después mudarse a Miami. Allí el chico comenzó a practicar el karate por sugerencia de los médicos (decían que era muy hiperactivo), por lo que toda su formación deportiva ha sido en el país norteño.
La historia de Torres ha estado llena de contratiempos. Según ha comentado en diversas entrevistas, no olvida como se iba con su padre a los semáforos de Hialeah para pedir donaciones y poder costear su participación en competencias de karate.
“Tenía un frasco y la gente daba un dólar, 25 centavos, lo que pudiera. Lo hacíamos durante horas y horas a la semana, tratando de acumular el dinero para ir a las competencias. Hubo momentos en que ni siquiera podíamos comer porque dedicábamos todo el dinero hacia el karate, así que fue difícil”, reconoció Torres.
Yarisel Ramírez (boxeo-57 kg)
Natural de Guantánamo. Nació el 11 de diciembre de 1999 (21 años)
Su experiencia en Tokio fue efímera luego de caer en su primera presentación ante la croata Nikolina Cacic, pero dio un paso más para demostrar que las boxeadoras cubanas pueden pelear en los más exigentes escenarios, algo que en la Isla se empeñan en negar, al punto de que todavía se ha oficializado la práctica del boxeo femenino.
Yarisel, bronce en los Panamericanos de Lima 2019 y una de las chicas más prometedoras de la escuadra nacional de Estados Unidos, se convirtió en la primera boxeadora cubana que compite en unos Juegos Olímpicos, fruto de determinación, madurez y entrega a los entrenamientos junto a su padre Rafael Ramírez.
Ramírez salió de Cuba siendo una niña cuando sus padres decidieron emigrar. Comenzó a practicar el boxeo en el 2011 solo con la intención de perder peso, pero quedó atrapada por la adrenalina y la energía de pelear, y finalmente se quedó en el deporte. Su progresión, de entrada, fue notable, pues en el 2015 se llevó la medalla de plata en el Campeonato Mundial juvenil en Taipei de China.
Yeisser Ramírez (esgrima-espada)
Natural de Guantánamo. Nació el 5 de noviembre de 1986 (34 años)
Fue eliminado en su segunda presentación —ronda de 32— ante el ruso Sergey Bida, a la postre subcampeón en la espada individual. En la lid por equipos, Estados Unidos no pudo pasar de octavos de final tras caer frente a Japón, por lo que los deseos de Yeisser de subir al podio olímpico no se materializaron.
Ramírez nunca quiso ser esgrimista, pero su padre siempre lo empujó a este deporte en lugar de ir a los más populares de Cuba, como el boxeo, el béisbol, el voleibol o el baloncesto. Se fue de Cuba en el 2007 y se radicó en Nueva York, donde continuó practicando la esgrima en la Fundación Peter Westbrook. En 2014 obtuvo la ciudadanía y poco después empezó a competir en la arena internacional por Estados Unidos.
Chile
Yasmani Acosta (lucha greco-130 kg)
Natural de Matanzas. Nació el 16 de julio de 1988 (33 años)
Dos derrotas en dos peleas muy cerradas —una de ellas con controversial desenlace—, acabaron con el sueño de Acosta de subir al podio olímpico con la bandera de Chile. El grequista yumurino se presentó como una roca en Tokio y llegó hasta semifinales, donde los jueces fueron demasiado condescendientes con el georgiano Iakobi Kajaia, quien estuvo la mayor parte del tiempo a la defensiva y solo recibió una amonestación.
Esa derrota contra Kajaia le impidió a Acosta asegurar la medalla de plata y un virtual enfrentamiento cubano con Mijaín López en la final de los 130 kilogramos. Ya después, en el pleito por el bronce ante Sergei Semenov, volvió a caer por estrechísimo margen (marcador de 1-1, pero el ruso marcó el último punto y eso le dio ventaja).
Acosta decidió quedarse en Chile tras el Campeonato Panamericano del 2015. Totalmente bloqueado en su división por Mijaín, las oportunidades de competir en los grandes escenarios eran mínimas, por lo que decidió probar suerte lejos de la Isla. La aventura no ha sido negativa, pues ya es medallista mundial y panamericano, titular sudamericano y de varios Grand Prix, algo que quizás nunca hubiera logrado de haber permanecido en Cuba.
