Hace un par de días sobrevino el altercado entre el cubano Alexander Guerrero y el dominicano Miguel Olivo. Comenzó con insultos y manotazos en el box y terminó en la caseta de los Isótopos de Albuquerque, sucursal de los Dodgers de Los Ángeles. Más allá del embrollo en el dugout, la riña no trascendió por acontecer en plena octava entrada del choque de Triple A, ni porque el encuentro tuvo que ser detenido durante varios minutos, sino, porque como corolario del pugilato, Guerrero perdió parte de su oreja izquierda.
Olivo, connotado busca pleitos y malas pulgas de las mayores, se creyó Mike Tyson y de un mordisco dejó perplejo al cubano, con la oreja ensangrentada, después de haberse enrollados en un manojo de atracones del que ninguno pudo propinar un porrazo limpio, de allí seguro la impotencia del quisqueyano para que en medio de la reyerta, del bulto, de las manos de sus compañeros de equipo que desapartaban aquella escena, salirse con la suya con un golpe de autoridad.
El origen de todo fue un robo de base, un lanzamiento del recetor Olivo al segundo cojín que custodiaba Guerrero, tras un intento de un jugador de Salt Lake por alcanzar la almohadilla. La jugada fue decretada safe por el umpire y al parecer, Olivo, siempre traicionado por su carácter gruñón, achacó el desenlace a Alexander, quién no pudo poner out al corredor con su guante. Minutos más tarde, en el mismo innings, una visita al box del entrenador de pitcheo de Albuquerque, hizo que en la mismísima lomita de lanzar, los jugadores se encararan arrojándose ofensas. Y, por tanto, la mesa, mejor dicho, el ring, quedo servido para que dentro del banquillo se enredaran a los puños.
Después del altercado, tanto Guerrero como Olivo fueron sacados del lineup, y el cubano fue trasladado hacia un hospital donde fue sometido a una cirugía plástica para subsanar la herida en la oreja afectada. Según el diario The Los Ángeles, el infielder cubano permanecerá hospitalizado al menos por dos o tres días más en Salt Lake City y aún no se sabe realmente cuantos partidos tendrá que ausentarse tras la operación reconstructiva.
Los Dodgers no han tardado en pronunciarse y han dado a conocer un comunicado en el que confirman los hechos y anuncian una exhaustiva investigación de los mismos. No obstante, ya suspendieron a Miguel Olivo al mandarlo hacia la lista de suspendidos, señalando que “se mantendrá suspendido hasta que se complete la investigación”.
Esta no es la primera vez que el veterano receptor de 13 campañas se ve envuelto en este tipo de trifulcas, su currículum vitae en la Major League Baseball (MLB) archiva varias hojas de antecedentes, incluso, desatando su mal genio contra jugadores de su mismo terruño. En 2007, en una serie entre Mets y Marlins, no creyó en amistades y le voló encima a su compatriota José Reyes con quien compartió vestuario durante el primer Clásico Mundial de Béisbol.
Ned Colletti, gerente general de la franquicia angelina, declaró su total decepción por la situación acontecida y señaló que Guerrero estaba cerca de las Grandes Ligas nuevamente, aunque ellos prefieren que el cubano prosiga su trabajo en las menores, sobre todas las cosas, para fortalecer su defensa en el campo, aspecto que le falta por pulir para hacerse de un puesto fijo en el primer equipo de los Dodgers.
Alex Guerrero, tras firmar un contrato de $28 millones en octubre pasado, solo participó con el equipo grande de los Dodgers en los dos primeros partidos de la temporada desarrollados en Australia frente al plantel de Arizona, dos días después fue enviado a Triple A. Pero su desenfado desde el home, con el madero como azote para los lanzadores en la sucursal, había hecho sonar las alarmas para su llamado. En sus últimos 11 encuentros andaba por los 457 de average, conectando 21 inatrapables en 46 turnos al bate, incluyendo 6 batazos de vuelta completa y 17 remolques hacia el plato. El propio día del incidente con Olivo había producido de 3-2, y en general, comanda los lideratos de la liga de la costa del Pacífico en slugging con 735, OPS con 1.152 y en promedio con 376. Además, es sexto entre los jonroneros con 10.
En este sentido, en contra de Guerrero hay que acotar que a los Dodgers no les urge su ascensión a un plano superior en este preciso momento, si que siga progresando y adaptándose al nuevo sistema que enfrenta. Ahora mismo, la intermedia angelina es defendida de sobre manera por el rapidísimo Dee Gordon quien está teniendo un excelente arranque de campaña promediando a la ofensiva más de 320, además de ser el hombre más buscado por todos los cátchers de las mayores por andar estafando almohadillas (líder en absoluto) a diestra y siniestra.
Y es por eso que siempre (tampoco es que sea tan a menudo) en las sucursales de las franquicias se suscitan incidentes de este tipo, encontronazos entre jugadores, que en la mira lo único que tienen enfocado es elevar sus números estadísticos para ser llamados a las escuadras MLB. Tal vez, a Miguel Olivo ya se le ha hecho una pesadumbre que de a poco, su retina se le llene de imágenes postreras de sus mejores momentos (que no fueron muchos) en la Gran Carpa, y sienta una presión extra en cada lance, a cada instante, en cada uno de las jugadas en las que toma parte.
La MLB puede volverse una zozobra para los que nunca lograron subordinarla, para los que nunca lograron zafarse del inmenso peso que requiere estar inmiscuido en este asunto, y no pudieron enlazarla bajo el brazo y hacer de ella una etapa palmaria. A lo mejor, Olivo se ve contra la pared y ve como su rendimiento ya no llama la atención y se siente resentido por estar en liga menor después de haber pasado tanto tiempo en primera clase. Un dato: este año el quisqueyano solo ha participado en 8 partidos con los Dodgers.
Quizá por ello tildó a Guerrero de culpable en aquel lance en la intermedia que desató la pelea, o quizá, el sumo rendimiento del cubano y su proyección como sensación en Albuquerque, haya creado algo de celos en el veterano (por qué no), que terminó desgarrando como una bestia un cacho de oreja del cubano.
CREO QUE MI COLEGA CUBANO Guerrero, SE DEJÓ LLEVAR POR LA IRA Y LA ENVIDIA; COSA QUE NO ESTAMOS ACOSTUMBRADOS EN CUBA…………. Sus mánager deben hacer mucho trabajo sociológico con Cada Cubano que arribe a las grandes ligas porque somos muy fuertes de carácter y para vivir el sistema capitalista debe aprender ha tener oídos sordos, mente fría y mirar siempre el objetivo que queremos lograr. Esto lo he aprendido desde que residió en Argentina.