“Yo no fui a los Juegos Olímpicos porque solo enviaban un luchador por país y categoría y estaba Mijaín. Es el mejor del mundo. En Cuba, siempre estuve detrás de él. Entrené con él todos los días durante nueve años. Realmente lo aprecio. Pero hay que entender las circunstancias. Lloré viendo los Juegos Olímpicos, porque vi muchos atletas a los que ya les había ganado. Salí de Cuba para lograr un sueño. Cuando alguien deja algo para perseguir un sueño no es un desertor. Amo tanto a Cuba como a Chile.”
Arley Méndez (pesas-81 kg)
Natural de San Cristóbal. Nació el 31 de diciembre de 1993 (27 años)
El calvario de Arley Méndez no terminó en Tokio. Tras dos años de dolores y constantes batallas contra las lesiones (fractura de la tibia por estrés y hernias en la espalda), luego de fumar marihuana a propósito antes de una competencia para ser detectado positivo en un control antidoping, el pesista cubano-chileno solo tuvo un intento válido en los Juegos Olímpicos.
Méndez solo levantó 160 kg en el arranque —con dos fallos sobre 165— y después no pudo con los 190 kg en ninguno de los tres intentos del envión, por lo que culminó en la última posición de su categoría (81 kilogramos), muy lejos de aquel chico prometedor que se coronó campeón del mundo en el 2017.
Las lesiones han destrozado a Arley, y no solo físicamente, sino también desde el punto de vista mental, por lo que el fin de su carrera empieza a cobrar sentido. “Tomé la decisión de retirarme del levantamiento de pesas, del deporte. Voy a dedicarme a otras cosas. Yo me iba a retirar hace tiempo, pero sabes lo que pasa: tengo familia y tengo que alimentarla. Este es mi trabajo. Me gusta competir, pero estoy sufriendo mucho. El deporte me está haciendo mal”, dijo tras el fracaso de Tokio.
Méndez se estableció en Chile desde el 2013, cuando decidió no regresar a Cuba tras el Campeonato Panamericano Juvenil. En el 2017 obtuvo la ciudadanía chilena y comenzó a competir en representación de ese país, que jamás había tenido un pesista campeón del mundo. Arley ha intentado regresar de visita a Cuba en varias ocasiones, una de ellas tras la muerte de su padre, pero siempre ha recibido la negativa de las autoridades migratorias de la Isla al ser considerado “un desertor”.
Azerbaiyán
Loren Alfonso Domínguez (boxeo-81 kg)
Natural de Pinar del Río. Nació el 28 de julio de 1995 (26 años)
El campeón olímpico cubano Arlen López no tuvo tanta resistencia de ninguno de sus contrarios como de Alfonso Domínguez, quien le exigió al máximo en semifinales. A la postre, el antillano, que representa a Azerbaiyán, no pudo llevarse el triunfo, pero dejó una muy buena imagen y conquistó la medalla de bronce en su primera experiencia olímpica.
Domínguez estaba bloqueado en la selección nacional cubana, donde era una segunda o tercera figura de los 81 kilogramos por detrás de Julio César La Cruz. Sin demasiadas oportunidades de competir en la arena internacional, decidió labrarse su propio camino lejos de la Isla.
“Crecí en una familia pobre. Necesito apoyarla. El salario aquí, en Azerbaiyán, es normal, me alcanza. Envío dinero a mi madre y mi hija en Cuba. Fue por el bien de mi familia que acepté estar lejos de ella. Es difícil no ver a mi hija, pero tengo que hacerlo”, dijo a Sputnik el boxeador antillano, quien ya ha logrado el título europeo y un quinto lugar mundial desde que comenzó a competir por Azerbaiyán.
Lorenzo Sotomayor (boxeo-69 kg)
Natural de Pinar del Río. Nació el 16 de febrero de 1985 (36 años)
El subcampeón olímpico de Río 2016 no pudo pasar de su primera pelea en Tokio, tras caer ante el georgiano Eskerkhan Madiev, esfumándose así la posibilidad de que se convirtiera en el primer boxeador cubano con dos medallas estivales compitiendo por otro país. A sus 36 años, Sotomayor no se vio en plenitud física y eso le pasó factura en la que debe haber sido su última presentación bajo los cinco aros.
Sotomayor salió de Cuba en el 2013 a sabiendas de que tenía pocas opciones de integrar la selección antillana en los principales eventos internacionales. Gracias a esa decisión y a la oportunidad que se le abrió de pelear por Azerbaiyán, pudo competir en los Juegos Olímpicos de Río y ganar la medalla de plata, algo que no hubiera logrado de quedarse en Cuba.
Turquía
Yasmani Copello (atletismo-400 vallas)
Natural de La Habana. Nació el 15 de abril de 1987 (34 años)
Terminó sexto y no pudo repetir su memorable bronce de Río 2016, pero Copello no olvidará nunca que estuvo en la carrera de 400 metros con vallas más rápida de la historia. Solo así se puede catalogar la final de dicha prueba en los Juegos de Tokio, donde el noruego Karsten Warholm quebró por primera vez la barrera de los 46 segundos.
Copello, único de los finalistas con más de 30 años, se empleó a fondo y paró los cronómetros en 47.81 segundos, igualando el récord nacional de Turquía que él mismo había implantado en el Campeonato Europeo de 2018 en Berlín. Su sexto lugar y el diploma olímpico son un premio a su constancia.
El vallista comenzó a competir por Turquía en 2013, cuando buscó un entrenador personal y estableció vínculos con el club Fenerbache. A partir de ese momento creció considerablemente, hasta llegar al bronce olímpico, al subcampeonato mundial en Londres 2018 y a más de una docena de podios en la Liga de Diamante.
Sobre su nueva etapa, Copello comentó: “Una puerta se cerró y otra se abrió. En Cuba fue difícil. Turquía es el país que vio todo el talento que tengo. No buscaba dinero, solo quería mostrarle al mundo cuánto potencial tengo y que podía llegar a lo más alto del universo atlético.”
República Dominicana
Raúl Valdés (béisbol)
Natural de La Habana. Nació el 27 de noviembre de 1977 (43 años)
Aunque Cuba no logró clasificar al béisbol de los Juegos Olímpicos de Tokio, podemos decir que la Isla es el único país que ha ganado medallas en cada una de las seis presentaciones oficiales de este deporte en el concierto estival gracias a Raúl Valdés, el zurdo habanero que conquistó el bronce en la capital japonesa con la selección de República Dominicana.
El lanzador de 43 años, guerrero de mil batallas y trotamundos con una ruta de vuelo infinita, trabajó en dos partidos en Tokio, incluido el que definió la medalla de bronce. Si bien se fue sin decisión en ambos, aportó a la causa quisqueyana y recibió un premio mayúsculo en la recta final de su larguísima carrera, la cual ha tenido sus episodios más espectaculares, justamente, en tierras dominicanas.
“Para mí esto es algo grande, porque cuando llegué a República Dominicana me abrieron las puertas y me trataron muy bien”, dijo poco antes de los Juegos el habanero, quien se fue de Cuba en el 2003 y obtuvo la ciudadanía dominicana en 2008. Allí, en tierras quisqueyanas, ha hecho su vida y es uno de los grandes ídolos de la afición por su faena en el circuito profesional.
El nombre de Raúl Valdés se valoró para reforzar la selección cubana en el Preolímpico de la Florida, pero el propio serpentinero declinó. “Los funcionarios cubanos me contactaron primero, pero tuve que esperar a que República Dominicana se pusiera en contacto conmigo para poder darle una respuesta a Cuba. Es muy satisfactorio poder ayudar a la República Dominicana a clasificarse para los Juegos Olímpicos de Tokio 2020”, precisó en su momento el zurdo.
Valdés fue llamado a la nómina caribeña desde el Preolímpicos de las Américas en Miami y, si bien no pudo estar después en el otro certamen clasificatorio de México (donde Dominicana obtuvo el boleto olímpico) por lesión, logró recuperarse a tiempo y asegurarse un pasaje a la capital asiática para su primera experiencia bajo los cinco aros.
Brasil
Yoandy Leal (voleibol)
Natural de La Habana. Nació el 31 de agosto de 1988 (32 años)
Fue el octavo anotador de los Juegos Olímpicos y el cuarto atacante con mejor efectividad, pero no pudo impedir las derrotas de Brasil en semifinal (vs. Rusia) y en la discusión de la medalla de bronce (vs. Argentina). Leal cargó el peso ofensivo de la selección sudamericana por momentos, aunque acusó cierta inestabilidad, mal que le pasó factura al equipo.
Para los brasileños, podría decirse, esta es una actuación decepcionante después de ganar la Liga de las Naciones antes de los Juegos. Además, iban con todo por revalidar el título olímpico de Río y ni siquiera han entrado en el podio. Desde la perspectiva de Leal, es una oportunidad perdida, pero parece tener gasolina en el tanque para llegar a una segunda experiencia olímpica en París.
Leal forma parte de la última generación dorada del voleibol cubano, con la peculiaridad de que la mayoría de sus éxitos los ha conseguido lejos de la Isla. El atacante salió de su país natal después de la plata mundial conquistada en el 2010: “Pensamos que esa medalla mejoraría nuestra situación financiera, pero no fue así. El voleibol siempre ha sido mi pasión, pero alguien tiene que ayudar a su familia, ¿sabes? Entonces tuve que tomar una decisión difícil. Cuando le dije al gobierno cubano que me iba, me suspendieron por dos años y no pude jugar en ningún otro lado”.
Afortunadamente, luego de los dos años de sanción, Leal se convirtió en una estrella con el Sada Cruzeiro de Brasil, y después también ha brillado en la Liga Italiana. Hasta hoy, es el único voleibolista que ha logrado el título del Mundial de Clubes con un equipo de América y con un elenco europeo.
Polonia
Wilfredo León (voleibol)
Natural de Santiago de Cuba. Nació el 31 de julio de 1993 (28 años)
Desde que se unió a la selección nacional de Polonia en el 2019, todos esperan un gran triunfo de dicha escuadra, pero no han encontrado la fórmula para subir a lo más alto del podio. Tercero en el Europeo del 2019 y plata en la Liga de Naciones del presente año son los resultados de León con el conjunto polaco, que no pudo pasar de cuartos de final en los Juegos de Tokio.
Los europeos perdieron en un partidazo de cinco sets frente a Francia y quedaron fuera de la pelea por las medallas, una notable decepción para León y sus compañeros. El antillano cargó con las responsabilidades ofensivas y ejerció de líder indiscutible, pero eso no fue suficiente. Ahora toca mirar a las próximas Ligas de Naciones, pensando siempre en París, que puede ser la tierra olímpica prometida para León.
El atacante, al igual que Leal, es una de las grandes joyas del voleibol cubano que han triunfado lejos de su tierra. León se fue de Cuba en el 2013 tras casarse con una polaca aunque, en realidad, su salida parecía cuestión de tiempo luego de que otras estrellas también decidieran separarse del cuadro nacional tras el subtítulo del orbe del 2010.
EN SU MAYORIA SON. PRODUCTO DEL MOVIMIENTO DEPORTIVO DE. CUBA.. NADA DE QUE ABOCHORNARSE !!! AL FINAL SON CUBANOS.
Primero Cuba presentó una sola delegación olímpica oficial a Tokio 2020, deportistas nacionales bajo la bandera cubana, Esa delegación es autóctona de Cuba, no hay importados.
Lo otros cubanos nacionalizados en otros países, no tienen nada que ver con nuestra delegación ni con nuestros resultados, compiten por sus nuevos países.
Pero son cubanos, donde se encuentren y por donde compitan, se formaron aquí y eso demuestra la calidad indiscutible del deporte Cubano
No importa por dónde compitan,claro me gustaria que por Cuba,pero andan por el mundo tras sus sueños,y quién sabe si algún día lo hagan con su patria.Cuando compiten me emocionan también,y pienso que en ellos está la calidad del desarrollo deportivo cubano.
Gracias a ellos por emocionarnos también.